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Escribo sobre temas que me interesan, me afectan, me gustan, me intrigan: algo bastante sobre política, pero también hay de urbanismo, diseño y temas diversos.

28.10.10

Escobas, pixels y estatizaciones

Ante tanta crítica al CentíMetro de Caracas, Pudreval, Energía Nuclear, Viviendas Importadas, etc., me propuse como tarea reseñar algo que haya hecho bien el Estebanismo gobernante. Su resiliencia para mantenerse como casta dominante, militarista y roja, debe contar con una explicación que no sea la que supone que una porción muy importante del país es un híbrido de resentimiento, masoquismo y estupidez. Lo primero que me saltó a la vista fue el barrer.

Luego de 12 años en el poder, proliferan las cuadrillas de barrenderos. Me luce que han ido aprendiendo con tantos años de práctica. Por ejemplo, en la Cota Mil ya no destruyen la capa vegetal que cubre los taludes y se esmeran en desbrozar, podar y recoger las basuritas en bolsas que tampoco son dejadas 2 meses orilladas, esperando a un volteo enorme que las recoja en plena hora pico.

Sin embargo, la recolección de la basura doméstica (no la vial ni la peatonal) sigue de regular a mala. Pareciera que al ser una actividad que requiere de más logística y gerencia (rutas, horarios, mantenimiento de camiones, manejo de personal, etc.), se les hace como muy complicado. Se sabe que la cantidad de policías por cada 1.000 habitantes en Venezuela es muy baja, pero la cantidad de barrenderos seguramente supera unos cuantos records, al igual que la cantidad de taxistas y demás habitantes de las calles que hacen sus necesidades fisiológicas en plena vía y a cualquier hora (no importa la hora, por ejemplo la Av. Libertador funciona como el Gran Urinario para Caracas). Pero, por favor, que estos comentarios no empañen el reconocimiento al alto nivel de barrenderismo alcanzado.

Otra gran área de avance del Estebanismo es la propaganda. Por un lado neutraliza (Venevisión, Televen y algunas radios y periódicos) o elimina (RCTV, CNB y otras 32 radios, etc.) la competencia; y, por el otro, se esmera cada vez más en desarrollar cuantitativa y cualitativamente sus propios mensajes. Desde el recordatorio cromático perenne en la indumentaria colorada de los funcionarios con más proyección mediática, hasta su portafolio de piezas multimedia, impresas y BTL que colocan en medios y donde sea, a lo largo y ancho del país, demuestran que hay una industria trabajando incansablemente todos los días, cual barrenderos, para hacernos ver y oir los mensajes revolucionarios. Pixel a pixel avanzan en el lavado de cerebro que hacen hasta con cierta picardía e imaginación, como la del poster que esta mañana ví en un kiosko de la Av. Panteón: (algo como) “Tome cápsulas PSUV contra la apatía, el aburrimiento...” mostrando una caja estilo producto farmacéutico en un alarde de publicidad engañosa, digna de una estruendosa intervención de Indepabis sino se tratara del propio partido de sus funcionarios. Pero, por favor, que este comentario no le haga desdeñar el empeño con el que el Estebanismo asume la tarea comunicacional.

Por último, son indudables los logros en materia de estatizaciones. Chequera en mano se estatizó a CANTV, la EDC, Sidor, etc.; y luego con ocupaciones y sin cheques, sino sólo con promesas de pago, llevan un gran record de estatizaciones a proveedores de PDVSA, bancos, casas de bolsa, centros comerciales, fincas, industrias agroalimentarias, hipermercados, envases de vidrio, etc., que sobrepasan varios cientos en los últimos 2 años. Porque no ha habido muertos que lamentar y los estatizados no se han dedicado a mostrar una gran resistencia activa y directa (quizás con la excepción del lamentable resultado de la larga protesta que decidió hacer Franklin Brito), se puede decir que hasta ahí lo han hecho muy bien. Aunque luego, como toda empresa en manos de burócratas, lo estatizado termina funcionando muy mal y con pérdidas. Pero, por favor, que este comentario no lleve a desmerecer la eficiencia de la Misión Exprópiese.

El balance de lo bueno del Estebanismo puede resumirse en lo siguiente: subempleo de bajísima calificación, saturación simbólico-propagandística y concentración de la propiedad en un solo dueño del país que le corresponde decidir qué comemos y hasta cómo serán los envases en los que vamos a recibir la comida. Si combinan sus destrezas, no será extraño que un comando de guerrilla comunicacional se instale en la OI para colocar mensajitos en las botellas como parte de una envolvente estrategia BTL, estilo 1984, que dejará pálida la imaginación de Orwell con sus pantallas interactivas y la neolengua con las que el BigBrother ejercía su hegemonía.

Pero, por favor, que estos comentarios no impidan reconocer que, por ahora, las fuerzas democráticas no saben cómo terminar de superar a este militarismo tan competente, tan competente para: destruir la ingenieria venezolana, mientras glorifica al subempleo de barrenderos, estimula la emigración de universitarios e importa profesionales extranjeros; acallar el pluralismo democrático, mientras ensalza al pensamiento único, dogmático y atrasado (si es que llega realmente a ser 'pensamiento'); y restringir la libertad, porque al confiscar la propiedad privada decomisa también la libertad para decidir que debe estár repartida cada vez más entre muchas personas, familias y empresas, en lugar de concentrada en un solo tipo, conocido en los bajos fondos como el Esteban.

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