Blog personal en el que...

Escribo sobre temas que me interesan, me afectan, me gustan, me intrigan: algo bastante sobre política, pero también hay de urbanismo, diseño y temas diversos.

11.11.08

Oportunidades II

Hace dos semanas hice referencia a Carlota Pérez queriendo verle la mitad llena al vaso de agua de la actual crisis financiera mundial. A dos días de publicar mi artículo, por arte de magia (Carlota está hace años residenciada en Inglaterra), me invitaron a asistir a una conferencia que ella misma daría el 10 de Noviembre aquí mismo en Caracas, en la sede de Fedecámaras. En efecto, acabo de regresar de su charla magistral y no puedo menos que re-visitar el tema...

A grandes rasgos, Carlota planteó hoy que nos encontramos en un punto de inflexión: nos encontramos en unos años en los que termina la etapa inicial de una gran era tecnológica dominada por la electrónica, el microchip y las telecomunicaciones... y comienza su despliegue o consolidación que durará 20 o 30 años. Esa segunda etapa podrá ser muy beneficiosa para muchos en el planeta, siempre que durante esta transición se realicen los cambios necesarios.

Cada gran era, en su punto de inflexión (ocurrió en las diferentes eras o ciclos con la máquina de vapor, la electricidad, el petróleo, etc.), genera burbujas financieras que explotan y marcan así el final de la instalación de esa era y el comienzo de su etapa de consolidación que luego declinará ante el emerger de la siguiente era. El caso es que según Carlota nos encontramos justo en ese quiebre y, como lo muestra la Historia, es el momento de realizar importantes cambios institucionales. El protagonismo pasará entonces del mundo financiero y el de los innovadores, al mundo de la producción y el despliegue universal de las tecnologías dominantes en este ciclo.

Carlota plantea que son necesarios muchos cambios, pero muy especialmente en el manejo de lo financiero, lo ambiental y lo energético con un importante contenido global, porque no tendrá sentido una búsqueda de soluciones aisladas para cada país. Los mecanismos regulatorios y de control deberán tener una escala mayor que la de país, pero a la vez conectados con realidades productivas regionales y locales. Carlota visualiza que a los niveles nacionales (los Estados-Nación en sí mismos) les corresponderá un rol de facilitadores o brokers que sirvan de mecanismos de coordinación entre las nuevas realidades globales y una realidad productiva que inevitablemente será local o, en todo caso, regional.

A pesar de que vaticina para los próximos años una inevitable depresión que servirá de justificación a los cambios que se requieren, Carlota no pudo ocultar su emoción ante la posibilidad de vivir tantos cambios porvenir y a tan variadas escalas. Me pareció entender que estamos ante un mundo que se le presenta una oportunidad de cambiar profundamente y para bien.

El tema es complejo. El tráfico de Caracas si llueve (o no) parecía, antes de comenzar esta impecable conferencia, un indicador más de que no podemos no cambiar de manera profunda. Es el momento de replantearnos nuestras ciudades, nuestras empresas, nuestras instituciones, etc.

Pero la orientación de los cambios parece ir más alla del dilema tradicional de regular vs desregular. Las típicas dicotomías (estado vs mercado, publico vs privado, social vs individual, etc.) comienzan a ser insuficientes y hasta poco útiles a la hora de encontrar soluciones ante la actual crisis. Lo bueno es que Carlota confía en que encontraremos una solución.

Ella dice que esto ya ha ocurrido en ciclos anteriores... se crean soluciones. ¿Por qué no vamos a crearlas también para este ciclo actual?

3.11.08

La Metáfora de la Virgen Negra

La película ganadora este año del Premio del Público en el Festival de Cine de Mérida, La Virgen Negra, relata un cuento fantástico en el que todo un pueblo vive colectivamente la ilusión de poder lograr cualquier cosa que se le pida a una virgen nueva que una santera manda a colocar en la iglesia. Hasta el cura termina creyendo en los poderes de la recién encumbrada. Pero el jonrón de un estudiante los hace pisar tierra otra vez.

En una estructura social dada, irrumpe un nuevo elemento simbólico que facilita cambios, algunos buenos, otros cargados de arbitrariedad. El cambio mas importante era la súbita confianza de todo un pueblo en poder cambiar. Lo malo era que los cambios dependían de algo externo, en este caso, de los ruegos a un ídolo.

Dos eventos fortuitos terminan destruyendo la confianza y la ilusión. Un batazo de un estudiante-niño resquebraja la imagen de la virgen y una invasión de saqueadores siembra el terror justo después de que la virgen se destruye. Afortunadamente, el pueblo se había preparado para actuar y muchos logran sobrevivir. Pero la santera que se había retirado previendo que la vida del pueblo, si bien mejoraría, luego iría inevitablemente a empeorar,  reaparece en la escena final, indicándonos al público que el problema cultural de fondo sigue para rato.

El propio joven director de la película, Ignacio Castillo Cottin, afirmó en una entrevista que para él su película era una metáfora de Venezuela, su país, con todo lo bueno y lo malo. Habiendo escuchado este comentario y visto la película, no puedo dejar de pensar en lo que está ocurriendo: El personalismo dadivoso que ilusionó a tanta gente durante tantos años; la irrupción del movimiento estudiantil que el 2D terminó dándole un pelotazo en la cara a la revolución; el saqueo de las laptops, los maletines, etc.; y el regreso de tanto personaje que, habiendo ayudado en el pasado a colocar a “la virgen negra”, resulta que ahora reaparecen por motivo de la elecciones regionales...

Pero esas conexiones metafóricas no le restan nada a las formidables actuaciones del elenco nacional e internacional, de todas las posibles edades, para hacernos pasar un rato muy agradable. La actuación y los sutiles efectos especiales de esta película proporcionan el toque poético que, gracias a la virgen, comenzará a colocar al cine venezolano en una dimensión más universal sin que por ello nos apartemos de nuestras realidades como pueblo.

Hay detalles mejorables del guión y de la direccion de arte pero, en términos generales, vale la pena ver esta obra de un director que seguramente nos continuará brindando experiencias que combinan lo estético y lo reflexivo. No sólo por lo joven que es, sino por la magia que quizás Buñuel decidió compartir con él desde el cielo cinematográfico en el que vive rodeado de vírgenes de todos los colores y sabores, ángeles exterminadores, novicias ricas que retardan su juramento, tipos religiosamente ateos, etc. Lástima que ningún perro andaluz, o criollo, o algún otro animal no se cruzara por ningún rincón de la pantalla. Bueno, en fin, cosas mejorables sobre todo si se lo pedimos a “La Virgen Negra”.

28.10.08

Oportunidades

Hace años tuve la oportunidad de escuchar y leer los planteamientos de Carlota Pérez sobre los ciclos que cambios tecnológicos traen sobre la economía mundial. Basada en los trabajos de Kondratieff, Carlota ejemplificaba cómo aproximadamente cada 40 o  60 años se formaban olas de crecimiento y auge que luego llegaban a una típica “ruptura de burbuja financiera” que hacía terminar cada ciclo mientras se daba inicio al siguiente. La actual crisis financiera de la burbuja hipotecaria... ¿Será el final de un ciclo? ¿Qué características tiene el que estaría comenzando? ¿Conviene mirar lo que ocurre actualmente con un cristal que nos permita identificar nuevas oportunidades para Venezuela como país y para cada uno de nosotros como personas?

Una posible explicación no financiera de la actual crisis hipotecaria es la constelización de nuevos valores que afectan la formación social de las familias y sus rutinas de vida. Hay una célebre tesis marxista expuesta por Engels, según la cual a cada “modo de producción” le correspondería un tipo de estructura familiar. Así al modo de producción rural o medieval le correspondía la familia extendida, mientras que a medida en que se fueron consolidando oleadas de producción semi-industrial e industrial en ciudades, la estructura familiar que se impuso fue la nuclear: papá, mamá e hijos.

Pero ¿Qué está ocurriendo en estos inicios del siglo XXI? En muchos países post-industriales se llevan décadas de oleadas de producción de servicios, sobre todo de servicios basados en conocimientos y cultura, que dejan atrás la típica organización de la producción industrial. Fábricas enteras que todavía realizan manufacturas poco robotizadas se reubican fuera de sus países de origen, localizándose en Asia, México, Europa del Este, etc., dejando a USA, Europa y Japón como las grandes potencias de los servicios o también llamadas sociedades del conocimiento.

Tanto Holywood, Rock, Moda, Universidades y Bancos tienen consecuencias sobre la estructura familiar. ¿Qué implican las mascotas en relación a la cotidianidad familiar de personas solitarias? ¿Cuál es la relación entre legalidad del aborto y tamaño familiar? ¿Hasta qué punto las parejas gays pueden llegar a constituirse como familias nucleares? Existen actualmente “formaciones familiares” que podrían estar cuestionando seriamente el modelo de suburbios con casas en las que se supone que habitarían familias nucleares...
A los cambios de estructura familiar agréguele el impacto de Internet y la globalización de las comunicaciones... Ya casi no conversamos con vecinos, sino que preferimos chatear con gente regada por todo el planeta. ¿Estaremos volviendo a una especie de familia extendida pero virtual?

El asunto es complejo por la variedad y profundidad de los cambios. Seguramente Carlota debe comprender más claramente lo que está ocurriendo. Pero conociendo que en ciclos anteriores se han creado grandes oportunidades para sociedades e individuos que los han sabido “leer”, la actual crisis no tiene por qué ser una excepción.

22.10.08

Fórmate y Lucha

Pocos años después de la creación de la Universidad Simón Bolívar emergió el Movimiento Fórmate y Lucha (MFL), movimiento estudiantil que se planteó combinar armoniosamente dos tipos de responsabilidades: la de estudiar para ser excelentes profesionales y la de hacer conciencia política para luchar por cambios en este país. Este enfoque dejó huella en quienes fuimos (y somos, porque el MFL está como en una fase latente) parte de él. Próximamente organizaremos un gran encuentro (o Pleno, como le llamábamos) para compartir sobre tan nutritiva y agradable experiencia.

Uno de nuestros máximos líderes estudiantiles en los 70s, William Nazaret (el Negro), nos propuso recientemente a muchos del MFL que organicemos un re-encuentro de todos los que fuimos militantes o simpatizantes del movimiento. Cuando el programa y sus detalles estén listos, se los haremos saber a los interesados. Pero, mientras tanto, quiero dedicarle unas palabras al MFL y lo que ha significado para mí.
Solamente estudiar y rumbear era lo esperado que hiciéramos todos los estudiantes de una Universidad que se había posicionado al inicio de la década de los ‘70 como la antítesis de la UCV. El cierre de esta última durante el primer gobierno de Caldera, impulsó la creación de lo que venía gestándose en los ‘60s como una especie de M.I.T. venezolano: una universidad con carreras científicas e ingenierías, pero con un toque humanístico que su fundador y primer Rector, Ernesto Mayz Vallenilla, llamó los Estudios Generales.

Sin embargo, ese cálculo falló. Un importante grupo de estudiantes no se conformaba con realizar esas dos actividades (estudiar y rumbear). Ese grupo se planteo fundar la representación estudiantil a los órganos decisorios de la Universidad y, al calor de diversos acontecimientos, pasó a apoyar dicha labor gremial con trabajo político.

El MFL nace coincidiendo con los primeros años del Movimiento Al Socialismo (MAS), partido nacional que surgía de una división del Partido Comunista de Venezuela (PCV), liderada por Teodoro Petkoff y Pompeyo Márquez quienes, entre otros, realizaron creativamente un giro hacia una expresión política democrática que se distanciaba de los planteamientos tradicionales de la izquierda. Ese toque de izquierda y democracia fue parte de los genes del MFL, de tal manera que perdura en muchos de nosotros. Por eso sentimos un serio rechazo hacia la mayoría de las cosas que plantea la izquierda militarista y boliburguesa que gobierna actualmente el país.

Éramos tan de izquierda que en Diciembre del ’74 organizamos en el MFL un viaje a Cuba que, en esa época, apenas comenzaba a restablecer relaciones diplomáticas con Venezuela al comenzar el primer gobierno de Carlos Andrés Pérez. No podíamos confiarnos solamente en lo que decía el MAS y quisimos ver con nuestros propios ojos al socialismo real y antidemocrático que teníamos a poco mas de 2 horas de vuelo.

Siendo todavía estudiante, en un viaje que hice a Europa en el ‘76 decidí ir como turista a Praga y a Berlín Oriental para constatar de cerca la versión Europea de ese socialismo tan criticado; y, por si fuese poco, después de graduarme opté a una beca que me llevó a hacer en el ’81 un curso corto en Polonia, donde además pude vivir cómo los primeros meses del movimiento Solidaridad de Lech Walesa comenzaba a moverle el piso a ese modelo socialista que hacía tiempo que había encontrado un techo que impedía no solamente el desarrollo económico, sino ecológico, cultural y espiritual de esas sociedades. Como todos sabemos, a finales de esa década de los ’80, ese modelo terminó derrumbándose estrepitosamente junto con el Muro de Berlín.

Haber militado en el MFL y haber simpatizado con el MAS original me hizo curiosear de esa manera directa dentro de esas sociedades (aunque no llegué a ir a la URSS ni a China) y así balancear mis experiencias con respecto a países del mundo libre y democrático, donde (pueden apostarlo) también he criticado y critico muchas cosas…

Eso entiendo yo por “ser de izquierda”: no un criticón, sino alguien que cree en la virtud de cambiar y, sobre todo, de cambiar en democracia para favorecer a las grandes mayorías. Lo opuesto es ser “de derecha” que para mí, sólo significa ser conservador, o sea, oponerse a  cambios y, sobre todo, si éstos favorecen a las mayorías. Perdonen, pero no asocio a la izquierda con Estado y a la derecha con Libre Mercado. Tampoco me siento cómodo con la etiqueta de “social-democracia” pues, al llegar al poder, muchos partidos de esa corriente, como el PSOE de España, se vuelven demasiado conservadores, o populistas que es la cara más chabacana de la derecha.

Lo más importante del MFL para mí ha sido ese sincretismo entre excelencia académica y conciencia política de izquierda, que lo lleva hasta en su propio nombre. Es valorar ser competente como profesional, al mismo tiempo de querer impulsar cambios que activen lo mejor de nuestra sociedad. Esa fue (y puede volver a ser) una buena escuela dentro de la no menos buena USB.

Agradezco a todos mis compañeros del movimiento por haber creado esa oportunidad y espero que pronto el movimiento salga de su estado latente y resurja en LA SIMON, y en cualquier otra universidad venezolana, para beneficio de jóvenes estudiantes que, como yo la tuve hace tiempo, tengan ahora una oportunidad de superar escepticismos y fanatismos, preparándose para participar de manera efectiva en la etapa de construcción de una “Venezuela de Primera” como diría Roberto Smith (también militante del MFL), que más temprano que tarde llegará para superar al actual Socialismo, atrasado y de derecha, que desafortunadamente apareció en estas tierras a comienzos del Siglo XXI.

20.9.08

Maletinicidio y Arepicidio

Personas de medios de comunicación oficiales y en los diferentes poderes (Ejecutivo, Legislativo, Judicial, Moral...) tienen más de un año intentando aparentemente hacer desaparecer un maletín que comenzó a tener vida propia en Buenos Aires, en Agosto de 2007. Su “nacimiento” ocurre luego de que sus “padres” lo enviaron en un avión alquilado por una empresa petrolera argentina, socia de PDVSA. Ese recién nacido traía mucho más que “una arepa bajo el brazo”. Su portentosa carga, calculada a tasa oficial, podría alcanzar para comprar suficiente harina como para preparar unas 35 millones de arepas...

Arepas suficientes para que una escuela de 1.000 alumnos les incluyera una en el desayuno a cada uno, durante los próximos 100 años. Pero estas magnitudes no parecen impresionar. Los niños venezolanos son frecuentemente relegados a un segundo plano, para atender “necesidades” de otros. Desde los insólitos subsidios de combustible a ciudades ricas como Londres y Nueva York, hasta ayudas a conmovedoras urgencias humanitarias de pobrísimos países como Haití o Bolivia, han tenido una mayor prioridad. Parece buscarse aparentar un inusitado desprendimiento respecto a lo material, mientras existen, paradójicamente, tantas necesidades básicas y urgentes en nuestra propia población.

Lo equivalente a 35 millones de arepas llegó a Argentina para atender algún tipo de necesidad. Si la necesidad hubiese sido relevante para los venezolanos, habría sido muy sencillo que el gobierno reconociera la existencia del maletín y, sobre todo, que hiciera lo posible por recuperarlo. Pero algo impropio, quizás ilegal, iba asociado al destino de esas potenciales arepas.

De allí que muchos parecen mantener la intención de perpetrar una especie de maletinicidio, o sea, desaparecer la evidencia o, al menos, ocultarla. Un Estado que se comporta de esa manera se encuentra en serios problemas. No hay argumento posible que, basándose en alegar un asunto de seguridad nacional, pueda justificar un arepicidio de esta naturaleza, a menos que se quiera prescindir de las leyes y del sentido común.

Para salvar su credibilidad, las instituciones venezolanas tienen la obligación de identificar a los maletinicidas y juzgarlos. Pero no deben olvidarse de los “progenitores” o autores intelectuales del maletín ¿A quién se le ocurrió mandar el equivalente a 35 millones de arepas a Buenos Aires, habiendo tantas necesidades básicas y urgentes en cualquier ciudad venezolana? Hay responsables tanto del maletín en sí mismo, como del haber pretrendido hacerlo desaparecer.

La Contraloría, la Fiscalía y la Asamblea tienen un rol protagónico que cumplir. No es suficiente con que logren activarse a un año de ignorar el asunto. Es indispensable que resuelvan este caso para que no se les considere cómplices de lo que sea que haya estado mal hecho. Un año de retraso sólo indica el nivel de presión al que han estado sometidas.

600 camiones transportando los 35 millones de arepas, copando la Av. Bolívar... Ese es el tamaño del maletín, ese es el tamaño problema que deben responsablemente resolver.

12.9.08

Hay Liderazgo Fresco!

Acabo de regresar del acto del lanzamiento de candidatos del Movimiento Estudiantil y las Juventudes de los Partidos, a las Asambleas Legislativas y al Cabildo Metropolitano. Disfruté de los discursos, especialmente los de Jon, Freddy y Miguel. A riesgo de parecer con mi gorra un vendedor de pescado detrás de su mostrador... señores y señoras les quiero gritar: ¡Hay Liderazgo Fresco!

La entrada de Venezuela al siglo XXI político, tuvo un retraso de unos siete años. El antipartidismo y la antipolítica de la última cuarta parte del siglo XX se había derramado sobre los primeros años del  nuevo siglo. Pero el Movimiento Estudiantil Venezolano logró finalmente comenzar a superar esa forma de hacer política... porque la antipolítica no es sino, paradójicamente, una forma fascista de hacer política.

La antipolítica del ámbito profesional, urbano, civil, de clase media se expresó con la ausencia o el abandono pasivo del Estado y lo público en general, aderezado por un demoledor desprecio a TODO lo político divulgado masivamente desde los medios de comunicación. Si se pudiese hablar de que los políticos y los funcionarios públicos pertenecen a una raza, ese discurso y esas actitudes llegaron a ser francamente racistas. A los partidos se les llegó a tener tanto asco, que la insistencia en la uninominalidad se convirtió en una especie de subterfugio para huir de las cuarentenas en las que se colocaron a todos los partidos convertidos en leprocomios.

A los “leprosos” los recoge del piso un movimiento de extracción más popular y que se veía a sí mismo como “cívico-militar”, liderizado por el MVR ahora re-convertido en el PSUV. Pero ese movimiento, aunque haya hecho uso de instrumentos electorales, fue aceptando suicidamente que su única razon de ser era extender indefinidamente el poder de un solo individuo (¿y su descendencia?)... como si se tratase de que ahora debíamos quemar la etapa de la monarquía que nunca tuvimos.

Sin creer que esa amenaza de la oscura antipolítica se haya superado completamente, podemos comenzar a ver con confianza la luz de una forma diferente de hacer política. En el acto de hoy, jóvenes venezolanos se dirigieron a una audiencia mayoritariamente joven (y a todo el país a través de los medios) con una claridad, pasión e inteligencia que auguran el advenimiento de un verdadero cambio generacional. Son dirigentes del presente y del futuro, que han declarado su compromiso de larguísimo plazo con el país... porque en el 2040 muchos de ellos estarán perfectamente en edad de lanzarse a la Presidencia de la República y ganar.

Mientras tanto, serán parteros de grandes cambios en Venezuela. Uno de esos cambios fue  anunciado hoy por ellos mismos: la reconciliación entre todos los venezolanos, la regeneración de la convivencia y la cooperación en el país, más allá de las diferencias que siempre pueda haber entre nosotros. Respeto, igualdad de oportunidades, responsabilidad, democracia, pluralismo, libertad... valores que en Occidente hemos conquistado y que ahora más que nunca el realizarlos constituye un permanente reto.

Salí del Teatro Chacaíto optimista, alegre de haber estado hoy allí. Es un orgullo que en Venezuela tengamos tanta calidad en las generaciones que acaban de llegar. Por eso grito: ¡Hay Liderazgo Fresco, que además es... Fuerte, Responsable, Ético, Capaz, Honesto, Inteligente, Estratégico, Perseverante, Rebelde, Libre, etc.! ¡Llame ya!

31.8.08

El Requerimiento Democrático en la Economía (II)

La semana pasada compartí con ustedes una reflexión sobre cómo podemos enfocar el tema del creciente mundo corporativo público, producto de la tendencia del gobierno actual a estatizar caprichosamente casi cualquier cosa que le pase por enfrente, especialmente si se trata de grandes empresas (ver http://www.noticierodigital.com/forum/viewtopic.php?t=424164). Creo que debemos continuar esta reflexión por muchas razones, siendo una de ellas que la única manera de desestatizar no es, necesariamente, la privatización en términos tradicionales.

Las recientes y rápidas estatizaciones de empresas en Venezuela obedecen a una circunstancia muy particular representada por la cascada de petrodólares que llega a manos de un presidente que no parece pensar en el país. No han habido decisiones institucionales sino “puntadas” personales provenientes de un solo individuo. No hay un plan de desarrollo que no sea el de desarrollar un poder autárquico, un poder monárquico que, de continuar, transportará a la economía del país a la Edad Media o más atrás.

A pesar del modo inconstitucional con el que se han producido esas decisiones lo fundamental no cambia: el Estado venezolano, por ser quien administra el recurso petrolero, recibe cuantiosísimos ingresos los cuales podrían de todos modos terminar utilizándose en la compra de empresas privadas. Eso produce concretamente un aumento del patrimonio de la Nación, el cual es de todos y cada uno de los venezolanos.

Ya sé que existen demasiadas necesidades de infraestructura, salud, educación, medio ambiente, etc., que hacen ver esas estatizaciones como absurdas, por decir lo menos. Las divisas que se llevaron quienes poseían CANTV y EDC y las que están por llevarse Sidor, Holcym, Lafarge, Cemex, etc., salen de nuestra economía y, como hecho económico, constituyen sin duda una desinversión.

El gobierno podría haber decidido atender primero las necesidades sociales y luego dedicarse a crear nuevas empresas de telecomunicaciones, electricidad, acero o cemento, pero no lo ha hecho. Pareciera que: 1) No puede; o 2) No quiere. O ambas cosas: no puede ni quiere. No tiene capacidad gerencial y no quiere que el sector privado siga jugando un rol importante en la economía.

Pero lo cierto es que, a más tardar en 2013, el nuevo gobierno tendrá que lidiar con este tema de grandes sectores estatizados de la economía en los que, basándonos en la experiencia del mundo socialista real, se producirá o se habrá producido ya un colapso. El Estado funciona terriblemente mal como empresario y a la vez supervisor de sí mismo. Los regímenes socialistas típicamente hacen crecer al Estado a expensas del ciudadano, eliminando su capacidad de emprendimiento y su libertad.

Nuestra Constitución de 1999 dice y siempre dirá que los venezolanos podemos dedicarnos libremente a la actividad económica de nuestra preferencia (Art. 112). El Estado es al final como una especie de gran junta de condominio, un mecanismo que los ciudadanos utilizamos para que los asuntos comunes los resolvamos de manera organizada. No tendría sentido aceptar que sea la junta quien se adueñe de lo que pudiésemos adquirir con un “fondo de reserva” que todos tengamos en el condominio. Lo que se adquiera será propiedad de cada uno de nosotros y tenemos el derecho y la obligación de velar por ello.

El Estado venezolano compró con nuestros recursos petroleros unas empresas. Esas empresas son de todos nosotros. Esto no es una simple consigna. Los venezolanos debemos darnos una ley que nos asegure la propiedad del petróleo y de lo que provenga de su uso para decidir directamente y democráticamente sobre lo que es nuestro. En esto podemos coincidir muchísimos venezolanos, los suficientes como para hacer muy pronto que un cambio de este tipo se convierta en realidad.

Imagínese que a futuro tengamos una cédula digital con la que se nos acreditan nuestras respectivas acciones en cada una de las empresas que ha adquirido la Nación, que funcione como una cuenta en la que se nos deposite al final de año los dividendos que una excelente gerencia pública (la cual además tuvimos oportunidad de seleccionarla por sus credenciales y democráticamente) produce para todos. Serán acciones de las cuales seremos propietarios y que podremos libremente comprar, vender o mantenerlas. Serán los “apartamentos” de un “gran edificio económico” del cual todos somos dueños..

El Estado seguirá cobrando impuestos (el condominio) y atendiendo organizadamente los asuntos comunes incluyendo las empresas de propiedad democrática. No planteo que el Estado desaparezca. Simplemente estoy en contra de que se consolide una monarquía económica absolutista.

22.8.08

El Requerimiento Democrático en la Economía

Descubrí que como liberal asocio a un Estado omnipresente con un inevitable Autoritarismo. Pero creo poder estar equivocado en relación a lo “inevitable” del asunto. A mayor cantidad de sectores estatizados (hidrocarburos, minería, acero, cemento, electicidad, telecomunicaciones, banca, etc.) mayor será el consenso entre los venezolanos en que la participación democrática debe ser la forma de escoger no sólo a las autoridades que desde el Estado regulen a dichos sectores, sino a los funcionarios y juntas directivas que integren a esas empresas que son de todos nosotros.

El Autoritarismo como esquema administrativo de una propiedad estatal o social, no privada, es un contrasentido. Ese monopolio de las decisiones no es compatible con la teoría ni con la práctica de invertir recursos del Estado en adquirir empresas. El argumento para adquirirlas es que van a funcionar mejor. Las decisiones de adquirirlas han sido autoritarias e inconsultas, pero son un hecho. La cosa se pone peor cuando constatamos que todavía menos consultadas son las decisiones de cómo gerenciar dichas empresas.

No podemos esperar 6 años a cambiar de Presidente para que éste se vea obligado a rendir cuentas sobre cómo gerencia todo un consorcio empresarial que deja pálidos a los zaibatsu o keiretsu japoneses. El mundo de los negocios se ha vuelto más rápido y los propietarios de las nuevas empresas estatizadas (todos los venezolanos) debemos poder exigir cuentas a sus juntas directivas, por lo menos, anualmente.

Requerimos ampliar por ley los métodos democráticos hacia el terreno de la gerencia del mundo empresarial estatal. Las empresas de todos los venezolanos serán efectivamente de todos desde el momento en el que podamos pedir cuentas e incidir sobre las decisiones clave que mejoren su desempeño. Es tan injusta una privatización inconsulta, realizada por un gobierno de corte neo-liberal, como una estatización inconsulta y sobre todo el mantener esas empresas bajo una gerencia pública ineficiente, por parte de un gobierno de corte socialista.

A los dueños, o sea todos nosotros, nos seguirá interesando lo que a todo inversionista: que las empresas funcionen bien y que nos proporcionen beneficios. Esto no podemos dejarlo a nivel de promesas electorales, ni en esquemas nebulosos donde un grupito termina decidiendo todo. Los dueños debemos poder ejercer nuestro poder en Asambleas de Accionistas o de Cooperativistas.

Es urgente convertir a PDVSA y a toda empresa estatizada, a través de una Ley, en cooperativas, o en empresa de las cuales todos tengamos 1 acción de cada una, que podrá ser nuestra propia cédula. Esa Ley debe establecer cómo se nombra a su junta directiva, a su presidente, cómo participamos todos en hacerlo, los requisitos con los que deben cumplir quienes se postulen, etc. Descubriremos, seguramente, que el CNE y sus sistemas electorales automatizados eran mas útiles que lo que creímos que eran...

Al mundo corporativo privado lo premian y lo castigan sus inversionistas, sus accionistas. Algo similar debemos producir en este país para el creciente mundo corporativo público. Es prioritario explorar esta posibilidad dentro del marco de nuestra Constitución.