Blog personal en el que...

Escribo sobre temas que me interesan, me afectan, me gustan, me intrigan: algo bastante sobre política, pero también hay de urbanismo, diseño y temas diversos.

8.12.21

Get Back para darse cuenta de qué nos falta en Venezuela

 


Enero de 1969. Los Beatles en la cúspide de su fama se reúnen con el propósito de grabar un disco y hacer una aparición pública. Esa tarea que se propusieron es registrada en audio y con cámaras 16 mm. 42 años (casi 43) después, gracias al genio de Peter Jackson, podemos ver y casi que sentir, lo que estuvo sucediendo en la intimidad de una de las bandas de rock más importantes, unos meses antes de que luego ocurriera su disolución como grupo.

¿Es la creatividad así no más?
Una de las ventajas de este documental disponible en Disney +, es poder ver parte de lo que ocurre cuando nace una nueva canción como Get Back u Octopus's Garden que se convertirán en unos de nuestros ohrwürmer (gusanos de oído) como le dicen en Alemania a esas melodías que emergen espontáneamente en nuestra conciencia en cualquier instante. Las ideas de las canciones son como seres recién nacidos, tienen ojos cerrados, líquidos untados en el cuerpo, cordones umbilicales conectados a quienes las traen al mundo; pero luego de su llegada, con sus pañales puestos, las alimentan, crecen, juegan, se ríen y comienzan a gatear; después caminan hasta que salen corriendo y llegan a nuestros oídos.

Uno puede darse cuenta de que no es primero la melodía, o sí, o es primero la letra, o no. Los procesos creativos de una banda de rock, de una empresa o de todo un país parecen ser eventos que siguen una evolución no lineal, donde intervienen disciplina, juego, caos. Pero el hilo conductor es un disfrute terco, una alegría contagiosa de producir en conjunto algo significativo y que podrá terminar siendo parte de la aventura humana en este planeta.

La creatividad sucede si el contexto es el apropiado y cada involucrado se compromete a producir. Esto significa que la creatividad exige disciplina, pero también se nutre del goce lúdico, de cierto desorden, de la libertad para arriesgarse y equivocarse, o no.

Epstein y la disciplina
En una de las tantas conversaciones mostradas por el documental, los Beatles comentan que luego de la muerte de Brian Epstein, el primer manager que los catapultó a ser mundialmente famosos, cada quien andaba como por su lado, lo que causaba una falta de cohesión que se notaba en roces que habían comenzado a aparecer entre ellos. Justamente, el documental lo vuelve a uno testigo de una estampida de George, quien abandona el estudio y dice que no vuelve. Este clímax dramático en el arco narrativo de este íntimo recuento de 20 días de grabaciones, se resuelve con un par de reuniones en casa de Ringo en las que los otros tres logran que George regrese.

Paul parece ser, según lo visto en este documental, quien tiene un rol de liderazgo más saliente entre los 4 de Liverpool, rol que tradicionalmente era como que de John. Sin embargo, una cosa es el liderazgo carismático, creativo y musical, y otra el liderazgo de la disciplina que aportó Epstein. Paul hace esfuerzos por sustituir parte de lo que debe haber hecho Epstein para llevarlos a desarrollar su potencial, pero no parece lograrlo en esos días y, por supuesto, tampoco lo lograría después ya que se separan definitivamente en menos de un año.

Me dí cuenta de que uno tiende a fundir en la idea de ser líder a alguien que tenga siempre la capacidad de brillar con su carisma y, simultáneamente, el don de imponer disciplina al grupo que dirija; y no necesariamente tiene que ser así. 

La apertura hacia la incorporación de Billy Preston
Otra de las maravillas de poder presenciar eso que sucedió hace más de 4 décadas, es ver cómo se agrega un 5to Beatle a la banda: el músico tecladista Billy Preston. Él decide pasar a saludar y, casualmente, en el momento en que ellos discutían que las canciones en desarrollo requerían del sonido del piano eléctrico, del piano piano o del órgano y no se daban abasto para hacerlo sin sacrificar una de las guitarras. Lo invitan a sentarse en el piano eléctrico y allí se quedó.

La permeabilidad que muestra el grupo, teniendo la fama como la que tenían en ese momento, me sorprendió. No sabría decir si fue el contacto previo que tuvieron con un gurú de la India que los ayudó a ser así de abiertos; o el cosmopolitismo de la cultura inglesa poscolonial. Pero es insólito como ocurre la incorporación de ese joven músico y la armonía con la que se acopla humana y musicalmente a la banda.

Una permeabilidad que también había hacia todo el personal técnico y de apoyo a las grabaciones. Los escuchan, los hacen participar. Es un disfrute ver como la belleza de sus canciones se correlaciona con la indudable evidencia de ellos como bellas personas.

Lecciones para Venezuela
Apertura, disciplina, creatividad. Esas tres características que afloran del documental de los Beatles pueden servir de guía para la Venezuela del 2021: Un país encerrado entre 4 paredes pintadas con frases huecas traídas de la patética revolución cubana; una sociedad sin la disciplina de un Estado de Derecho que imponga reglas claras y evite la impunidad a toda costa; y una economía sin la creatividad que requerimos en esta etapa post petrolera que tanto se anunció y que nos encontró en el peor momento de caos inflacionario, social y moral. Apertura, disciplina y creatividad son todas necesarias y funcionan en conjunto.

Los Beatles se separan porque les falló la disciplina. A Venezuela le están fallando las tres características mencionadas y ya van más de 6 MM de venezolanos emigrados. Son 6 millones de GeorgeHarrisons que salieron en estampida y que ninguno de los Pauls, Johns o Ringos de nosotros parecen estar haciendo nada para que regresen.

Tampoco se está haciendo nada para que tengamos un Brian Epstein que imponga disciplina al país. Me encantaría que Angela Merkel, quien ahora está desempleada, asumiera ese rol con la apertura que debemos tener de nuestra parte ante el hecho de que a ella le guste la música de Nina Hagen. En fin, que ver el documental nos sirva de algo y hagamos lo que debemos hacer antes de que nuestro país-banda quede desmembrado, quebrado, olvidado, como una falla vergonzosa de la que no aprendimos nada.

11.10.21

Metáforas y política


Como reacción ante un reciente artículo de Julio Castillo S., titulado "JUGAR CON Y SIN EL BALON," se me disparó la siguiente reflexión:

Cada quién escoge una metáfora como cristal por el que se mira al escenario político. La metáfora del juego (fútbol, ajedrez, dominó, etc.) es una de las más usadas. Con esa metáfora el régimen queda definido como adversario. En unas elecciones también pueden verse como que hay rines donde los boxeadores se montan a pelear y hay unos que ganan, mientras otros pierden. Al terminar las peleas, los adversarios se saludan y se retiran para prepararse para nuevos encuentros.

En cambio la metáfora de la guerra implica enemigos. Enemigo es distinto a adversario. Los encuentros son batallas y los riesgos que se corren son mucho más fuertes que los juegos o el deporte. El régimen usa esa metáfora. Ve cada situación con ese cristal y actúa en consecuencia. Es capaz de matar (lo ha demostrado) y se empeña en debilitar a su enemigo (la oposición) cada vez que puede.

Me parece un sin sentido mantener como guía una metáfora distinta a la del oponente, cuando esta supone premisas que el oponente no respeta. Cuando es juego vs guerra, la de juego es papel y la de guerra es tijera. La esperanza de que el oponente abandone la tijera y pase a piedra es, en todo caso, irracional, sobretodo si éste lleva años en modo tijera, lo cual lo ha ayudado a ganar y ganar y ganar...

Las sanciones han sido de lo poco que es más parecido a tijera que han aplicado los aliados de la oposición. Es una respuesta a la increíble impunidad de la que goza el régimen y es una respuesta en clave de guerra. Las sanciones han llevado al régimen a sentarse a negociar, pero siguen teniendo claro que la metáfora que les ha funcionado bien es la de la guerra. Es posible que algunos que se consideraban de oposición hayan confundido tijera con piedra, cuando aupaba a chamos a enfrentarse a los represores. En esa ocasión, el régimen jugaba a ser la víctima de los supuestos "violentos," convirtiéndose así provisionalmente en papel para envolver la piedra y seguir ganando.

Es difícil reconocer que las metáforas son parte de la realidad y no un simple ejercicio retórico de poca trascendencia. El tener un discurso político poco imaginativo, o que asuma que lo dicho es una descripción real de lo que pasa, se convierte fácilmente en una desventaja estratégica. Peor todavía es cuando desde la oposición se ríen de las metáforas de quienes los derrotan, como si creyeran que perder fuese ganar porque "les asiste la razón."

Los enemigos no tienen que ser para siempre enemigos. Después de ganarles se puede coexistir con ellos. Sin embargo, cuando se trata de una guerra híbrida como la planteada por quienes pisan con sus botas militares o con las Frazzani a Venezuela, los militaristas no tienen límite para exterminar a la oposición democrática porque la consideran un enemigo de clase, ya que se basan en proclamas comunistas típicas que en la práctica no son distintas a un fascismo más.

Las negociaciones, las elecciones o cómo se hacen análisis sobre lo que sucede, están inevitablemente conectados a metáforas que nos hacen ver las cosas de una determinada manera. 

Estoy en desacuerdo con la metáfora que sirvió de base al artículo, pero quizás tampoco haya todavía explicado bien lo que me lleva a rechazar lo planteado en él por Julio Castillo S.

14.4.21

Internet y desorientación

 

      Ilustración: NY Times.

Fenómenos como la Covid-19 retan los límites de la globalización. Pensar globalmente y actuar localmente fue una consigna smart que sonó muy bien por lo que tiene de flexible, pero que se saltó el puente necesario para poder conectar pensar con actuar. Ese puente es decidir y esa habilidad tiene sus secretos y, como tales, son conocidos por poca gente.

Voy a compartir con usted por lo menos 3 secretos para poder decidir eficazmente: disponer de información; tener objetivos claros; y hacerse responsable de posibles consecuencias de tomar las decisiones (o no) oportunamente. 

Toneladas de información
Desde hace unos años, Internet se ha ido convirtiendo en una realidad global, con un enorme potencial para mejorar nuestra capacidad para tomar decisiones; pero a la vez, con potentes efectos colaterales que afectan negativamente esa capacidad. La gran cantidad y variedad de información en Internet es una ventaja, incluso por lo fresca que usualmente es; sin embargo, eso mismo puede convertirse y, de hecho, se ha convertido en una fuente de confusión y desorientación.

Por ejemplo, en el caso de las vacunas contra la Covid-19, la divulgación de problemas de salud que unas decenas de personas presentaron entre millones de vacunados ha conducido a una alarma generalizada y a una innecesaria suspensión en el uso de un par de vacunas que en un 99,9999% de los casos están beneficiando a quienes son vacunados. En cierto modo, el pensar la vacuna con base en las toneladas de información que llegan por Internet ha hecho que emerja el mito de la vacuna perfecta, una vacuna sin ningún efecto colateral grave, una obra que solo un dios podría crear a diferencia de los equipos humanos competentes que de verdad se dedican a ello. Pensar globalmente la vacuna de esa manera ha llevado a decisiones localmente inconvenientes.

Objetivos claritos
Una parte muy significativa de conectarse por Internet es la interacción a través de redes sociales. Con esa interacción se pasa, generalmente sin darnos cuenta, del mundo de la información al mundo de la opinión, con el agravante de que muchos confunden lo segundo con lo primero. La gente escribe o repite lo que otros escriben o repiten, dicen lo que sea que se les ocurre, dicen lo que sus creencias y, sobre todo, sus miedos y resentimientos los motivan a comunicar.

Por ejemplo, el objetivo que todo programa de vacunación tiene es salvar vidas, y ese objetivo se pierde en un océano de dudas, especialmente alimentadas por las atractivas teorías conspirativas que no son otra cosa que inyectarle objetivos distintos a lo que debería tener clarito todo el mundo: vacunas para convertir a la gente en zombies y dominarlos; vacunas para que los más ricos se vuelvan más ricos; vacunas para que se reduzca la fertilidad en jóvenes, etc. En fin, vacunas para todo menos para lo que son: evitar que la gente desarrolle un cuadro complicado que la lleve a una hospitalización y de allí, en muchos casos, a la muerte. Pensar o imaginar objetivos distintos al real, frena la decisión de vacunarse y, siempre, el no tomar una decisión termina también siendo una decisión.

¿Responsable yo?
Decidir, una de las formas más claras de ejercer la responsabilidad en cualquier asunto, sea cotidiano o extraordinario, es ser agente, agenciar, decidir actuar... a diferencia de dejar que otros decidan por uno o de clonar decisiones de otros (quizás para sentirnos parte de "algo" con lo que nos identifiquemos). Pero imaginar consecuencias de decisiones es lo que nos puede hacer darnos cuenta de lo que significa ser responsable. Lamentablemente, pocos asocian pensar con imaginar y la mayoría prefiere creerse víctima de decisiones de otros, antes de hacer un esfuerzo extra de tomar en cuenta las consecuencias de lo que decidan o dejen de decidir.

Las medidas para evitar el contagio de la Covid-19 han sido divulgadas incesantemente. Sin embargo, algunos lo toman como una imposición, otros las consideran inútiles y otros, a pesar de estar de acuerdo, simplemente las olvidan. Los niveles actuales de contagio son consecuencia de los descuidos preventivos, especialmente después de 1 año de haberse declarado la pandemia. Cada cual es responsable de no contagiarse y de no contagiar a otros, así como de mantener su sistema inmunológico en la mejor forma posible. Creer que eso es un asunto fuera del ámbito de la responsabilidad individual y atribuirlo solo a los gobiernos, indica otra vez que es la desorientación lo que se puede haber producido por el exceso de información confusa y crecientemente divulgada.

Obviamente que hace falta que gobiernos actúen y que la sola precaución individual es insuficiente. Pero cuando no sabemos que no conocemos estos "secretos" sobre cómo tomar decisiones eficaces; y, además, casi que solo nos disponemos a hacer lo que la "manada" a la que pertenecemos hace, el resultado es paradójico: con tanta información disponible y pudiendo lograr el objetivo que nos conviene, insistimos en meter la pata de alguna manera.

Mucha desorientación por no haber aprendido todavía a usar bien la "brújula" que es Internet.

14.2.21

Better Call Saul: ¿Es la tensión entre Jimmy y Chuck una metáfora para entender la relación entre chavismo y oposición?

 


Para esta precuela/secuela de Breaking Bad, Better Call Saul en Netflix, aparte de sus innegables cualidades que la sitúan entre obras cuyo arte cinematográfico es de una increíble altísima calidad, se me antoja darle una lectura lateral, oblicua, si se quiere hasta arbitraria, por compararla con nuestra realidad política venezolana.

En el artículo precedente, escribí sobre Breaking Bad como metáfora para abordar el tema de la libertad individual y sus consecuencias (ver ese artículo aquí): ejercer la libertad de decidir hacer lo que queramos está inevitablemente asociada al hacerse responsable por los efectos, por el impacto directo e indirecto de esas decisiones. Walt se dió cuenta, de forma muy dramática, de que no decidir inconscientemente era como decidir irresponsablemente y que, a su vez, decidir conscientemente traía todo tipo de consecuencias que debía afrontar, en lo posible, de manera oportuna. Esta reflexión puede también tener implicaciones con lo que nos sucede a los venezolanos, pero no las he explorado todavía.

En cambio, al observar en Better Call Saul la relación cercana y conflictiva entre los dos hermanos, Jimmy y Chuck, sus rasgos arquetipales que la sitúan a nivel de una historia como la de Caín y Abel, me llevaron a relacionarla con lo que nos sucede políticamente, desde comienzos del siglo XXI, en Venezuela.

Irremediablemente hermanos
Dos personas nacidas de la misma madre son irremediablemente hermanos. Si crecen juntos, es mucho más fuerte ese vínculo. Pero eso no significa que se la lleven bien como tales. Jimmy y Chuck se quieren pero al mismo tiempo se repelen como si se acercaran dos imanes por los polos del mismo signo.

Jimmy es el menor, el consentido de su mamá, el extrovertido, el que va creciendo más salvajemente, menos domesticado. Despierto y observador se da cuenta de que en la práctica no todo es bueno o malo, que hay grises, que hay oportunidades, que la lealtad es un valor relativo o, en todo caso, que lo primero a tomar en cuenta es si lo que va a hacer le conviene a sí mismo; que, en pocas palabras, el fin justifica los medios.

Por otra parte Chuck es el mayor, el responsable, el introvertido, el que va alcanzando metas socialmente aceptadas a través de grandes esfuerzos. Igualmente despierto y observador asume que no hay grises, que la gente es buena (como su padre, persona de gran altruismo) o mala (como Jimmy), que los árboles que nacen torcidos no se enderezan y que, kantianamente, no se puede decidir algo solo porque le convenga a uno mismo sino porque le debe convenir a la humanidad, o a la "ley," que no es sino su forma rígida de entender a la humanidad; en resumen, que los medios justifican el fin.

Chuck se graduó de Leyes en una prestigiosa universidad. Jimmy también lo logra, pero luego de ser office-boy en el bufete de su hermano, estudiando por correspondencia. Hasta cierto punto, la principal diferencia entre ambos abogados es que Jimmy hacía cosas para parecerse a Chuck; en cambio Chuck rechazaba la posibilidad de parecerse en algo a Jimmy.

El chavismo y la oposición están integrados por venezolanos, hijos de una misma "madre" (patria). La evolución del chavismo es parecida a la de Jimmy. Son los toderos, los flexibles, los que derrochan simpatía y conquistan corazones. Pero al mismo tiempo, no tienen límites. Son los oportunistas, los que que hacen casi cualquier cosa para salirse con la suya. Son lo contrario a la "ley," a las normas, al respeto, a la opresión de las "élites" encarnadas en la oposición como especie de "Chucks" que se les atraviesan a esos "Jimmies," impidiéndoles seguir haciendo lo que les da la gana.

Flexibilidad vs Rigidez
La flexibilidad es un rasgo evolutivo que da más posibilidades de supervivencia. De hecho Jimmy se las arregla para salir vivo del conflicto, a diferencia de Chuck. La rigidez de Chuck lo lleva a encerrarse, a vivir una paranoia electromagnética que hace que él mismo se derrote, que pierda su propósito de vida. El excesivo academicismo y rigurosidad de Chuck lo distancia de sus instintos y, aunque reconocido y admirado, es finalmente apartado por su propio bufete. Otra historia sería si Chuck hubiese buscado integrar su sombra, representada en Jimmy, y quizás hubiese podido incorporar algunos rasgos positivos de Jimmy en él.

Si en el caso de la política venezolana el "bufete" son los países democráticos que quieren apoyar a la oposición, las rigideces de ésta pueden llevarla a un final como el de Chuck. Reconocer y abrazar el vínculo filial con el chavismo no significa ceder ante todos sus desmanes y conductas delictivas. Integrar esa sombra, eso que rechazamos del chavismo, es un paso necesario para superar el conflicto y avanzar. Integrar no significa adoptar, sino reconocer que somos capaces de hacer eso y que decidimos no hacerlo, conscientemente, pero que los de la oposición no somos "buenos" per se y ellos los "malos." Integrar la sombra requiere de flexibilidad.

La negociación entre hermanos es particularmente complicada, mucho más si hay rechazos viscerales. Si insistimos, como Chuck, en que lo "bueno" de la humanidad es la "ley," y lo "malo" lo que vemos fuera de ella, se dificultará la posibilidad de avanzar hacia un futuro distinto en el que "Jimmy y Chuck" trabajen juntos. La posibilidad de unir esfuerzos para salir de la pandemia de la Covid-19 es una oportunidad para que chavismo y oposición, como hermanos, hagan algo que pueda luego conectarse con nuevas oportunidades de unión fraternal.

Cinismo vs Ironía
Jimmy está tan resentido que cuando parece buscar hacer algo que tome en cuenta a Chuck, lo hace sin de verdad creer en que está sinceramente haciéndolo porque lo quiere como hermano. Chuck sería hasta más sincero porque cree que no ayudar a Jimmy es, en el fondo, ayudarlo. Estas relaciones conflictivas en el contexto de un vínculo tan cercano que, a su vez, lo hacen lejano, son particularmente difíciles de superar: en el momento de mayor cercanía, podría existir al mismo tiempo la mayor lejanía posible.

¿Será posible que dos hermanos tan distintos cedan y decidan parecerse más entre ellos? O, por el contrario, ¿Estamos ante un wishful thinking, pensando en pajaritos preñados, y sería mejor que cada quien siga su camino como ha sucedido con las dos Coreas? ¿Podrían haber seguido Jimmy y Chuck, juntos en Albuquerque, coexistiendo?

Alemania quedó dividida después de la II Guerra Mundial y en 1989 derrumbaron el muro. Esos hermanos (Fritz y Franz, en este caso) decidieron reunirse otra vez en un solo país y hasta una Jimmy producto de la DDR (Angela Merkel) ha encarnado esa integración de las respectivas sombras. Parece entonces que es difícil, pero no imposible.

Cuando nos demos cuenta de que podemos ser tan cínicos como Jorge Rodríguez pero que también podemos decidir conscientemente no hacerlo, podremos empezar a ver las consecuencias de esos movimientos. La lucha política no solamente se libra en las calles y en competencias electorales. Ocurre también en un escenario interno, en nosotros mismos.

Un movimiento interesante sería descubrir la diferencia entre cinismo e ironía y comenzar a ser más irónicos que cínicos. Eso podría abrir ciertas posibilidades de comunicación con miras a una negociación. El cinismo hiere. La ironía estimula la imaginación y la risa. Uno de los problemas que Jimmy y Chuck no lograron superar fue el de abandonar el cinismo. Kim se dio cuenta...

El tema es inagotable.

27.1.21

Breaking Bad: ¿Metáfora para abordar la sombra de la libertad individual?


La premiada y afamada serie de Netflix Breaking Bad trata sobre un profesor de química llamado Walter White quien, ante un diagnóstico de que tiene cáncer de pulmón, decide dedicarse a producir metanfetaminas; su intención es poder hacer dinero suficiente que sirva para que, luego de su inminente muerte, su familia se mantenga viviendo dignamente.

Walter está resentido por lo poco que gana como profesor, por las obligaciones familiares, por las comparaciones que se hace con otros profesionales que a diferencia de él sí han alcanzado éxito económico. Ese resentimiento, combinado con la noticia sobre su enfermedad, se convierte en una fuerte reacción que lo lleva a buscar aprovechar sus conocimientos para hacer ese dinero, ese dinero que previamente nunca se puso a producir. Pero la necesidad de hacer un monto significativo a una gran velocidad, lo conduce al terreno de lo ilegal: la droga.

Si cada ser (incluyendo a los humanos) solo necesita estar vivo para darse cuenta de que inevitablemente va a morir en algún momento, ¿Por qué Walter decide en circunstancias extremas volverse más "productivo" tomando un tipo de decisión que podría haber tomado mucho antes, sin tener la presión de una posible pronta fecha de su muerte como aliciente? ¿Será que dejar herencia es como seguir viviendo más allá de la impronta genética, puramente biológica, de la descendencia?

Esa aparentemente suficiente razón para decidir lo que decidió, resultó luego más o menos incompleta porque, en el fondo, Walter buscaba con igual o mayor entusiasmo poder decidir y seguir decidiendo libremente sobre qué, cómo, cuándo, dónde y con quién hacer lo que quería hacer como individuo. Es su libertad individual, más que el presunto amor por esposa e hijos, lo que pareció determinar la ruta a seguir. Walter va entonces dejando de ser objeto de su empleo, de su familia, de su entorno... para convertirse en un sujeto que toma decisiones, que actúa de acuerdo con sus objetivos (con complicaciones y efectos colaterales terribles en muchas de las circunstancias), pero con decisiones propias.

Esa es la promesa de la Modernidad: el individuo libre, que toma sus decisiones, que es "capitán de su alma," como diría el otro W.W., Walt Whitman de quien, por cierto, aparece su libro Hojas de Hierba en uno de los nudos claves de la extensa narración. Pero a esa capacidad, a esa la luz brillante de muchos individuos libres y dignos que iluminó la posibilidad del Enlightenment (La Ilustración), lo acompaña a su paso la sombra de la complejidad generada justamente por esas decisiones que, por ser libres y de muchos individuos, serían hasta cierto punto impredecibles. 

Junto a la Modernidad va a crecer inevitablemente la incertidumbre, el azar, así como las oportunidades de cambio. Eso la hace compleja y quizás incomprensible. La libertad para decidir podría combinarse con un análisis de escenarios y de opciones pero, hasta para el ser más inteligente y capaz, la explosión combinatoria lo abrumará.

El individuo libre y decidido se encontrará con muchos otros individuos libres y decididos para crear una compleja red de interacciones. El usar mentiras y estratagemas podría ayudarlo un rato a controlar la diversidad de posibles situaciones. Pero, más temprano que tarde, la sombra de la complejidad emerge para empañar los sueños de libertad que Whitman (y cualquier otro liberal moderno) creyó posible.

Un orden fascista o comunista reduciría la complejidad, pero también mataría la libertad. Un sistema de libertades aumenta la complejidad pero junto con ella aumentará también la incertidumbre y sus inevitables complicaciones. To break bad es tentador pero peligroso.

Libertad individual significa responsabilidad individual. No hay excusas, ni tampoco alegatos sobre que las intenciones eran las mejores. Pero, de todos modos... ¡Bienvenida la libertad!

12.1.21

La paradoja de Bertrand Russell y los "analistas" de oposición

Bertrand Russell, matemático y filósofo inglés (1872 - 1970), le escribe en 1902 a Gottlob Frege, matemático y filósofo alemán (1848 - 1925), una carta en la que le planteó una idea que más tarde fue conocida como la paradoja de Russell, que consiste en lo siguiente:

Si se se considera a M como el conjunto de todos los conjuntos normales, siendo un conjunto normal aquél entre cuyos elementos no está él mismo (si estuviera no sería entonces un conjunto normal, sino singular); si M no pertenece a M, entonces sería parte de un conjunto normal y tendría que pertenecer a M; pero si pertenece a M, entonces no debería ser parte de M. Es decir, existe una contradicción porque no pertenecer a M, lo hace pertenecer a M, pero si pertenece entonces no es normal, o sea no pertenece.

Tomado del video explicativo de Archimedes Tubehttps://www.youtube.com/watch?v=J-voJm6tNJY&t=487s

¿Qué tiene que ver entonces la paradoja de Russell con "analistas" de oposición? Vamos a ver si logro conectar estas cosas aparentemente poco relacionadas.

Lo normal en teoría de conjuntos es lo que define a los conjuntos que en sí mismos no pueden ser parte de ellos mismos. Un conjunto normal, por ejemplo, puede ser aquel que reúne a todos los gatos del mundo. Ese conjunto no es en sí mismo un gato, por lo tanto no puede ser un elemento que pertenezca a ese conjunto. Lo singular es lo que distingue a los conjuntos no normales, es decir, aquellos conjuntos que sí pueden considerarse que pertenecen a sí mismos. Un ejemplo de ello es el conjunto de todas las herramientas matemáticas; ese conjunto es en sí mismo una herramienta matemática y, por lo tanto, está incluído como elemento perteneciente a sí mismo.

Si se considera a Mci como el conjunto de todos los medios de comunicación independientes que entrevistan a analistas opositores o publican sus artículos, siempre que todo analista opositor produzca análisis a favor de la oposición (los medios que nunca entrevistan o publican artículos a favor de la oposición, son los del régimen); como existen redes sociales y en ellas algunos analistas de oposición divulgan frecuentemente sus análisis de oposición (pero a la oposición), se puede afirmar que cada analista es en sí mismo un medio, por lo tanto cada uno de ellos sería parte de Mci, o sea que Mci en este caso es un conjunto del tipo singular. Pero, al observar que ciertos analistas hacen frecuentemente afirmaciones opuestas a la oposición, uno se pregunta si es lógico que sean elementos de Mci, o si se trata de unos "análisis" que no reúnen las características mínimas necesarias para que se consideren de oposición.

Si, a pesar de esos "análisis," siguen siendo presentados y entrevistados como si fueran opositores al régimen, uno también se pregunta hasta qué punto esos mismos medios pertenecen al conjunto Mci, o si serían en todo caso elementos del otro conjunto Mcr (medios de comunicación del régimen), pero solapados.

Las paradojas son contradicciones y las contradicciones ponen al cerebro "a pistonear y pasar aceite." Solamente una aguda capacidad para ser cínico le posibilita al cerebro de esa persona (por ejemplo un Jorge Rodríguez, o un José Vicente Rangel - la lista de ese tipo de personajes es muy larga), funcionar con inteligencia casi que perfectamente. Un régimen militarista integrado por gangsters cínicos es un enemigo formidable que exige que nos demos cuenta de las retorcidas trampas comunicacionales que usan para hacer emerger contradicciones por montón.

Si bien Bertrand Russell puso a pasar trabajo a Frege antes de la publicación de su libro sobre fundamentos de la lógica y las matemáticas, no lo hizo para perjudicar. Pero las paradojas malintencionadas hay que saberlas identificar a tiempo porque producen incongruencia y debilidad. Si ya sentimos eso desde hace tiempo, es porque esas paradojas siguen ahí y quienes las diseñan, lanzan y machacan cada vez que pueden, con una coraza de cinismo que los protege, andan por ahí tranquilazos.

No hay nada peor que mutar en cínico y mezclarlo con la debilidad y tristeza que sintamos. Hay que darse cuenta de si nos encontramos diciendo "todos son iguales" o "ninguno sirve" o "esto se lo llevó quien lo trajo", etc., porque detrás de esas frases está la operación de guerra psicológica feroz a la que estamos sometidos, produciendo el resultado que los gangsters ya han obtenido y que esperan que se mantenga. 

Los matemáticos y filósofos construyen sólidas mansiones de ideas maravillosas y útiles. Pero los gangsters cínicos solo logran levantar castillos de naipes, aparentemente inderrumbables, que son tan fuertes como las paradojas que ponen a circular y las contradicciones que estas producen. Darse cuenta de ellas ayuda, indudablemente, a derrumbar esos castillos.