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Escribo sobre temas que me interesan, me afectan, me gustan, me intrigan: algo bastante sobre política, pero también hay de urbanismo, diseño y temas diversos.

11.1.11

Golpe: Robar Poder

Leyendo 'Anatomía de un instante' de Javier Cercas me he dado cuenta de lo errado que estuve sobre el golpe de estado contra la democracia española, ocurrido ¡hace 30 años! el 23 de febrero de 1981. Siempre creí que fue sólo un acto aislado y medio loco del Teniente Coronel Tejero. El libro de Cercas me ha desmontado ese 'frame' que sospecho que se encargaron de fabricar en España en su momento, para evitarse un mayor bochorno que el que ya producían las imágenes del asalto al Congreso que circulaban en los medios del planeta.

También me he dado cuenta de lo errados que podemos estar al considerar los golpes de estado como alternativa de acceso a cualquier cosa que se desee. Si una sociedad está estructurada y funciona, es relativamente fácil distinguir a quienes violan las normas. Por ejemplo, si alguien va a un centro comercial y en lugar de entrar a una tienda, escoger un Blackberry y sacar su tarjeta de crédito para comprarlo, la persona saca un martillo, rompe la vidriera, agarra el celular nuevecito y corre; todos los testigos de ese hecho podrán afirmar que se trata de un ladrón que decidió robarse un celular.

En el funcionamiento económico de una sociedad estructurada es fácil distinguir cuándo alguien roba, porque la norma, lo esperado, es que se utilice dinero en efectivo o cualquier otro mecanismo de pago para adquirir un bien. Pero en una sociedad desestructurada, caótica, ocurre que un saqueo en el que muchas personas destruyen vidrieras para apropiarse de cosas ajenas, pueda llegar a ser considerado una hazaña heroica. Al interpretarse los saqueos del 27 de febrero de 1989 en Caracas y otras ciudades, como una especie de golpe de estado al comercio porque se consideraba a los comerciantes unos burgueses, enemigos de clase, se avalaba que surgiera un golpe análogo en el plano político.

Uno que rompe una vidriera es un ladrón, pero que muchos rompan vidrieras en saqueos los convierte en pueblo luchando. Eso es la clave para el 'frame' Tejero: a pesar de que muchos estuvieron conspirando contra Adolfo Suárez y contra la democracia española, por alguna razón el rey Juan Carlos decide no apoyar ese golpe e, inmediatamente, al saqueo del poder se lo transforma en un simple robo. Pareciera que se decidió entonces mostrar a Tejero en un acto caprichoso y no como parte de una orquestada maniobra que involucraba a mucha gente, tal como Cercas lo relata en su libro.

Pero en Venezuela paradójicamente se ha buscado hacer lo opuesto a lo que hace 30 años hicieron los españoles. Aquí se glorificaron los saqueos y luego se convirtieron los golpes de estado mas recientes en una especie de gesta patriótica. ¿Cuáles son las consecuencias sociales de que se hayan considerado los golpes, políticos o económicos, como una alternativa válida de acceso a lo que se desea?

Una primera consecuencia es que la delincuencia está, hasta cierto punto, justificada porque si a un pobre le hace falta algo, que se lo lleve (¿que diría Victor Hugo? ¿se atrevería a hacer una nueva versión de Los Miserables?). Otra consecuencia es que la violencia es, en muchos casos, útil porque es más rápida como, por ejemplo, para aprobar a empujones una Ley de Educación Superior que intentar convencer a través del diálogo a las comunidades universitarias de que el Socialismo Estebanista supuestamente sí funciona. Otra consecuencia es la impunidad campante porque a los héroes (los que saqueen o atropellen) no debe tocárseles ni con el pétalo de una rosa.

Pareciera que tenemos al menos 20 años convertidos en una sociedad desestructurada, semejante a cualquier banda gangsteril. ¿Cómo pensar entonces en ser productivos si los gangsters lo que hacen es salir a dar sus golpes, regresan a las guaridas a rumbear y después, venga, a dar otro golpe? Joder.

2 comentarios:

  1. Castigando a los mismos gángsteres una vez que se logre salir de Esteban. El perdón en las guerras, cuando hay crueldad, se suele otorgar a los soldados que obedecen órdenes, más no a los oficiales que las decretan, y eso inclue a toda la cadena de mando. Perdonar a "todos los estebanistas" sería perpetuar el gangsterismo. Además, habría que enjuiciar también a quiene estaban antes de Esteban, Lusinchi, et al, y ser cónsonos con la estructura, como tú lo llamas. Y si quieres ejemplos de lo que digo no tienes que ir más allá del juicio a Pinochet.
    Eso no sería lo único para crear estructuras, pero sería una piedra angular de esa construcción.

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  2. Gracias Chucho por tu comentario. La pregunta que me he estado haciendo es si debemos optar por una "metaestructura" algo como la Declaración Universal de los Derechos Humanos" para no caer en el "vale todo" típico de las situaciones de desestructuración o desinstitucionalización... Creo que sí.

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