La Asamblea Nacional es la base del Poder Político Democrático establecido en la Constitución. El Poder Ejecutivo debe ocuparse de ejecutar planes y programas que contribuyan con el desarrollo del país. Pero al Poder Legislativo o Parlamentario le corresponde equilibrar políticamente las acciones del Poder Ejecutivo para que sean efectivamente orientadas hacia los objetivos prioritarios compartidos por todos o al menos por una gran mayoría de los venezolanos. La renovación de la Asamblea Nacional el próximo 26S es la oportunidad para reorientar las prioridades, interpretando lo que la gran mayoría de los venezolanos queremos y necesitamos.
Una prioridad del gobierno que no comparte la gran mayoría de los venezolanos es la de insistir en desviar recursos venezolanos hacia el escenario internacional. La masiva transferencia de dólares hacia países como Argentina, Bolivia, Cuba, Ecuador o Nicaragua no es aprobada por la gran mayoría del pueblo venezolano. En Venezuela existen demasiados problemas que requieren ser atendidos antes que similares problemas en esos países hermanos. Por éso, la Nueva Asamblea deberá reformar leyes que corrijan esa situación y autorizar endeudamientos, o viajes del Presidente, que realmente aporten a la solución de los gravísimos problemas venezolanos y no a los problemas similares de otras naciones.
Otra prioridad equivocada del gobierno es la de estatizar indiscriminadamente las actividades productivas, junto a una exagerada concentración de importaciones que realizadas desde el sector público crean puestos de trabajo fuera del país, mientras compiten deslealmente con la producción nacional usando un tipo de cambio artificialmente sobrevaluado. Eso está dejando sin trabajo, o con trabajos mal remunerados y poco productivos, a vastos sectores de jóvenes que quieren progresar y echar pa'lante en su propio país. Por éso, la Nueva Asamblea deberá insistir que primero está la producción en Venezuela, sea a través de empresas privadas con fines de lucro o a través de empresas socialistas sin fines de lucro, las que los venezolanos escojamos libremente como sitio de trabajo, pero que en ambos casos lo importante es que los seamos productivos y competitivos para satisfacer nuestro mercado y orientarnos cada vez más hacia la exportación.
Un tercer ejemplo de prioridad torcida que no comparte la gran mayoría es la de concentrar cada vez más el poder en el Centro, en Caracas, a expensas de un proceso de Descentralización que venía colocando más responsabilidades en cada región, indistintamente del color político que tenía cada Estado o Alcaldía. Eso ha ido convirtiendo a las regiones en satélites dependientes de los caprichos centrales, con una capacidad cada vez más reducida de atender directamete sus problemas específicos. Así, la Nueva Asamblea deberá retomar la Descentralización tal como lo establece la Constitución vigente, para que no exista por ejemplo una Caracas con electricidad 7x24 mientras que en Oriente, Zulia, los Andes, los Llanos, Lara, Falcón, etc., ese servicio sea inclementemente racionado o que falle a cada rato sin que cada región pueda hacer nada.
Las correcciones liberarán recursos presupuestarios para que el Ejecutivo Nacional junto a las Regiones se concentren en prioridades verdaderamente sentidas por toda la población: mayor seguridad ciudadana, mejor salud, mejor educación, mejor infraestructura y muchas más viviendas.
Ojo, ahora no es prioritario revertir cambios al nombre de la república, la bandera o el escudo. Lo importante es que los venezolanos nos dediquemos a trabajar mejor por todos nosotros y que éso conduzca a la derrota del candidato internacional (el de los argentinos, bolivianos, cubanos, etc.) en 2012.
Que tal primo. Eso que dices del parlamentarismo se oye (o lee) muy bien, pero te acordarás de mí, va a mandar por decreto.
ResponderEliminarGracias Felipe! Va a ser difícil impedir edictos de una especie de monarca acostumbrado a hacer lo que le da la real gana. Pero es necesario.
ResponderEliminarHola tío, me gustó mucho tu reflexión. La asamblea puede representar el punto de inflexión donde deriven los planteamientos adecuados para poner a producir y desarrollar al país, para así,de esta manera,derrotar a la procastinación, improvisación, ineptitud y más, que nos han estado "acostumbrando" y sobre todo conseguir un equilibrio de poderes que tanto hace falta en las sociedades democráticas.
ResponderEliminarDani!!!
ResponderEliminarGracias por el comentario! Lo único en lo que no estoy de acuerdo es en que uses "improvisación" para referirte a la piratería con la que actúan. En Venezuela es típico que asignemos una connotación negativa al término improvisar, sin darnos cuenta de que improvisar requiere de gran virtuosismo y creatividad (en música, en teatro, en retórica, etc.). Yo creo en que debemos aprender a improvisar, en que podemos planificar la improvisación (como ocurre con las partes en las que se "desatan" los músicos en una pieza de Jazz, o con el flow de los raperos inspirados), en que siendo cada vez mejores sentimos la confianza necesaria para improvisar y sorprender gratamente a nuestros seguidores, mientras dejamos en el aparato a nuestros adversarios...
Un abrazote, Moises.
Estoy de acuerdo contigo, gracias por la observación! la improvisación si es un valioso recurso, tal vez una palabra más adecuada para mi crítica podría ser la no planificación o "desplanificación" en las distintas dependencias del Estado.
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