Blog personal en el que...

Escribo sobre temas que me interesan, me afectan, me gustan, me intrigan: algo bastante sobre política, pero también hay de urbanismo, diseño y temas diversos.

15.12.15

Comentario a artículo de Luis Vicente León sobre nueva directiva de la AN

En Prodavinci, Luis Vicente León (LVL) tiene un blog en el que escribe a cada rato. Ayer en un artículo muy típico de él, reflexiona sobre las dificultades que tendría la oposición por andar en eso de estar ganando elecciones. Le coloqué un comentario en el que lo critico a él, realmente lo critico muy duramente, pero parece que no tolera que lo critiquen de esa manera porque rechazó el comentario y no lo publicó.

Este es el enlace al artículo antes mencionado:

http://prodavinci.com/blogs/como-ponerse-de-acuerdo-sobre-la-directiva-de-la-asamblea-nacional-por-luis-vicente-leon/

Y aquí está mi comentario no publicado en ese blog:

Análisis dirigido a sembrar desesperanza, principal tarea que ha desempeñado LVL durante años. El artículo comienza sembrando cizaña y finaliza sembrando duda. Objetivo: seguir quitándole brillo a la extraordinaria victoria del 6D. No son consejos desinteresados. Es veneno emocional, para que se produzcan divisiones dentro de la oposición y si ocurren dirá "les advertí que éso iba a pasar." No más profecías autocumplidas, ni Efecto Pigmalión. Antes LVL podía mostrar eficacia afectando a la oposición. Los petrodólares soplaban a su favor. Ya no luce tan eficaz y se parece más a Schemmel. Podrían unirse en Datalaces o Hinteranálisis para ver si pueden hacer mejor la misma tarea. Pero cada vez somos más los que nos damos cuenta de que no son científicos sociales, sino una especie de lobbistas internos que buscan convencer a la oposición de que el chavismo es el "advesario mayor", invencible, que nunca podrá ser derrotado. Ahora la desesperanza va para allá, para ustedes, como un bumeran.

4.10.15

Desvíos (o desvaríos) éticos

La máxima "no hagas a los demás lo que no te gustaría que te hagan a tí" es incuestionable. Nadie podría aspirar, en condiciones normales de convivencia social, a que otro ser humano merezca un trato peor al que uno espera para sí mismo. Sin embargo, esa máxima ética, esa regla de oro, no se cumple por parte de muchas personas, en la mayor parte de la cotidianidad de muchas ciudades y sociedades en general.

En el caso de Caracas y, quizás, en toda la Venezuela del siglo XXI, podemos relatar innumerables experiencias que confirman la avasallante implantación de otra regla: "hago a los demás cosas que no me gustaría que me hiciesen a mí y hasta no me importaría que se sepa que soy así de descarado e incongruente." Por ejemplo, en el tránsito por calles y avenidas: a) No respeto luces de semáforos ni demás normas de límites de velocidad, uso de luces de cruce, etc.; b) Si conduzco un vehículo no le doy paso a peatones o, si soy peatón o motorizado, me atravieso repentinamente a riesgo de dañar mi propia vida; c) Abuso de los demás, atropellándolos en salidas y entradas de los vagones del Metro o en busetas de transporte público.

En el terreno político la cotidianidad es también demasiado vergonzosa. Por ejemplo, la mayoría oficialista en la Asamblea Nacional le pasa aplanadora a cualquier iniciativa opositora y, de paso, aprueba leyes que habilitan a un Poder Ejecutivo (todavía más antidemocráticamente abusador) para que legisle en múltiples materias de interés nacional.

Ese mismo Ejecutivo, establece absurdos controles a las libertades económicas, mientras ampara y protege a quienes invaden terrenos, a quienes ocupan viviendas alquiladas sin pagar arrendamiento o pagando cantidades ridículamente bajas y a quienes importan de cualquier país "amigo" rubros que podrían ser producidos acá en Venezuela, creando empleos y seguridad de suministros hechos por y para los venezolanos.

Pero esos "empresarios" importadores se enriquecen y plagan de prebendas y comisiones a funcionarios corruptos, quienes a su vez son protegidos por un sistema judicial especializado en fabricar impunidad para el mejor postor; que además se presta para cualquier manipulación que termine en persecución de dirigentes políticos de comprobada honradez y probidad.

A ninguno de esos infractores de tránsito, invasores, diputados oficialistas, importadores y jueces les gustaría que les hicieran lo que ellos han estado hacíéndole a tantos venezolanos de manera cotidiana. Ellos han creado una sociedad abusadora en la que ellos mismos se sentirían mal si pasan de ser mayoría dominante, a minoría dominada. Un cambio político necesario es aquél que recobre las bases éticas sobre las que toda sociedad debe crecer y desarrollarse.

Rescatar la regla de oro no garantiza que todo el mundo la cumpla, pero sí nos permitirá que podamos de nuevo distinguir claramente, cuando alguien hace algo que está mal, algo que es reprochable, deplorable, condenable y así que nadie vuelva a salir tranquilamente a aplaudir abusos y demás desvaríos desde una ética torcida y desviada como la que impera en Venezuela.

23.9.15

Fiestas inolvidables

Una vez un señor invitó a todo un país, que estaba apagado y triste, a hacer fiestas. Desde la televisión, la radio, la prensa e Internet el señor dijo: "¡Vamos todos a hacer fiestas! Hagamos fiestas en todas partes. No esperemos por vacaciones, ni ninguna celebración de cumpleaños o cualquier otro motivo. El momento es ahora. No esperemos más. ¡A divertirnos!".

Mucha gente se sintió convocada y compraron de beber, de comer y colocaron música para bailar, mesas para sentarse y conversar; contrataron simpáticos animadores vestidos estrafalariamente que se encargaron de los niños, que además se divertían en miniparques temáticos. Gentes de todas las edades comenzaron pues a fiestar en sana paz.

Sin embargo, como es de esperarse había coyotes rondando a las ovejas. Al tratarse de fiestas en las calles, personas inescrupulosas comenzaron a hacer daño robando, o fastidiando a las damas y las reuniones abiertas se comenzaron a complicar por el exceso de bebida. Hubo disparos que produjeron heridos y hasta personas muertas. Mucha gente huyó de los lugares pero manejaban pasados de tragos y terminaban chocando sus vehículos con saldos de heridos y también, lamentablemente, de muertos. Otros, que no se desplazaban como locos, pero mientras esperaban en semáforos eran asaltados o secuestrados. Las fiestas terminaron y muchos salieron afectados, algunos de manera irreversible.

La fiscalía de ese país imputó al señor que lanzó la idea de fiestar en sana paz. Argumentó que él era quien había provocado, con su convocatoria, los daños a bienes y personas. A pesar de no existir ninguna prueba que demostrara la relación entre invitar a hacer fiestas y los delitos cometidos en ellas, la juez que llevaba el caso lo condenó a prisión por un lapso de 14 años.

Algunas de las personas agredidas durante las fiestas también fueron absurdamente condenadas o sometidas a regímenes de presentación en tribunales.

Casi ninguno de los delincuentes que atacaron a quienes sólo querían divertirse, o que querían regresar a sus casas luego del saboteo a las fiestas, fueron perseguidos por la fiscalía.

No hace falta un esfuerzo intelectual demasiado profundo para descubrir a qué se parece lo que acabo de relatar. El equivalente a las fiestas en el ámbito político de una sociedad libre y democrática no son sólo las votaciones, sino también las protestas. Protestar pacíficamente y que luego algunas de las protestas sean transformadas en actos violentos, no guarda relación con el hecho de haber convocado legítimamente a protestar.

31.7.15

Bolichicos de closet

A 4 meses de la derrota electoral que muy probablemente los venezolanos propiciaremos a los venecubanos, surge con fuerza un fenómeno social extraño que venía apareciendo pero que ahora toma fuerza: personas e instituciones que aparentaban ser opositoras, buscan un acercamiento estratégico al chavo-madurismo o a una tercera opción incomprensible.

Es un acercamiento sin características flagrantes de salto de talanquera. Toman una posición que pareciese reflexiva, a ratos patriótica, pero que suavemente se deslinda de lo que debería ser una oposición hecha y derecha. Antes de mencionar casos concretos, quiero referirme a la posible motivación de este empeño reciente en salir del closet.

Una primera razón podría ser agradecimiento. Desde la raspada de unos cuantos cupos y compras de bonos con Bs, pero denominados en $, pasando por negocios de importación y contraticos con el Estado, más de un opositor de corazón fue siendo cautivado por esa cadenciosa y tropical forma de hacer dinero divirtiéndose o, simplemente, sin hacer mucho esfuerzo. Una seducción difícil de resistir.

Otra razón podría ser preocupación por la inminencia de un escenario en el que un gobierno ya considerado internacionalmente como delincuencial, sea también considerado como tal nacionalmente, lo cual pondría en riesgo los frutos obtenidos de tal árbol, al demostrarse vínculos directos con quienes terminen de alguna manera perseguidos por la justicia. El miedo es libre.

Por último, otra razón podría ser la necesidad de mirar hacia un futuro prometedor. Aunque exista un bajón coyuntural en los precios del petróleo (incluso gracias a ese bajón), es el gobierno actual quien puede garantizarles que se concrete un orden social que los siga beneficiando, a través de imponer la división definitiva de los venezolanos en dos castas: la casta de los enchufados, los que tienen los dólares, los cheveritos; y la casta de los esclavos que reciben bolívares cada vez más devaluados en pago por su trabajo. Sinceración a la cubana.

Así es que bolichicos, como por ejemplo Datanalisis, se delatan cuando en boca de Luis Vicente León se refieren al país lanzando explicaciones que tienen un doble propósito: por un lado, sugerirle medidas correctivas al gobierno para que no pierda las elecciones (cambiar para que todo siga igual); y, por otro lado, narrativas que muestran a la oposición en una situación de incapacidad, incluso a pesar de que encuestas de su propia empresa muestren que se tiene una gran ventaja de cara a las próximas elecciones parlamentarias.

Otro caso es Unión Radio, con sus distintas emisoras, especialmente Exitos y Noticias. Por una parte, la cantidad de clientes a quienes les hacen publicidad en la que nos dicen que vendamos nuestro inmueble; nos asesoremos para migrar inteligentemente; invirtamos en Miami, Costa Rica o San Martin; en fin, que nos acojamos a la célebre amenaza de los revolucionarios cubanos... "te adaptas o te vas." Y, por otra parte, los propios comunicadores abiertamente opositores son quienes se encargan de vocear esas cuñas, sin importarles que minutos antes estén entrevistando a alguien que está alarmado por la preocupante fuga de talentos y el éxodo venezolano en general.

Finalmente, están los medios de comunicación impresos que pasaron a manos de quién sabe exactamente qué grupo de enchufados. El Universal, Últimas Noticias y portales online como Noticias24 y Contrapunto. Todos tienen look & feel tipo clase media, con un tufillo gráfico y a veces también editorial que pareciera opositor, pero normalmente están cargados de la cruel perspectiva de un gobierno integrado por depredadores. Lo peor es que todavía siguen allí periodistas y analistas que contribuyen con su presencia y contenidos a darle algún tipo de prestigio o credibilidad a estos medios cómplices de la peor corrupción que haya habido jamás en Venezuela. De hecho, el dueño de Datanálisis es miembro de la junta directiva de Ultimas Noticias y Union Radio acepta al portal Contrapunto como cliente... incluso hoy, César Miguel Rondón tuvo entre sus entrevistados a una periodista de ese nuevo medio diseñado para estafar a la clase media, como lo ha venido haciendo Noticias24.

Quizás parezca demasiado radical, pero quiero para cerrar este artículo, decir que prefiero dialogar con gente de Vea, el Correo del Orinoco o Aporrea, que sean abierta, honesta y sinceramente chavistas. Buscar puntos de acuerdo con ellos para recuperar el país, para que todos los venezolanos podamos convivir trabajando, progresando, debatiendo, dialogando con respeto y solidaridad como compatriotas que somos. Los depredadores oportunistas de ambos bandos son nuestros verdaderos enemigos comunes: boliburgueses, bolichicos y bolichicos de closet. No nos dejemos engatuzar con llamados a la abstención o a votar por cualquier opción distinta a la tarjeta unitaria de la MUD.

13.7.15

Metaforicidad

Gracias a la intensa actividad de promoción cultural de la librería Lugar Común @LibreriaLC, tuve la oportunidad de disfrutar las conferencias de dos destacados académicos venezolanos, Luis Miguel Isava @lmisava y Lizette Nava, agrupadas bajo el título Reflexiones en torno a la metáfora.


Las densas y claras exposiciones de ambos conferencistas me confirmaron que el tema #Metáfora es muy importante, tanto que no podemos dejarlo solo en manos de escritores y poetas.

Pero, al mismo tiempo, es igualmente un tema difícil de tratar.

Es de esas materias que las tenemos tan íntimamente cercanas a nuestra cotidianidad, que se nos escapan. Por ello se requiere de cierta precaución ya que, como sucede con el ojo... solamente un ojo que esté sano, no se ve a sí mismo... a menos que estemos junto a un especialista que haga algo para que esto ocurra de manera segura. Eso me ocurrió en mi última cita oftalmológica. La doctora me estaba examinando con su linternita y de pronto con un dedo hizo presión en uno de mis globos oculares. En ese instante, exclamé ¡Guao!... estaba viendo un territorio con una hidrografía clarita: riachuelos se juntaban para formar ríos. La doctora me dijo "esas son tus venitas" y volví a exclamar ¡Guao!.

No era la primera vez que me hacía un chequeo oftalmológico pero sí la primera vez en que mis ojos sanos se vieron a sí mismos. Algo similar me ocurrió cuando por sugerencia del profe Aquiles Esté @AQUILEESTE me leí el libro de Lakoff y Johnson Metaphors We Live By (Metáforas de la Vida Cotidiana - Resumen en inglés). Con esa lectura, mi dominio del lenguaje, mi parte -según mucha gente- más auténticamente humana, pudo verse a sí misma, sin extrañarse demasiado, sin traspasar la frontera de la razón, sin dejarme fuera de la sanidad mental y espiritual,

También los conferencistas de ayer nos transportaron del cómodo territorio del lenguaje cotidiano, de la percepción y del análisis no-problematizado, a un sitio en el que podemos darnos cuenta de la complejidad cognitiva del lenguaje, de la interconexión entre creatividad, experimentalidad, tecnología, ciencia, estética y moral, de la aventura que es hablar y pensar y escribir... Es la metaforicidad esquiva pero presente, que podemos descubrir para nuestro crecimiento como seres humanos, para deslastrarnos de divisiones arbitrarias entre arte y ciencia, religión y tecnología, pasado y presente, bueno y malo.

Una buena manera de disfrutar una tarde lluviosa de domingo. Pero eso sí, ni libros, ni conferencias, garantizan a quienes los leamos o escuchemos que vamos a poder crear nuevas metáforas y no simplemente usarlas. Es como si un oftalmólogo pretendiese con su recipe hacernos apreciar estéticamente el mundo que nos rodea... se quedaría corto.

22.6.15

Desigualdad... buona ma non troppo!

Recomiendo sin reserva el documental Inequality for All, del profesor Robert Reich (http://inequalityforall.org/), porque me ha servido para darme cuenta de que puede existir un justo punto medio en cuanto a cómo tratar el tema de la desigualdad.

Los dos grandes modelos de sociedad, desde un punto de vista económico, se diferencian radicalmente a partir de cómo tratar el asunto de la desigualdad. A la derecha, como dirían los de izquierda, no le importa la desigualdad. Y a la izquierda, le importa de manera exagerada la igualdad. Si quisiéramos visualizar cada posición, la derecha escogería algo como una campana gaussiana...

En el eje de las x estaríamos los grupos de ciudadanos, ordenados de acuerdo a la cantidad de ingreso que reciben las personas que pertenecen a cada grupo; siendo el eje de las y la cantidad de personas en cada grupo. Mientras más plana la campana, mayor la desigualdad.

Los de izquierda, por su parte, con sus medidas económicas logran mayor igualdad, pero esa igualdad se parece normalmente a una curva de la distribución tipo Poisson...


La concentración de una mayor cantidad de personas está en el sector del eje de las x correspondiente a menores ingresos. Se logra más igualdad porque muchos se hacen cada vez más pobres.

¿Qué es lo deseable? Lo deseable es que aceptemos las desigualdades como expresión de diversidad y que las desigualdades no sean tan extremas en materia económica. Esto podría visualizarse con una campana de Gauss más concentrada que representaría la fuerte y masiva clase media de los países más prósperos...

(no prestarle atención a las fórmulas por favor)

Obviamente que aspectos macroeconómicos deben haber sido resueltos: inflación de 1 dígito bajo, tasas de interés reales positivas, balanza comercial favorable, disciplina fiscal... Políticamente hablando, lo mejor es tener una cabeza de derecha y un corazón de izquierda. Así vamos moldeando la curva de Gauss hacia una campana que se parezca más a una campana de bronce y no a una gelatina aguada.

Con el documental del profesor Reich queda claro que esa es la mejor orientación que puede dársele a una economía.






26.5.15

En Venezuela el 75% de sus presidentes se fueron del país. ¿Cómo ha sido en Colombia?

No es que las historias palaciegas del hermano país sean un cuento de hadas (se parecen más bien como a Games of Thrones). Pero ha habido una diferencia importante con lo que ha sucedido en Venezuela. En el artículo anterior presentamos la cifra producto de una rápida wikinvestigación: que 75% de los presidentes de Venezuela se fueron, por distintas razones, al dejar el cargo.

Eso lo asociamos a la tranquilidad con la que periodistas y locutores como César Miguel Rondón, Gladys Rodríguez, Nelson Bocaranda y Román Lozinsky, entre otros, aceptan hacerle publicidad a empresas especializadas en apoyar inversiones fuera del país para que la escasa clase media alta que hay, se vaya. Lo paradójico es que estos influenciadores lo hacen como parte de programas de entrevistas en las que uno de los temas es la migración y fuga de talentos que ha venido experimentándose en Venezuela, considerada como algo terrible por ellos mismos. Decíamos en el artículo, que lo normal en un país es que migre la gente "menos importante" y que algo que podría servir para entender esa paradoja es que existan precedentes históricos en los que gente "muy importante" de Venezuela se largaba del país. Es por ello que utilizamos los casos de los presidentes, como lista SUPER-VIP de cualquier país.

También prometimos que buscaríamos cifras de otro país para poder comparar. Seleccionamos a Colombia por ser un país vecino, muy parecido a Venezuela en muchos aspectos, aunque muy diferente en otros. Una de las diferencias es justamente lo que ha sucedido con la lista de sus presidentes.

La gran mayoría de los presidentes colombianos se ha quedado en su país hasta el día en el que mueren. Llama la atención que algunos continuaban en la política, mientras que otros se dedicaban a sus profesiones o negocios. Del total de 79 presidentes (correspondientes a las distintas formas que fue tomando el Estado colombiano hasta estabilizarse como República), sólo 14, es decir un 18%, se iba del país al terminar su mandato. Tal como lo calculamos para Venezuela, si sólo consideramos a aquellos presidentes elegidos directa o indirectamente (dejando fuera a quienes fueron designados o autodesignados), la cifra apenas baja a 17% porque entre los eliminados estan cuatro que se habían ido de Colombia. Probablemente esa cifra entre 10% y 20% de presidentes que se mudan (o los obligan a mudarse) debe corresponder a lo que sucede en muchos otros países en los cuales sus élites se sienten parte de su país y no les atrae irse a vivir a otra parte. Eso es lo opuesto a lo que ha ocurrido en Venezuela.

Habría que investigar si en una radio colombiana similar a Exitos 99,9, hay igualmente tanta publicidad relacionada con irse del país, mientras que absurdamente se hagan debates sobre lo terrible que es la fuga de talentos y la migración. Esa sería otra investigación pendiente.

En todo caso, cada quien decide dónde quiere vivir. No critico a nadie que decida cambiarse de país. Si lo hiciera, estaría criticando a mis propios abuelos que vinieron de Italia hace casi un siglo. Lo que sí critico es la incongruencia radiotransmitida a escala nacional.

El pésimo gobierno que tenemos lanza sistemáticamente tantos mensajes contradictorios y orwellianos, tipo doble vínculo, que no se necesitan más y mucho menos que personas claramente identificadas con la alternativa democrática, sean quienes lo hagan.

19.5.15

¿Qué pensarías de un país en el que sus presidentes se van a vivir a otros países?

Sin pretensiones de hacer historiografìa, quise someter a prueba una hipótesis que me formulé como explicación a la gran cantidad de comerciales que se pueden escuchar en radio y que proclaman tranquilazos algo como: "lo ayudamos a irse de Venezuela para que se radique invirtiendo en otro paìs." La hipótesis era la siguiente: En Venezuela se considera normal irse a vivir a otro país y se considera normal porque gente muy importante lo ha hecho (a diferencia de países en los que la gente menos importante es quien normalmente lo hace).

Uno de los problemas metodológicos era precisar por qué afirmo en la hipótesis que irse se considera normal. Lo afirmo porque ocurren muy pocas reacciones ante los comerciales antes mencionados: nadie se escandaliza (soy uno de los pocos), comenzando por los locutores y periodistas que aceptan esas pautas de publicidad sin que aparentemente se les ague el ojo. Excusas como "la gente es libre para decidir irse", "no estoy publicitando nada que se considere al margen de la ley", "si no lo hago yo, la publicidad se la contratarán a alguien más", etc., podrían estar entre las posibles reacciones. El asunto es que muchos de estos periodistas y locutores, siendo de oposición, pueden al mismo tiempo entrevistar a analistas que opinan en su mismos programas sobre la "fuga de talentos" o la "fuga de capitales" y no parecen percatarse de la incongruencia en la que estàn envueltos, envolviéndonos de paso a quienes escuchamos sus programas. Renny Ottolina, luego de su decisión de dejar el cigarrillo, no aceptó más pautas de publicidad de cigarrillos. Eso es congruencia.

El segundo problema metodológico era determinar el significado de "personas importantes". Sin adentrarme en análisis detallados sobre quién podría considerarse más importante que los demás, opté por un camino más directo: los presidentes son considerados, indiscutiblemente, personas muy importantes en sus respectivos países. Son los VIP por excelencia. Si es así, tenía entonces que investigar sobre si, luego de ser presidentes de Venezuela, permanecían acá en el país o se residenciaban en el extranjero. Aquí, Wikipedia me ayudó con la data que necesitaba para probar mi hipótesis.

Encontré que se considera que han habido 48 presidentes durante 204 años de historia republicana, siendo el Dr. Maduro el más reciente. Si dividimos esos años entre el número de presidentes, resulta un muy decente 4,25 años por presidente. Pero no te emociones. Han habido presidentes que han durado unas horas, o unos meses, mientras que otros se han engolosinado en el poder por décadas o por dos o más períodos discontinuos.

También hay muchos que han llegado a la presidencia por la fuerza, muchos por elecciones indirectas y pocos por voto universal. En todo caso, ese no es el análisis que queremos abordar. Lo que nos ocupa es si esos 48 venezolanos importantísimos se quedaban acá o se marchaban luego de haber llegado a ser presidentes.

Si no consideramos las razones para residenciarse fuera del país, algunos fueron expulsados, otros se marchaban voluntariamente porque querían trabajar como diplomáticos, curarse alguna enfermedad o, simplemente, para descansar; de los 48, el 56,75% se fue. Hagamos la distinción entre presidentes más VIP, porque fueron electos directa o indirectamente, y presidentes menos VIP porque fueron designados o llegaron al poder autodesignándose: quedan entonces 36. Siendo menor el numerador, el porcentaje de presidentes más VIP "idos" sube al 75%.

Para completar este sencillo y pedestre análisis que espero mis amigos historiadores me perdonen, creo que debo tomar un "grupo de control" para hacer una comparación. Me luce Colombia, como país vecino y hermano, como una buena selección. Pero esta comparación te la debo para un próximo artículo.

Para concluír, no creo que en Francia, Italia, Alemania, Inglaterra o Estados Unidos... o hasta en Chile, Mexico o Brasil, exista un porcentaje tan alto de presidentes que no permanecen residenciados en sus propios países después de sus mandatos. Las consecuencias para Venezuela pueden llegar a ser muy variadas, una obvia es que cada presidente razonaría; "si no voy a quedarme en el país, para qué me preocupo si a largo plazo funcionan bien o no los diferentes servicios públicos". Los locutores y periodistas de radio tendrìan además esta perfecta excusa: "si los presidentes de van de aquí... ¿nos van a obligar a quedarnos cuando podemos irnos pa'l caráj?"

25.4.15

Legitimación inconsciente a través de un parentesco fraudulento

No se trata de un caso particular, sino de un fenómeno colectivo. Buena parte del storytelling chavo-madurista se basa en el uso indiscriminado de categorías de parentesco que, si bien su uso ha sido mas o menos tradicional en Venezuela, lo novedoso es que han hecho de todo para que la gente se lo crea literalmente. Es tan grave el asunto que quizás eso explique lo masiva e impune que se ha vuelto la corrupción en Venezuela.

El origen se remonta a los venezolanos "verdaderos", los aborígenes que poblaron estas tierras. Ellos fueron invadidos, expoliados y expropiados (aunque aparentemente no utilizaban nada parecido al concepto de propiedad), por europeos llegados con Colón y subsiguientes. Probablemente porque no existe continuidad de un linaje claro e identificable por ese lado aborigen, la etiqueta de "verdaderos" venezolanos pasa a ser paradójicamente adherida a héroes independentistas descendientes de europeos, con Simón Bolívar a la cabeza.

Este venezolano pasa entonces a ser considerado el "padre de la patria" y por extensión una especie de padre para todo aquel que pertenezca a la venezolanidad. Eso se creía, hasta que una especie de héroe fabricado a fuerza de costosísimas campañas financiadas con abundantes ingresos petroleros (pertenecientes a todos los venezolanos), se erige como "el hijo" (el único hijo que Bolívar nunca realmente tuvo). Esa metáfora que hasta finales del Siglo XX se utilizaba para referirse ocasionalmente al Libertador, es convertida, por los vivarachos que gobiernan al país desde principios del Siglo XXI, en una relación de parentesco en el sentido literal.

El "padre" era entonces el "dueño" de Venezuela y, por lo tanto, su "hijo" la heredó. Como pasó a ser propiedad del "hijo", este entonces podía hacer lo que mejor le pareciera con ella (por ejemplo, haciéndole regalos a Fidel Castro), sin rendirle cuentas a nadie. Así el chavismo se fue convirtiendo en la operación de privatización fraudulenta mas espectacular que haya ocurrido en toda la historia del planeta, con excepción quizás de los despojos, o tomas de botín, que realizaban ejércitos vencedores en los territorios de adversarios derrotados.

Al morir ese único hijo de Bolívar, quien lo sucede debe, automáticamente, considerarse el nieto del padre de la patria. Este nieto a su vez considera que tiene hermanos con quienes comparte la herencia. Es curioso que el uso del termino "hermanito" se hace cada vez mas común en el habla popular y parece justificar, con ese diminutivo, las migajas que han permeado hacia vastos sectores que continúan siendo esencialmente pobres (aunque aparentemente orgullosos de su supuesto linaje heroico como "bolivarianos").

Actualmente en Brasil y en Guatemala hay fuertes protestas anticorrupción, por casos que resultan pálidos al compararlos con la danza multimillonaria en dolares que bailan cotidianamente los corruptos venezolanos. Acá pareciera que las fortunas malhabidas no son producto de actos delincuenciales, sino el resultado de aplicar el celebre dicho "lo que se hereda, no se hurta." La corrupción ha sido naturalizada de tal manera, que cada socialista destacado pretende convertirse en un legitimo "hijito de papa" Estado.

Esa es la "familia" chavo-madurista. Ricachones dueños de una cuantiosa herencia, que juegan a organizar fiestas electorales, a las que invitan a participar pero sin ganar... porque así perderían sus privilegios heredados. ¡Tremendo fraude! pero este año, con las parlamentarias, podemos comenzar a cambiar ese insólito engaño.

6.4.15

Si no es terrorismo ¿Qué es?

Finaliza Semana Santa, una época para vacacionar o para reflexionar pero no para dispararle a nadie y mucho menos si se cumpliera con la explícita suspensión de porte de armas que se anunció para estas fechas. Hace un rato escuchamos unas detonaciones tan fuertes que parecían armas de guerra. Fueron muchas, demasiadas, para el terror que sólo una de ellas es capaz de producir.

Luego, gritos de personas. '¡Los mataron!' fue una de las frases más repetidas. Nosotros en el apartamento muy asustados nos buscamos para estar cerca, para abrazarnos, como si fuésemos una pequeña manada ante un ataque inesperado de depredadores. Lágrimas por terror a esa violencia que ya no se nos acerca por Internet o por ningún otro medio, sino que se hace sentir allá afuera, sin que nadie nos lo cuente.

Llamé al vigilante del edificio y me relató: que se lanzó al piso cuando escuchó tantos disparos y tan potentes; que intentaron asaltar unas personas que iban en una camioneta; y que hay un señor tirado en la acera.

Mi esposa nos distribuye una cucharada de Pasiflorum a cada uno de nosotros. Le digo que voy a bajar hasta la caseta de vigilancia para ofrecerle también una cucharada al vigilante. 'Ten cuidado' me dice.

Bajo a PB y no soy el único vecino conmocionado que no pudo quedarse, a pesar de ser casi medianoche, en su apartamento. Los vecinos observamos el desastre a distancia, sin saber qué decirnos. Le pregunto al vigilante si quiere calmante natural. Asiente, le digo que busque una cuchara, la trae y se la lleno.

Al regresar a la casa me dí cuenta que escribir un tuit era insuficiente.

No me importa si lo llaman ajustes de cuentas, o conflictos entre bandas, o resistencia al robo. Nada de eso justifica la inacción del Estado venezolano. Tampoco tienen sentido las pocas acciones que realizan, como las "alcabalas urbanas" en las que nos hacen bajar la velocidad y se dedican a pedir papeles a gente que estudia o trabaja. Ni siquiera en las cárceles, donde los tienen presos, logran desarmarlos ni impiden que se desate la violencia. ¿Qué puede esperarse cuando los delincuentes andan, tranquilazos y armados, circulando por donde quieren?

¿Qué sentido tiene que el Estado promueva la aparición de 'patriotas cooperantes´ para perseguir a opositores, como si esa fuese la verdadera delincuencia?. Venezuela no está chévere, más allá de que proclamen a los cuatro vientos de que lo es. Los altos niveles de violencia delincuencial son una forma de terrorismo que afecta a todos, seamos o no opositores, y sin duda afecta también al turismo nacional e internacional que con esas mentirosas campañas se busca promover.

3.3.15

Social Physics

Una de las características del siglo XXI es la posibilidad de acceder a la llamada BIG DATA: datos sobre actividades humanas capturadas a través de sensores (especialmente sensores incorporados en smartphones), que captan dónde, cuándo y con quién hacemos lo que hacemos. Esas "toneladas" de datos pueden ser procesadas y obtener modelos que pueden revelar la lógica social detrás de los comportamientos colectivos, así como la eficacia de las intervenciones de políticas públicas dirigidas a modificar dichos comportamientos. Obviamente, en sociedades democráticas en las que se respeta el Estado de Derecho, dicha data se debe capturar con consentimiento de cada ciudadano.

El párrafo anterior es un apretado resumen de lo que Alex Pentland, profesor e investigador de MIT, plantea en su reciente libro "Social Physics: How good ideas spread - The lessons from a new science."

Pentland insiste a lo largo de su libro en la importancia de hacer crecer el flujo o intercambio de ideas en las distintas redes sociales (sean digitales o no), a las que inevitablemente pertenecemos. Sin embargo, me llamó la atención que define idea como "estrategia utilizada en un comportamiento instrumental." También afirma que las mejores ideas se convierten en "hábitos de acción."

Quizás sea esta mención de hábitos lo que conecta con la acepción original de la palabra IDEA en griego antiguo, que significa FORMA o PATRÓN. Un patrón es una regularidad que emerge de una determinada estructura y, como tal, podría ser parte de un hábito, de algo recurrente. Lo social es entonces parte de la naturaleza, con sus hábitos y regularidades... de allí que pueda entonces hablarse de una "Física Social."

Una consecuencia de esta aproximación a lo social es que se multiplique la experimentación. Los humanos pasaremos a ser invitados permanentes de los típicos programas de ANIMAL PLANET. Somos, cada vez más, observados y además nos observan observándonos.

Ideas platónicamente concebidas pierden importancia. El foco se traslada a conductas observadas. No será relevante la intención que proclamemos antes de cada acción que emprendamos, sólo contará nuestra conducta y sus consecuencias.

La tecnología nos arrastra hacia el pragmatismo más radical.

18.2.15

¿Una sociedad adicta?

Adicción, en términos amplios, se refiere a conductas compulsivas que convierten algo que nos gusta en un hábito que nos hará mucho daño. La imagen más típica es la relacionada con consumo de drogas, alcohol o cigarrillos. Sin embargo, la adicción puede presentarse en muchas personas, en distintos aspectos de sus vidas.

¿Podría ocurrir que toda una sociedad se vuelva adicta a algo? No existe mucha literatura al respecto o, en todo caso, existen referencias a grandes cantidades de individuos experimentando simultáneamente conductas típicas de adictos. Por ejemplo, en la región india de Gadchiroli se presentó en los 80s, entre los hombres, un episodio de adicción colectiva al alcohol. Era tan masivo el fenómeno que llegó a impactar negativamente las oportunidades de desarrollo económico, convirtiéndose en el principal obstáculo para superar la pobreza (Taylor, D., Taylor, C. 'Just and Lasting Change: When Communities Own Their Futures').

Quizás en Venezuela estamos ante un caso de adicción social, colectiva, de toda la sociedad. Pero, ¿a qué estamos adictos? No creo que sea a una sola cosa. Creo que estamos adictos a la gasolina regalada; a subsidios de distintos bienes o servicios como harina, azúcar, electricidad, etc.; a la impunidad especialmente en materia de seguridad vial; a la violencia y al pillaje...

¿Cuál es la fuente de poder de los carteles de la droga? Nadie cree que su poder venga de su propia adicción al poder. ¡Por supuesto que les gusta ser poderosos! Pero esa aparente adicción al poder, no es lo que les proporciona poder. Su vasto poder financiero, paramilitar y hasta político viene de los adictos que consumen lo que estas organizaciones delictivas ofrecen.

Sin embargo, a la hora de diagnosticar políticamente el desastre que sucede en Venezuela la explicación que más se repite es que al régimen sólo le interesa mantenerse en el poder. Esto implicaría que su poder provendría de su propia adicción al poder y eso me luce desacertado. La hipótesis que me permito lanzar es que el poder del actual régimen proviene, al igual que el de los carteles, de una sociedad adicta (a las distintas 'drogas' arriba mencionadas), la cual consume lo que el régimen le ofrece.

Con la caída de precios petroleros, el suministro de 'drogas' por parte del régimen va a reducirse. Las protestas pueden corresponder al llamado síndrome de abstinencia: el adicto se retuerce por faltarle el placer que le brinda la droga y se torna violento. Si resiste, si tiene el acompañamiento apropiado y si se compromete a rehabilitarse, el adicto recuperará su estatus de persona sana. No es un proceso fácil.

El suministro de placer artificial que producen subsidios e impunidad, financiado por altos precios petroleros, colocó a la sociedad venezolana al borde del colapso. Tal desorden nos impidió aprovechar el potencial de seguir desarrollando el país y nos enfermó socialmente, mientras los traficantes de subsidios se enriquecían y se hacían cada vez más poderosos. La sociedad venezolana es hoy un paciente en estado crítico que no puede seguir en manos de quienes han contribuido a enfermarlo y, para colmo, beneficiándose.

Por ello, Venezuela necesita urgentemente un nuevo gobierno. Este deberá estar integrado por quienes propicien la recuperación de la salud social, con un modelo socio-económico distinto, basado en sanos valores democráticos y liberales. La integridad del país depende de ello.

12.2.15

Lucha contra razonar linealmente

Ante la compleja situación venezolana, es inevitable participar en conversaciones o debates, sean estos en la calle, en nuestra casa o en reuniones especialmente convocadas para ello. La gran pregunta es la misma que Lenin se hacía hace un siglo: "¿Qué Hacer?". La pregunta está bien, lo que creo que falla es la manera como intentamos darle respuesta.

Lo más común a la hora de producir respuestas es darle uso a nuestro aparato de razonar, nuestra mente. Una de las maneras como la educación tradicional influye en la fabricación de ese aparato, es colocándole un "software" que nos conduce por default a pensar linealmente. Pensar linealmente afecta de muchas maneras nuestra forma de razonar, pero una de las principales es que nos lleva a hacer sólo cierto tipo de asociaciones: por similaridad, por oposición o por contiguidad (cercanía) en el tiempo y/o el espacio (o sea en el espacio-tiempo, pues).

Por ejemplo, ante la descarada conducta delincuencial del actual gobierno, se propone actuar de la misma manera; es decir, tenemos que ser tan malandros como ellos. Esto es razonar la respuesta por similaridad, o como ocurre en medicina alternativa, a la enfermedad atacarla con más enfermedad, homeopáticamente. Otro ejemplo: ante la indiferencia de muchos se proponen campañas para generar empatía; o ante la polarización, se propone reconciliación. Este es un enfoque más relacionado con la medicina alopática, pues ante la emergencia de un síntoma se busca suprimirlo y así recobrar el equilibrio perdido. Finalmente, por contiguidad se agrupan las respuestas reactivas: si el gobierno dijo "A", entonces hay que salir a decir "No A"; a cada iniciativa, una reacción... y por ese camino terminamos cansados y sin iniciativas propias. La metáfora subyacente sería entonces que vemos la política como una enfermedad y nos proponemos buscar una cura. ¿Qué tal si concebimos la política de otra manera?

Pero esto no es lo peor. El pensamiento lineal nos encasilla y nos hace predecibles. Ante la expectativa de provocar un gran impacto con lo que hagamos, pensamos que debemos emprender cambios tan grandes como el impacto a lograr. Si, por el contrario, alguien propone un cambio pequeño, inmediatamente lo descalificamos porque suponemos que su impacto será igualmente pequeño. Escogemos entonces provocar grandes cambios y si el impacto que producen es pequeño, nos sentiremos frustrados. Así, por seguir pensando linealmente, repetimos nuestras frustraciones y olvidamos que es posible que pequeños cambios pueden en efecto sorprendernos al producir grandes impactos (ver gráfico).

Cambios en nosotros mismos los consideramos usualmente como "pequeños" y los despreciamos o posponemos hasta que la mayoría cambie. Fantaseamos con que eso podríamos lograrlo a través de los contenidos en los medios de comunicación social (TV, radio, prensa) y en los medios sociales de comunicación (redes sociales). Pero el reto está en pensar no linealmente para concebir cambios tanto pequeños como grandes; y eso implica incorporar otro "software".

¿Dónde se consigue ese software? Se consigue en la poesía, el arte, la literatura, la meditación, la contemplación de la naturaleza, la música, el movimiento corporal, la escucha, el diálogo, el uso de metáforas, el rechazo a marcos de referencia impuestos por el poder (frames), el rechazo a dogmatismos. Se consigue dándonos cuenta de qué funciona y qué no funciona.

2.2.15

Recursividad y no-recursividad en distintas áreas

Una clasificación poco ortodoxa de los estudios en comparación con la tradicional de Ciencias y Humanidades, es la que se podría derivar de distinguir entre disciplinas recursivas y no-recursivas. Las recursivas serían aquellas cuyos métodos pueden aplicarse a sí mismas. Por ejemplo, la historia de la Historia sería el estudio historiográfico de esa disciplina, su origen, sus épocas, los factores que explican una evolución (si es que ha ocurrido) en ese campo de estudio. Mientras que las no-recursivas serían aquellas en las que no hace mucho sentido aplicar sus métodos a sí mismas o en todo caso, de hacerse, sólo podría ocurrir en un plano metafórico. Por ejemplo, pensar en una medicina de la Medicina sería simplemente un ejercicio imaginativo, no exento de producir algún resultado interesante, pero no resulta estrictamente recursivo.

¿La clasificación podría alinearse con la de Ciencias y Humanidades? Aparece la Historia (Humanidades) como recursiva, mientras que Medicina (Ciencias) aparece no-recursiva. ¿Cuáles otras recursivas y no-recursivas tenemos? ¿Matemáticas de las Matemáticas? No la visualizo. ¿Física de la Física? Tampoco. ¿Química de la Química? Tampoco. Pero si podríamos hablar de una ciencia de la Ciencia, o más estrictamente, de una epistemología de la Epistemología. También de un diseño del Diseño, de una comunicación de la Comunicación y de una computación de la Computación, pero no de un lenguaje del Lenguaje. Tampoco de un arte del Arte, o de una música de la Música.

Quizás sí de una pintura de la Pintura, una fotografía de la Fotografía y una administración de la Administración. Pero no de una ingeniería de la Ingeniería, ni de una biología de la Biología.

¿Qué se esconde detrás de esta capacidad de "recursear" dentro de una determinada disciplina?

Hay una forma de recursividad que son los "contadores" usados en Computación como el de y = y+1, en los que lo definido está en la definición. Es una recursividad operativa. También en Matemáticas están los fractales o formas visuales en las que un patrón gráfico se va repitiendo a otra escala en partes de ese mismo patrón. Esa es una recursividad constitutiva o estructural. Y en el lenguaje están las tautologías o definiciones autoreferenciales en las que ocurre una aparente recursión, pero sin producir ningún avance real.

La recursión como fenómeno no parece ser en sí misma recursiva, tal como no existe el tiempo del tiempo o el espacio del espacio. La palabra Palabra sí lo es.

Al final nos tenemos a nosotros mismos estudiándonos recursivamente, como parte de esa misión universal de ejercer el darnos cuenta y dándonos cuenta de que nos damos cuenta.

18.1.15

¿Leer las estrellas?

Los astrónomos tienen un oficio muy parecido al de ratones de biblioteca: leer. Ayudados por variados instrumentos se dedican a descifrar lo que la energía escribe sobre la materia. Cuando observan un planeta ubicado a 450 años-luz de la Tierra, están leyendo algo que se "escribió" hace un buen tiempo, igual que cuando un estudiante lee El Rey Lear, escrito por W. Shakespeare hace muchísimo menos tiempo, si hacemos la comparación.

No Shakespeare, pero sí otros autores se encuentran ahora escribiendo nuevas obras dramáticas o cualquier otro tipo de obras. Esas páginas no llegan todavía a la biblioteca, ni nadie puede mirar desde atrás del escritor a la pantalla que recibe el texto siendo creado. Así está ocurriendo simultáneamente ahora en el sistema solar del planeta mencionado: la energía continúa escribiendo y enviando lo escrito, pero ningún astrónomo tendrá acceso a ello hasta que sea registrado por algún instrumento dentro de cuatro siglos y medio.

Poco pueden decirnos los astrónomos de lo que esté ocurriendo en tiempo real fuera de nuestro vecindario cósmico. Son relatores de una arqueología de la materia y sus interacciones. Sólo pueden contarnos cosas del pasado, en el presente.

Este oficio tradicionalmente lo asociamos a través de la ciencia ficción, muy especialmente, al futuro; y es paradójico que tenga tanta carga de pasado. Ejercicios proyectivos, de anticipación, pierden sentido a medida que se refieran a eventos que ocurrirían más y más lejos de donde nos encontramos. Incluso resulta muy difícil lograr plasmar una simultaneidad con eventos relativamente muy cercanos a nosotros.

J. L. Borges era un ratón de biblioteca. Fue un arqueólogo de la literatura que sin pretensiones utilitaristas, como tampoco las tienen los serios arqueólogos de las civilizaciones, relata un pasado en el presente, para brindarnos riquezas insospechadas a sus lectores. De él hemos recibido recursos para comprender o, sencillamente, para quedar perplejos ante la aventura humana.

¿Tienen los astrónomos una misión similar? ¿Son los arqueólogos del cosmos los que nos brindarán también oportunidades para conocernos mejor, cuando nos haga falta? ¿No será que todos de alguna manera terminamos leyendo a quienes escriben lo que han descifrado de lo que han leído, escrito por alguien más, o por alguna otredad?