Blog personal en el que...

Escribo sobre temas que me interesan, me afectan, me gustan, me intrigan: algo bastante sobre política, pero también hay de urbanismo, diseño y temas diversos.

12.3.24

Liberales-Liberales: ¿Una opción deseable, factible y viable?

 

Imagen generada con Dall-e en ChatGPT-4

¿Cómo organizar la vida en sociedad? ¿Cuál es el criterio que nos serviría para escoger entre sistemas políticos alternativos? ¿Qué queremos los ciudadanos "de a pie"?

Este tipo de preguntas son las que debemos hacérnoslas antes de votar por una determinada opción política. Las ofertas enmarcadas binariamente en izquierda/derecha o liberal/conservador simplifican demasiado las posibilidades y hasta cierto punto las oscurecen reduciéndolas a etiquetas que poco reflejan la diversidad de posibilidades. Tampoco las opciones básicas son tantas como para que conviertan la decisión en un rompecabezas.

Pasar de 2 a 4 opciones
Aumentar en un 100% las posibilidades no está mal para comenzar. La alternativa binaria entre liberales y conservadores puede enriquecerse si nos damos cuenta de que hemos estado viendo solo la mitad de las posibilidades. Existen 4 opciones que podemos explicar a partir del siguiente gráfico:


El criterio fundamental para generar estas opciones es la libertad con la que pueden contar los ciudadanos de una república democrática. En caso de regímenes militaristas los cuales por su propia naturaleza contradicen la existencia de un Estado de Derecho que garantice las libertades, no aplica la posibilidad de escoger entre opciones. Por lo tanto, Para ese tipo de regímenes gangsteriles las opciones serían otras, todas como subgrupos perversos del cuadrante full conservador, o sea de los conservadores-conservadores. De hecho, ese tipo de regímenes se auto-describen como revolucionarios y liberadores, siendo en realidad lo opuesto.

Pero regresamos al mundo de las opciones en democracia y pasemos a describir las 4 opciones arriba indicadas.

1. Liberales-Liberales
Los liberales-liberales creen firmemente tanto en la libertad social como económica. Socialmente, promueven ampliamente los derechos, la inclusividad y la igualdad de todas las personas. Económicamente, apoyan los principios de libre mercado, mínima intervención gubernamental y protección de las libertades individuales y los derechos de propiedad. Creen en el poder de los mercados abiertos para impulsar la prosperidad y la innovación, manteniendo un fuerte compromiso con las libertades civiles y los derechos humanos.

Ejemplo de gobierno: El gobierno que está iniciándose en Argentina con el Presidente Milei, podría ser visto como un ejemplo de una importante cantidad de políticas liberales-liberales, con un fuerte énfasis tanto en la desregulación económica como en la promoción de ciertas libertades individuales (aunque la universalidad social podría ser debatible en algunas variables de este contexto).

2. Conservadores-Liberales
Los conservadores-liberales priorizan la libertad económica a través de principios de libre mercado, pero combinan esto con un enfoque conservador hacia los asuntos sociales, según el cual apoyan los valores y estructuras tradicionales en la sociedad mientras abogan por una economía tipo laissez-faire. Este grupo valora altamente la libertad económica, pero también ve la importancia de mantener cierto orden social y tradición.

Ejemplo de gobierno: El gobierno del Reino Unido bajo Margaret Thatcher podría ser considerado conservador-liberal, dado su énfasis en la desregulación del mercado y el liberalismo económico junto con una postura conservadora más tradicional en políticas sociales.

3. Liberales-Conservadores
Los liberales-conservadores promueven el liberalismo social, enfatizando los derechos humanos, la igualdad y la inclusividad, pero apoyan un enfoque más intervencionista o regulado de la economía. Pueden favorecer políticas que busquen la redistribución de la riqueza, el bienestar social y la protección de los trabajadores, junto con políticas sociales progresistas.

Ejemplos de gobierno: Los países escandinavos (por ejemplo, Suecia, Noruega, Dinamarca) y en general la mayoría de los enfoques de los países de la Unión Europea, a menudo ejemplifican políticas liberal-conservadoras, con su combinación de políticas sociales progresistas (como sistemas de bienestar social extensivos y valores igualitarios inclusivos) y economías mixtas que incluyen tanto actividades de libre mercado como regulaciones gubernamentales sustanciales.

4. Conservadores-Conservadores
Los conservadores-conservadores apoyan tanto las restricciones sociales como económicas. Enfatizan la preservación de las normas sociales tradicionales e identidades y favorecen políticas económicas que protegen industrias nacionales y apoyan a grupos o clases sociales específicas. Este grupo se caracteriza por una preferencia por mantener los órdenes sociales y estructuras económicas establecidas, posiblemente incluyendo políticas proteccionistas e intervencionistas para salvaguardar intereses nacionales.

Ejemplos de gobierno: El gobierno de Polonia bajo el Partido Ley y Justicia (PiS) en años recientes podría ser visto como conservador-conservador, con su énfasis en la soberanía nacional, los valores familiares tradicionales y políticas dirigidas a apoyar grupos sociales específicos a través de programas de bienestar social, junto con escepticismo hacia la integración económica global. El actual gobierno del Primer Ministro de Hungría, Víktor Orbán, y una posible segunda presidencia de Donald Trump en EEUU podrían también verse dentro de esta clasificación.

La realidad
Es importante reconocer que los ejemplos del mundo real a menudo exhiben una mezcla de estas opciones básicas y que las ideologías políticas pueden evolucionar con el tiempo dentro de un mismo gobierno o partido político, excepto cuando se trata de regímenes, autoritarios, gangsteriles, y militaristas como los de Cuba, Rusia y Venezuela. Los cuadrantes mixtos podrían representar lo que se considera centro-derecha y centro-izquierda; mientras que los cuadrantes más "puros" podrían ser considerados de derecha o de izquierda según la narrativa, pero lo importante es cuánto se valora la libertad de las personas: si no se valora, el Estado actúa como papá y los ciudadanos infantilizados como niños; si se valora, los ciudadanos son adultos y la relación con el Estado y entre ellos depende de reglas claras acordadas y no de una subordinación. Ese es el Adultismo del que Deirdre McCloskey habla como nombre mas auténtico para el Liberalismo.

La democracia liberal puede sucumbir ante gobiernos que no consideran la libertad como fundamental (aunque vociferen a gritos que sí la consideran), como son los del cuadrante conservadores-conservadores y desde allí convertirse en un régimen militarista y a la larga en un Estado Fallido. Si los ciudadanos tenemos la oportunidad de participar en elecciones tenemos tres opciones claras que valoran parcialmente o totalmente la libertad, bien sea en lo económico, en lo social o en ambas esferas de la convivencia humana. Donde la democracia ya haya sucumbido, es menos probable que haya posibilidad de votar para elegir una de esas tres opciones.

En Venezuela van a haber elecciones presidenciales pronto. El estatus quo de Estado Fallido y gangsteril que ya tiene el régimen actual, podría revertirse (y con ello evitar más y más fuertes sanciones internacionales) si deciden dejar que estas elecciones sean libres y competitivas. La opción preferida abrumadoramente por quienes queremos un cambio es la liberal-liberal que representa María Corina Machado.

Una buena parte de los conservadores-conservadores que apoyan la continuidad del régimen podrían beneficiarse con ese cambio, o al menos no perjudicarse. Venezuela es en un 99% la imagen opuesta a la ilustración que puse al principio del artículo, porque estamos: sin agua, sin electricidad, sin empleo, sin educación, sin seguridad y cada vez quedándose más despoblado el país por la necesidad de emigrar en busca de la libertad de prosperar que tantos jóvenes sienten. Si queda algo de sensatez y amor por el país, es deseable, factible y viable que María Corina pueda inscribirse como opción y si la mayoría la escoge como presidenta, el país comenzará a cambiar para el beneficio del 99% de los venezolanos.

14.1.24

¿Eliminar la suerte para tener un mundo más "justo"?

 

Imagen creada con Dall-E, vía ChatGPT-4

La suerte, buena o mala, es un hecho inevitable de la vida que juega un rol importante en la disparidad existente entre personas en el mundo. Es inocultable el contraste entre quienes gozan de privilegios y quienes simultáneamente se encuentran sumidos en la miseria. ¿Tiene sentido intentar reducir las disparidades eliminando que el "factor suerte" intervenga libremente?

Juego suma-cero, dobles estándares y la Regla de Oro
Un intento obvio es el de redistribuir oportunidades quitándoselas a unos para dárselas a otros, lo cual se conoce como juego suma cero. Este tipo de intervención no incide directamente en la suerte como causa, sino solamente afecta a personas en una situación circunstancial dada. Al no tocar a la suerte como tal, nuevas disparidades pueden surgir con ese tipo de intervenciones. Por ejemplo, los programas de Affirmative Action en EEUU que buscan reducir las injusticias creadas históricamente a ciertos grupos de la población, asignan cupos a individuos que tienen determinadas características de raza, sexo, estatus socio-económico, etc., a costa de cupos que meritocráticamente le corresponderían a personas de otros grupos. Se argumenta que usar solamente la meritocracia es injusto porque hay individuos que tuvieron la buena suerte de tener mejores condiciones y las aprovecharon para estar más preparados que otros que tuvieron condiciones menos favorables, lo cual no les permite competir en igualdad de condiciones.

Esa búsqueda redistributiva de justicia se basa en crear nuevos privilegiados que sustituyan a otros. Si un color de piel influyó para obtener ventajas, ahora otro color sería el que las de. Eso elimina la aplicación universal de criterios meritocráticos, pero mantiene la disparidad que supuestamente se intentaba reducir. Igualmente sucede con otras medidas coercitivas como los impuestos confiscatorios hacia quienes sean más productivos. El reducir desigualdades crea, paradójicamente, nuevas élites que terminan amasando por esa vía enorme poder y ventajas que hacen que desigualdades permanezcan o incluso se acrecienten.

Se podría decir que quienes ahora controlan la redistribución de privilegios tuvieron la buena suerte de haber convencido a la mayoría de que se apliquen las ideas con las que se están beneficiando. Pero la aplicación de un doble estándar en el que hay exigencias meritocráticas para algunos y no para todos, hace que se incumpla con la Regla de Oro atribuida a Confucio: No hagas a otros lo que no te gustaría que te hagan.

Multiculturalismo y desprecio a la reciprocidad
Reglas simples y claras son fáciles de hacerse cumplir. En las sociedades donde hay libertades, todas las personas pueden reclamar su derecho a tenerlas. Por ejemplo, la libertad de culto permite, en los países donde existe, que las distintas religiones construyan sus iglesias; sin embargo algunas de las religiones como el Islam provienen de países donde no existe libertad de culto y, por lo tanto, a cualquiera no se le permite que profese libremente otros cultos. El argumento multiculturalista es que cada sociedad tiene una visión del mundo que debe ser respetada y de nuevo nos encontramos ante algo paradójico: la exigencia de un respeto universal pero que, a la vez, no es aplicado recíprocamente. La Regla de Oro es nuevamente ignorada porque unos exigen algo para ellos que no están dispuestos a darlo para otros.

Algo similar sucede con ideologías políticas que compiten libremente en elecciones democráticas para que, luego de convencer a una mayoría circunstancial, desde el poder intentan eliminar la democracia misma. Un ejemplo muy trillado es el de Hitler y su ascenso democrático al poder para luego implantar una dictadura fascista. Cuando la conquista del poder se hace por la vía armada, como son los casos de Rusia, Cuba, China o Corea del Norte no solamente no se respeta la Regla de Oro, sino que cínicamente se termina argumentando que esos militarismos son unas "verdaderas" democracias.

De nuevo, se podría decir que quienes forman parte del poder en esos países tuvieron la buena suerte de haber triunfado en sus guerras. Pero la falta de reciprocidad que impide la alternabilidad en el poder muestra la intención ilegítima de aplicar dobles estándares para impedir que haya cambios que les reduzcan sus privilegios.

La suerte es contingente, aleatoria o super-aleatoria pero no mecanística
Recientemente publiqué un artículo que explica esos cuatro tipos de fenómenos: lo contingente es no predecible, pero explicable; lo aleatorio es predecible probabilísticamente, pero no explicable totalmente; lo super-aleatorio es no predicible ni explicable (los milagros); y lo mecanístico es predecible y explicable (determinístico).

Políticas redistributivas no voluntarias y la imposición de exigencias no recíprocas buscan en el fondo lidiar con disparidades que son producto de procesos donde la suerte interviene. Son intentos de volver mecanístico (predecible y explicable) a algo que no puede serlo. Reglas simples y claras como la Regla de Oro, la aplicación de criterios meritocráticos objetivos, o el respeto a principios básicos como la alternabilidad en el poder en la democracia, son formas mecanísticas que producen contextos donde si bien las disparidades no van a desaparecer, porque la suerte continuará teniendo sus incontrolables efectos, estas pueden reducirse sustancialmente en el tiempo. Reglas, criterios, principios son conjuntamente partes de un Estado de Derecho, el Imperio de la Ley donde ninguna persona o grupo de personas se impone sobre los demás por alguna condición o característica particular que tenga: raza, sexo, estatus, credo, afiliación política, etc. 

La Juventus ganó muchos campeonatos, fue sancionada y rebajada de categoría, regresó a la Liga y volvió a ganar, luego ha dejado de ganar... etc. En definitiva, su trayectoria muestra la mezcla de trabajo y suerte que es su propia y única historia. En el fútbol no se penaliza a quien gane muchos campeonatos, escudetos, o clásicos. Se penaliza a quien incumpla reglas claras, pero a la vez se respetan los méritos. ¿Es un privilegio pertenecer a un equipo ganador, luchador, trabajador? Sí que lo es. Pero nada debe impedirle a nadie pertenecer a otros equipos que pueden llegar a ser tan ganadores, luchadores y trabajadores como la Juventus.

En cada gol hay una mezcla de trabajo y suerte. Así es con cada descubrimiento científico, cada emprendimiento exitoso, cada felicidad personal y colectiva. La libertad es también paradójica porque no es la falta de reglas lo que la produce, sino la aplicación de reglas claras, universales y recíprocamente aplicadas, lo que crea esa mezcla de trabajo, suerte y aceptación de resultados (que algunos podrían parecer más justos o injustos que otros), que hacen de la vida en libertad una experiencia maravillosa.

¡Viva la libertad carajo!