Blog personal en el que...

Escribo sobre temas que me interesan, me afectan, me gustan, me intrigan: algo bastante sobre política, pero también hay de urbanismo, diseño y temas diversos.

22.2.11

Reflexiones a partir de "El pensamiento urbanístico del chavismo"

El Arq. Manuel Valencia A. escribió recientemente en el portal www.analitica.com el artículo 'El pensamiento urbanístico del chavismo' en respuesta a un artículo del Arq. Marco Negrón en ese mismo portal titulado '¿Tiene el chavismo una política urbana?'. Habiendo leído el artículo del profesor Negrón y estando de acuerdo con mucho de lo planteado por él, quiero compartir algunas reflexiones surgidas a partir de mi lectura del artículo del Prof. Valencia.

1. Ciudades como La Habana o Praga siguen siendo hermosas porque se conservaron sus centros históricos. Pero basta visitar cualquier desarrollo socialista de vivienda o hasta ciudades completas de Europa del Este en la época socialista, para concluir lo aburrido que puede resultar la permanencia en el poder de tecnócratas ideólogos (o ideócratas) que típicamente detentan simultáneamente mucho poder con poquísima imaginación y una precariedad de recursos de todo tipo. Las ciudades socialistas desde su falta de libertad, ahogan la iniciativa y la posibilidad de escoger entre distintas ofertas de productos y servicios.

2. Las carreteras socialistas rara vez son autopistas y las vías férreas parecen servicios de transporte de carga, con muy pocas excepciones. El desarrollo regional planificado centralmente excluye a las propias comunidades que esperan pasivamente la llegada de algún proyecto que les lleve un poco de actividad económica que, muy probablemente, se hará pronto insostenible porque proviene de decisiones burocráticas, no de negocios bien concebidos. El progresar se convierte en las uvas verdes que la zorra de Esopo descartaba por su propia incapacidad.

3. Corea del Norte quizás sea uno de los ejemplos más extremos de cómo un país se convierte en una mezcla de monumentalismo personalista y campamento militar estilo parque temático. No podría ser de otra forma porque ha sido 'hecha en Socialismo'. Un contraste total con el otro contingente de coreanos ubicados al sur del paralelo 38 (¿Factor clave? Al Norte Socialismo, al Sur Libertad).

4. La ciudad es la expresión físico-espacial del mercado. El mercado es un ámbito de libertades, nada perfecto por cierto, pero muchísimo más interesante que lo que pueda ocurrírsele a un grupito de burócratas montados con su jefe en un helicóptero militar, decidiendo dónde van a 'deponer' la próxima ciudad socialista, o el próximo eje de la nueva geometría del poder militarista... En lugar de planificar y regular actividades producto de las iniciativas civiles, el Estado Socialista se dedica a hacer directamente los desarrollos sin ningún control (equivale en fútbol a un árbitro que decide meter goles cada vez que le da la gana).

5. Por el bien de Venezuela es imperativo que el estebanismo sea derrotado en 2012. Si hasta ahora han logrado desgobernar profundamente a Caracas y al país en general... de continuar, pueden decidirse a gobernar de verdad y ocurríseles construir ciudades socialistas, o sea, parques temáticos militaristas que funcionarían todavía peor que el desorden actual.

Aunque con la excusa de la crisis eléctrica (por cierto, servicio planificado centralizadamente por el Estado que fracasa en manos de los socialistas), comenzaron apagando las vallas... para que ahora Caracas sea tristemente más socialista por las noches.

20.2.11

La revuelta de la calle Rosenstrasse

Un amigo me envió por mail este interesante editorial que se refiere a una historia poco conocida que contrasta con el archirrepetido poema de que "Vinieron por los judios, como yo no era... vinieron por los... etc. y al final vinieron por mí" que deja la sensación de que las tiranías son tan sistematicamente crueles que resultan invencibles. En estas fechas de cambios en el mundo árabe, leer la revuelta de la calle Rosenstrasse sirve para que tengamos una sensacion muy diferente: Que es posible tener éxito ante la tiranías a pesar de luchar en condiciones extremadamente adversas...


19 de Febrero de 2011 - 12:38:16 - Luis del Pino

Editorial del programa Sin Complejos del sábado 19/FEB/2011: "La revuelta de la calle Rosenstrasse"

Déjenme que les hable de un episodio de la historia alemana muy poco conocido.

Antes de 1943, había en Alemania dos grupos de judíos que se habían salvado hasta el momento de ser deportados a los campos de concentración, por motivos distintos.

El primero de esos grupos era el de los judíos que estaban cualificados para trabajar en las fábricas. Alemania soportaba un ingente esfuerzo bélico, que hizo preciso reclutar para el trabajo incluso a las mujeres, así que al principio de la guerra se evitó privar a las industrias de los trabajadores judíos.

El segundo grupo era el de los judíos casados con mujeres no judías. Durante 10 años, el régimen nazi había empleado todas las armas de la persuasión para convencer a esas mujeres de que se divorciaran de sus maridos judíos, pero lo cierto es que el 90% de ellas se negaron. Expulsados de sus trabajos, rechazados por sus vecinos, impedidos por ley de realizar numerosas actividades, la vida de esos judíos y de sus esposas era durísima, pero el régimen nazi había evitado deportarlos hasta ese momento.

Pero a principios de 1943, los nazis decidieron dar una nueva vuelta de tuerca, y librar a Alemania de sus últimos judíos, comenzando por Berlín. Al amanecer del 27 de febrero, efectivos de policía, agentes de la Gestapo y una división de élite de las SS dieron comienzo a una batida en la capital alemana, en la que 10.000 judíos fueron sacados de sus casas o de sus lugares de trabajo. Todos los que no estaban casados con mujeres arias, más de ocho mil, fueron llevados a centros de internamiento situados fuera de la ciudad, y de allí al campo de concentración de Auschwitz, donde terminarían siendo asesinados.

Pero los judíos casados con mujeres arias, unos 1.700, fueron separados del resto y encerrados en un centro de detención dentro de la ciudad, en la calle Rosentrasse.

Cuando comenzó a correr la voz de adónde habían llevado a sus maridos, las esposas de aquellos judíos se dirigieron a la calle Rosentrasse, para pedir noticias de los detenidos y suplicar que los soltaran, por supuesto sin éxito. Las horas pasaban y centenares de mujeres se agolpaban en la puerta de aquel centro, sin saber muy bien qué hacer.

Y las horas continuaron pasando y cayó la noche. Pero la multitud de mujeres allí congregada, lejos de atender las órdenes de volver a su casa, siguió allí a la puerta. Conmocionadas y desesperadas, perfectamente conscientes del destino que esperaba a sus maridos, se negaban a irse, sabiendo que, de hacerlo, les abandonaban a su suerte.

Y pasó la noche y llegó la mañana. Algunas mujeres habían vuelto a sus casas, a atender a sus hijos, o habían tenido que irse a sus trabajos, pero otras mujeres habían ido llegando para tomar el relevo. La multitud siguió creciendo. Comenzaron a unirse a aquella concentración otros familiares, y conocidos y amigos de los encerrados. Y comenzaron a escucharse los primeros gritos: "¡Devolvédnoslos! ¡Dejadnos ver a nuestros maridos!".

Desafiando las temperaturas bajo cero, las mujeres siguieron allí a la puerta otra noche más. Y al día siguiente, tercer día de protesta, comenzaron a unirse a la multitud las primeras personas que nada tenían que ver con ninguno de los detenidos. Así es como describe esa congregación espontánea una de las mujeres que vivieron aquellos hechos:

" Yo acudía cada mañana a Rosenstrasse antes de ir a trabajar. Y siempre había allí una marea de personas. Nadie organizaba o instigaba la protesta. Simplemente, la gente estaba allí. Exactamente igual que yo."

Y los tres días se convirtieron en cuatro, y los cuatro en cinco. Y cada vez era mayor el número de personas y cada vez eran más coléricos los gritos exigiendo que aquellos judíos fueran liberados. Y lo que comenzó como una reunión de mujeres buscando desesperadamente tener noticias de sus maridos fue adquiriendo un tinte cada vez mayor de protesta política. Seis mil personas llegaron a juntarse delante de aquel dentro de detención. De modo que Goebbels, Ministro de Propaganda y Jefe Local del partido nazi en Berlín, decidió que era preciso disolver aquella concentración que amenazaba con irse de las manos.

Sin previo aviso, el 4 de marzo, los guardias del centro de detención salieron a la calle y montaron las ametralladoras. Una de las protagonistas de aquella historia cuenta que aquel día hacía tanto frío, que las lágrimas se les congelaban en las mejillas.

El jefe del operativo se dirigió a los manifestantes para darles un ultimátum: si no despejaban la calle de inmediato, abrirían fuego.

La multitud, enfrentada a los cañones de las ametralladoras, comenzó a retroceder, pero entonces una voz gritó "¡Asesinos!". Y aquellas mujeres comenzaron a corear al unísono "¡Asesinos! ¡Asesinos!".

Y tras muchos minutos de confusión, y mientras las mujeres se negaban a dispersarse y arreciaban los gritos, los guardias recibieron la orden de desmontar las ametralladoras y replegarse hacia el centro de detención.

Dos días más tarde, el 6 de marzo, después de una semana continuada de protesta, Goebbels dio la orden de liberar a aquellos 1.700 judíos. Unos pocos centenares de mujeres habían conseguido doblegar al régimen de Adolfo Hitler.

Las protestas de Rosenstrasse - silenciadas, por supuesto, por el régimen nazi - evitaron de forma directa que esos 1700 judíos encerrados en el centro de detención fueran enviados a Auschwitz. Pero salvaron, de forma indirecta, a otros 30.000 judíos en toda Alemania que estaban casados con mujeres no judías, porque el régimen nazi ya no se atrevió a ordenar posteriormente su deportación.

De hecho, al acabar la guerra, el 98% de los judíos sobrevivientes en Alemania pertenecían a este tipo de matrimonio mixto.

¿Cómo fueron capaces esas mujeres de hacer aquello? Pues, simplemente, porque era lo que tenían que hacer. Así es como lo resume una de aquellas esposas, Elza Hozler: "Cuando mi marido necesitó que le protegiera, yo le protegí".

Lo cual plantea la pregunta, claro está, de si no se hubiera podido hacer mucho más contra el régimen nazi. El episodio de Rosentrasse demuestra que hasta uno de los regímenes más sanguinarios de la Historia era capaz de recular, cuando percibía que la represión podía volver a la opinión pública en su contra.

Así que, si unos centenares de mujeres desarmadas fueron capaces de doblarle la mano a Goebbels y a Hitler, ¿qué más se hubiera podido lograr, sólo con que hubiera habido más gente dispuesta a hacer en cada momento aquello que estuviera a su alcance?

14.2.11

LOCTI: ¿Hay conciencia sobre logros alcanzados?

Un ejemplo de logros concretos alcanzados a partir de la LOCTI se puede apreciar en esta serie de 3 videos que contienen la entrevista que Beatriz Cisneros y yo le hicimos al profesor de la Universidad Simón Bolívar Miguel Asuaje.

Check it out!

Entrevista al Profesor Miguel Asuaje USB Feb 2011 (1/3) from Moises P. Ramirez on Vimeo.



Entrevista al Profesor Miguel Asuaje USB Feb 2011 (2/3) from Moises P. Ramirez on Vimeo.



Entrevista al Profesor Miguel Asuaje USB Feb 2011 (3/3) from Moises P. Ramirez on Vimeo.

10.2.11

Loctitud Incorrecta

Entre el chaparrón de leyes que azotó al país en Diciembre 2010, vino la reforma a la Ley Orgánica de Ciencia, Tecnología e Innovación (LOCTI). El cambio aparentemente más importante que se aprobó es que ahora las empresas pierden la posibilidad de orientar sus aportes a proyectos específicos y deben darle al Gobierno los reales para que sea éste quien unilateralmente decida qué proyectos de innovación deben recibir financiamiento. Se ha argumentado que muchas empresas no orientaron correctamente sus aportes y, nuevamente, se obliga a los justos a pagar por lo que supuestamente hicieron algunos pecadores.

El criterio de hacer pagar a justos por pecadores es indiscutiblemente anti-científico. Es algo que típicamente aplicamos los papás cuando, desesperados, los chamos hacen un desastre en casa y, sindicalmente, se taparean entre ellos para no volverse (con toda razón) unos acusetos. Es precisamente la falta de criterio científico lo que provoca ese tipo de medida a rajatabla, dogmática, autoritaria, como la de haber bajado, hace años, de $3.000 a $400 el cupo de Internet porque habían unos aprovechadores que compraban cupos.

Que el Ministerio de Finanzas, el BCV o CADIVI no sean disciplinadamente científicos con sus medidas de política cambiaria es comprensible porque ni siquiera funcionan bien como economistas. Pero que sea el propio ministerio de Ciencia y Tecnología quien descaradamente renuncie a aplicar criterios científicos en sus decisiones estratégicas, lo convierte en una especie de candidato a la colección de colmos que tanto le gusta a los chamos contar (¿Cuál es el colmo de un político gordo? Tener que tragarse sus propias palabras). Sin mencionar el apuro de la Asamblea en aprobar esa reforma con la consecuente falta de consulta a quienes se ven afectados por los cambios propuestos.

Si la LOCTI original contemplaba medidas contra quienes no hicieran un uso correcto de los aportes, ¿Quién se responsabiliza por no haber aplicado oportunamente esas medidas? ¿Por qué no simplemente se hicieron más fuertes las sanciones para quienes no den el uso correcto a los aportes? Y, en definitiva, ¿Dónde está la evaluación de los resultados de aplicar la Ley que justifique una modificación tan drástica del espíritu con el que originalmente fue concebida?

Antes de la LOCTI las empresas venezolanas no estaban obligadas a invertir en desarrollo científico-tecnológico. La línea base con respecto a la cual evaluarlas era por lo tanto una linea '0', una dinámica que parte de unas semillas que se espera se conviertan en un frondoso bosque de cultura de innovación. ¿Qué diría usted de un agrónomo que recomienda arrasar con la plantación de Uverito porque a los 3 años los pinitos estaban muy bajitos comparados con bosques de 30, 60 o 90 años que hay en Japón, Francia o Estados Unidos?

El asunto del desprecio por la ciencia se exacerba al constatar que se aludieron cuestiones políticas o ideológicas. Decir que hay una ciencia del pueblo es como decir que hay una ingeniería, una poesía o una filosofía del pueblo, cosas que obviamente sólo existen como frases huecas y manipuladoras. El Socialismo es un dogma y como tal se resiente ante quienes le cuestionamos sus métodos y resultados. Mientras se ejecuta el dogma de eliminar las empresas privadas, la nueva LOCTI lo que hace es cobrarles, como las FARC, una vacuna para que colabore con la 'guerrilla científica'.

Es lamentable que existiendo tantas personas capaces y honorables en ese Ministerio, la Asamblea Nacional haya impuesto inconsultamente y anti-científicamente una ley que complace a las fuerzas más oscuras del país, a las que importan de todo antes que favorecer las compras nacionales, a las que prefieren que profesionales extranjeros vengan a trabajar acá mientras rechazan a tantos venezolanos capacitados y deseosos de trabajar, las que expropian destruyendo décadas de esfuerzo hecho en Venezuela...

Científicos sin ciencia. Esto es el colmo. ¿Pero pueden paliar la situación? Sí, corrigiendo loctitud (perdón, la actitud)...

Aceptemos que la nueva LOCTI se aplica. ¿Cuál es la línea base para comparar si con esta nueva ley se obtienen mejores resultados? Pues, el Ministerio debe hacer un 'corte de cuenta' y constatar cuánta innovación y cuánto desarrollo científico-tecnológico se obtuvo con la LOCTI original hasta Diciembre de 2010 (o sea, la estatura y robustez de los pinitos); luego, en Diciembre de 2011 compararemos si la nueva ley produjo mejores resultados (pinos más grandes y sanos) y así sucesivamente. Si la nueva ley lo logra, pues nuestra hipótesis habrá resultado falsa y reconoceremos que debemos aprender que esos cambios eran estrictamente necesarios y convenientes... Pero, si los resultados de la nueva LOCTI son iguales o peores a la línea base, el Ministerio y la Asamblea deberán reconocer que se equivocaron y deberán derogar por lo menos el cambio sobre la cuestión clave de cómo se decide el destino de los aportes.

Lo mismito debe hacerse con tantos otros asuntos, como el de las expropiaciones y nacionalizaciones. Si luego de un período de un año, las empresas expropiadas o nacionalizadas funcionan igual o peor que antes, no solamente deben revertirse esas decisiones sino cambiar toda esa política pública por inconveniente. Si este razonamiento se le explica al pueblo ¿Qué dirá?

4.2.11

4F: ¿Un fracaso exitoso?

Tanta cadena hace que el 4 de febrero de 1992 esté como más cerca de lo que debería. Han transcurrido largos 19 años de ese controversial día rechazado por unos y admirado por otros. Habiendo sido claramente un intento de golpe de estado, sus propios protagonistas se empeñan en negar ese 'pequeño detalle' al tiempo que nos piden, desesperadamente, que veamos los sucesos de ese día como fiesta patriótica digna de respeto y admiración.

Ese intento de golpe, igual que otro que surgiría a finales de ese mismo año, fracasó. Sus objetivos no fueron alcanzados pero sólo 'por ahora' porque, proféticamente, nos convirtieron ese día en futuros testigos de que después sí lo iban a lograr. Objetivos como militarizar al gobierno civil, reducir al Poder Legislativo a un circo de focas o manejar la Justicia y el resto de los poderes públicos al antojo de un militar golpista parecen haber sido logrados con creces. Ha sido entonces un fracaso golpista convertido en éxito militarista, para vergüenza de tanto venezolano civil que locamente se entusiasmó con la idea de llevar al poder a un ayatolah uniformado, a todo un predicador fanático convertido en presidente gracias a millones de votos.

A las élites venezolanas no les importó que valientes soldados hubiesen muerto ese día defendiendo al sistema democrático y cínicamente decidieron seguir apoyando a los golpistas para que más adelante accedieran al poder por la vía electoral. Los tristemente célebres 'notables' junto a muchos colaboradores provenientes de sectores tan variados como medios de comunicación, gremios, universidades y dirigentes vecinales pusieron sus respectivos granitos de arena para que ese fracaso se transformara en un rotundo éxito. Leer el libro 'La Rebelión de los Náufragos' de Mirtha Rivero sirve para tomar conciencia de como las élites política, económica y académica valoraron tan poco al sistema democrático que prefirieron sacrificarlo antes de hacer la profunda tarea pendiente de cambiar hábitos y superar resentimientos que nos han mantenido a los venezolanos alejados de desarrollar nuestro máximo potencial como país.

El país se encuentra hoy ante un situación aún más difícil que la de 1992. Después del exitoso fracaso de los golpistas tenemos ahora el fracasado éxito que muestra el balance de 12 años de revolución: terrible descomposición social y ausencia de valores esenciales para la convivencia; economía cada vez más dependiente de una industria petrolera deteriorada; infraestructura eléctrica, vial, sanitaria y educativa en estado crítico; más corrupción que nunca, etc. En fin, un país mucho peor que el que los golpistas y las cínicas élites que los apoyaron juzgaban inviable hace 19 años.

Lo peor que podría suceder es que nuevamente las élites y mucho incauto apoyador de soluciones inmediatistas, vuelvan a querer sacrificar lo poco que queda de sistema democrático para salir de un gobierno revolucionario comprobadamente incapaz de echar el país hacia adelante. Otro escenario igualmente terrible es que la mayoría que alguna vez sintió que tenía sentido el actual régimen se decepcione de tal manera que entre en una depresión colectiva que los vuelva apáticos ante el mejor de los planteamientos para superar el estancamiento actual. Haití está, por ahora, más cerca de Venezuela que antes.

Sin embargo, tengo la esperanza de que podremos, a partir de 2012, superar la situación actual, reunificados como ciudadanos de un mismo país. Producir mucho para exportar, educarnos de la manera más avanzada e integral posible, hacer de nuestras ciudadades hermosos jardines plenos de calidad de vida para todos... lograr todo éso nos demostrará que hicimos las tarea, que modificamos nuestros hábitos de despreciarnos y de odiar a quienes alguna vez nos despreciaron. Así quedarán atrás los fracasados fracasos y comenzaremos a cultivar juntos una era de exitosos éxitos.