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Escribo sobre temas que me interesan, me afectan, me gustan, me intrigan: algo bastante sobre política, pero también hay de urbanismo, diseño y temas diversos.

17.11.25

LAS CARTAS DE DANERI: ¿Tiene sentido hablar de Lingüística Cuántica y Semántica Evolutiva?

LAS CARTAS DE DANERI

¿Tiene sentido hablar de Lingüística Cuántica y Semántica Evolutiva?

Moisés P. Ramírez (ideas esenciales, estructura y ajustes editoriales)
Claude Sonnet 4.5 (textos, referencias científicas y prompts para imágenes) / ChatGPT 5 (imágenes)


ACLARATORIA

Estas cartas aparecen por una serie de coincidencias que Borges habría llamado "fatales" y que Carlos Argentino Daneri, sin duda, habría atribuido a la semiosis ilimitada y secreta del universo.

A mediados de este año un amigo físico venezolano graduado en la USB, trabajando como migrante en un servicio de courier en Buenos Aires, encontró, entre paquetes extraviados destinados a ser destruidos y dentro de una caja de zapatos de niño marca Grimoldi bastante deteriorada, unos papeles. Al curiosear y encontrar referencias a "el punto en el sótano de Garay", su curiosidad literaria (porque además de físico teórico, es lector de Borges) lo impulsó a escanearlos antes de seguir el protocolo de destrucción. Decidió, además, hacerme cómplice de su curiosidad.

El contenido de esa caja podría agruparse en cuatro tipos:

1. Cartas en copias al carbón (todas las de Daneri a Fischer):
Era práctica común en la década de 1940 hacer copias de cartas referidas a asuntos de trabajo o similares, usando papel carbón. Daneri, meticuloso hasta la obsesión, conservó copias de las cartas a Fischer, identificables por su tono azulado y tipografía de máquina de escribir Underwood.

2. Cartas originales manuscritas (todas las de Fischer a Daneri):
Fischer envió desde Montevideo, cartas escritas a mano en papel del membrete de la Facultad de Ingeniería y Ramas Anexas de la Universidad de la República Oriental del Uruguay. Los sobres llevan sellos postales uruguayos. La caligrafía de Fischer es pequeña, apretada, con correcciones frecuentes en forma de palabras tachadas, no borradas.

3. Un borrador no enviado (la Carta VI, fragmentaria):
Este documento requiere explicación especial. Es un borrador manuscrito de Fischer, inconcluso, en papel arrancado de un cuaderno. Al reverso, Daneri escribió: "Fischer me dio esto antes de cruzar el Río de la Plata de vuelta, cuando vino a ver el Aleph en agosto de 1942. Después de contemplarlo dos horas, lo escribió aquí, en mi casa. Salió temblando y tomó el vapor de regreso esa misma noche, luego de entregármelo sin despedirse."

4. Un apéndice a las cartas (escrito por Adolfo Bioy Cáceres)
Este papel fue agregado por quien “salva” la caja, en un intento de conservar algo que incomprensiblemente fue descartado por su legítimo dueño.


CARTA I

Carlos Argentino Daneri al Dr. Juan Martín Fischer
Buenos Aires, 17 de agosto de 1941
Calle Garay 3007

Estimado Doctor Fischer,

Usted me preguntó, en nuestra última conversación en el Café Tortoni (cuando vino a Buenos Aires para aquel congreso en julio), por qué insisto en que cada palabra de mi poema La Tierra debe leerse simultáneamente en todos sus sentidos posibles. Permítame confesarle algo que no he revelado ni siquiera a Borges, quien se burla sistemáticamente de mis innovaciones métricas.

En el sótano de esta casa de la calle Garay - propiedad que perteneció a mi prima Beatriz Viterbo, de imperecedera presencia en mis recuerdos - existe un punto del espacio que contiene todos los puntos. Algunos que lo han visto lo llaman Aleph, por la letra hebrea que simboliza el infinito enumerativo. No voy a describir aquí ese objeto abominable y perfecto; ya lo haré en su momento, si la prudencia me lo permite.

Lo que quiero compartir con usted es otra cosa, Doctor Fischer. Algo que creo que ese punto me reveló sobre la naturaleza del lenguaje.

Cuando escribo ROSA, la palabra no denota solamente la flor preferida de los poetas mediocres. En ese instante de inscripción gráfica, ROSA contiene simultáneamente:

  • RASO (por mutación de una de las vocales)
  • OSA (por sustracción del principio)
  • AROS (por permutación circular)
  • ORAS (por añadidura de morfema)
  • Y ASOR (por inversión especular)

Todas estas palabras existen al mismo tiempo en ROSA, hasta que el ojo del lector efectúa una observación que colapsa las posibilidades en un significado único.

Usted, que ha estudiado la nueva física de Heisenberg y Bohr, reconocerá en esto algo análogo a lo que llaman "superposición de estados". ¿No le parece que las palabras tienen algo parecido a como se comportan las partículas elementales en Física?

Le ruego me escriba. Espero ansioso su respuesta desde Montevideo. Tengo la certeza de que esto no es una fantasía de poeta, sino una exploración fundamental de territorios en los que podemos encontrarnos para trabajar conjuntamente.

Su servidor,
Carlos Argentino Daneri


CARTA II

Dr. Juan Martín Fischer a Carlos Argentino Daneri
Montevideo, 3 de septiembre de 1941
Facultad de Ingeniería, Universidad de la República

Querido Daneri,

Su carta del 17 de agosto me llegó hace tres días (el correo entre nuestras ciudades sigue siendo caprichoso). Me ha perturbado más de lo que imagina. Llevo tres noches sin dormir bien, no por el "punto mágico" del sótano que usted menciona (el cual lo atribuyo a los efectos del coñac y la sugestión literaria), sino por su intuición sobre las palabras.

Permítame explicarle por qué esto me inquieta.

En 1927 participé como estudiante avanzado en el Congreso de Solvay, donde presencié los debates entre Einstein y Bohr sobre la interpretación de la mecánica cuántica. La pregunta central era: ¿existe la realidad independientemente de la observación?

Heisenberg formuló su Principio de Incertidumbre: no podemos conocer simultáneamente la posición y el momento de una partícula. Pero esto no es simple ignorancia; es una propiedad fundamental de la realidad. Antes de la medición, la partícula realmente existe en múltiples estados a la vez.

Ahora usted propone algo análogo para las palabras. Déjeme formalizarlo:

ANALOGÍA ESTRUCTURAL

Sistema Físico (Átomo)

Sistema Lingüístico (Palabra)

Núcleo (protón/neutrón)

Raíz/Lexema

Electrones orbitales

Morfemas flexivos

Fuerza nuclear fuerte

Cohesión silábica

Fuerza nuclear débil

Fronteras entre morfemas

Estado cuántico superpuesto

Potencial semántico

 

Su palabra ROSA sería entonces un sistema con:

  • Núcleo: ROS- (raíz)
  • "Electrones": -A (morfema de género)
  • Estados superpuestos: {rosa, raso, osa, ora, aros...}

La pregunta física sería: ¿En qué momento colapsa esta superposición? ¿Es el acto de leer una verdadera medición cuántica?

Esto me lleva a una especulación más arriesgada. Si las palabras tienen estructura cuántica, entonces el significado no reside en las palabras mismas sino en la interferencia entre las expectativas del lector y las palabras del texto.

Como en el experimento de Young con doble rendija: el patrón de interferencia desaparece cuando observamos por cuál rendija pasa el fotón. Análogamente, ¿el significado "desaparece" cuando intentamos analizarlo demasiado?

Propóngame un experimento. Necesito datos empíricos, no son suficientes las visiones poéticas.

Dr. J.M. Fischer
Profesor Asociado, Instituto de Física


CARTA III

Carlos Argentino Daneri al Dr. Juan Martín Fischer
Buenos Aires, 12 de enero de 1942

Estimado Fischer,

¡Su carta me ha electrizado! Perdone la demora en responder; he estado ocupado diseñando el experimento que usted solicitó.

He aquí mi protocolo:

EXPERIMENTO SOBRE DENSIDAD CUÁNTICA DEL LENGUAJE

Hipótesis: Textos con mayor proporción de "fuerzas semánticas fuertes" (grupos consonánticos, diptongos, palabras polimorfémicas) producen en los lectores una sensación mensurable de "peso" o "resistencia cognitiva".

Materiales:

  • Texto A: Fragmento de Soledades de Góngora (1613). Seleccioné los versos:

"Era del año la estación florida
en que el mentido robador de Europa
—media luna las armas de su frente,
y el Sol todos los rayos de su pelo—"

  • Texto B: Instrucciones de uso del calefón marca "Orbis", recién comprado para esta casa.

Método: He pedido a ocho lectores (profesores de la Facultad de Filosofía y Letras) que lean ambos textos y los califiquen según:

  1. Dificultad (escala 1-10)
  2. "Peso" o "densidad" percibida (1-10)
  3. Tiempo de lectura
  4. Número de relecturas necesarias

Además, yo mismo analicé la estructura interna:

TEXTO A (Góngora):

  • "FLORIDA": FL- (fuerza fuerte), -O-, -RI-, -DA
  • "MENTIDO": MEN- (fuerza fuerte), -TI-, -DO
  • "ROBADOR": Tres sílabas con ataques consonánticos fuertes
  • Índice de Fuerzas Fuertes (IFF): 73% de las letras en posiciones de alta cohesión

TEXTO B (Instrucciones):

  • "Gire la llave de paso"
  • "Espere tres minutos"
  • Palabras simples: GI-RE, LLA-VE, PA-SO
  • IFF: 12%

Resultados preliminares:

  • Góngora: Promedio de "peso" = 8.3/10
  • Instrucciones: Promedio de "peso" = 2.1/10
  • Tiempo de lectura: Góngora 3x más lento
  • Relecturas: Góngora promedio 2.3 veces, Instrucciones 1 vez

Fischer, he medido algo. No sé qué, pero lo he medido.

Propongo que esto que llamo IFF sea análogo a la densidad nuclear en física. Textos con alto IFF son como núcleos pesados: estables pero densos, difíciles de "fisionar". Textos con bajo IFF son como gases nobles: atraviesan la mente sin resistencia.

Pero falta algo en mi teoría. No logro explicar por qué un verso simple de Antonio Machado ("Caminante, no hay camino") tiene bajo IFF pero alto impacto emocional. ¿Existe otra variable?

Aguardo su respuesta con ansiedad.

C.A. Daneri


CARTA IV

Dr. Juan Martín Fischer a Carlos Argentino Daneri
Montevideo, 8 de febrero de 1942

Querido Daneri,

Su experimento es metodológicamente defectuoso (muestra pequeña, falta de grupo de control y sesgo de selección), pero los resultados son... inquietantes.

Permítame introducir conceptos que creo resolverán su paradoja de Machado.

En física cuántica distinguimos entre:

  1. Propiedades estructurales (masa, carga, spin)
  2. Propiedades dinámicas (energía cinética, momento)

Análogamente, propongo que el lenguaje tiene:

  1. DENSIDAD CUÁNTICA (su IFF): Estructura interna, cohesión morfológica
  2. VALENCIA SEMÁNTICA: Potencia de interacción con el lector

Su error es asumir que ambas propiedades se correlacionan. No es así.

Góngora tiene alta densidad Y alta valencia (por su complejidad metafórica).
Las instrucciones tienen baja densidad Y baja valencia (puramente denotativas).
Pero Machado tiene baja densidad Y alta valencia.

¿Cómo? Por el fenómeno que en física llamamos resonancia. En 1940, el puente de Tacoma Narrows en EEUU, colapsó porque el viento generó una frecuencia que coincidió con la frecuencia natural del puente. Pequeñas fuerzas, efecto catastrófico.

Las palabras de Machado son estructuralmente simples, pero entran en resonancia semántica con experiencias universales humanas (el paso del tiempo, la mortalidad, el camino). Por eso su impacto es desproporcionado a su complejidad.

Formulo entonces dos variables independientes:

IFF (Índice de Fuerzas Fuertes): 0-100%
Mide cohesión morfológica interna

VS (Valencia Semántica): 0-10
Mide potencial de resonancia con el receptor

El IFF de un texto puede ser:

  • Alto IFF, Alta VS: Góngora, Lezama Lima
  • Alto IFF, Baja VS: Jerga técnica, neologismos vacíos
  • Bajo IFF, Alta VS: Machado, haiku japonés
  • Bajo IFF, Baja VS: Prosa periodística, listas de compras

Pero falta formalizar la VS. ¿Cómo medirla? Aquí es donde su teoría se torna verdaderamente especulativa...

Le propongo lo siguiente: La VS no reside en las palabras sino en el espacio de interferencia entre texto y lector. Como en mecánica cuántica, donde el estado del sistema no está en la partícula ni en el detector, sino en la función de onda que los conecta.

¿Me sigue? Estoy postulando que el significado es un fenómeno de interferencia cuántica.

Necesito pensar esto más cuidadosamente. Le escribiré pronto con una formulación matemática preliminar.

Por favor, mantenga esta correspondencia en privado. Mis colegas ya me consideran excéntrico por leer poesía.

J.M. Fischer

P.D.: ¿Ese "punto" en su sótano realmente existe? A veces pienso que está usted demente. Otras veces, temo que esté cuerdo. Si realmente existe, me gustaría verlo. Pero no sé si tendré el coraje de cruzar el Río de la Plata para comprobarlo.


 CARTA V

Carlos Argentino Daneri al Dr. Juan Martín Fischer
Buenos Aires, 29 de marzo de 1942

Fischer, amigo mío,

Su postdata me ha afectado más que todo el contenido técnico de su carta. Sí, el Aleph existe. Y no, no estoy demente. O quizás ambas cosas sean ciertas simultáneamente, como sus malditas partículas de Schrödinger.

La invitación está hecha. Cuando quiera venga a Buenos Aires, mi casa está abierta. Le mostraré el Aleph. Después, usted decidirá si soy un visionario o un loco.

Pero vayamos a lo importante. Su concepto de "resonancia semántica" es brillante. He estado experimentando con él.

Anoche, después de contemplar el Aleph durante dos horas (uno no mira el Aleph; uno es atravesado por él), tuve una epifanía sobre la Valencia Semántica.

LA VALENCIA SEMÁNTICA NO ES UNA PROPIEDAD DE LAS PALABRAS, SINO DE SU HISTORIA EVOLUTIVA.

Déjeme explicar con una analogía biológica. Un depredador (el tigre) tiene alta valencia en el ecosistema porque su presencia afecta a múltiples especies. Una hoja de pasto tiene baja valencia; desaparece sin consecuencias sistémicas.

Del mismo modo, ciertas palabras son "depredadoras semánticas": tienen alta valencia porque han "sobrevivido" miles de años de uso, acumulando significados, connotaciones, resonancias culturales.

Compare:

  • MUERTE: Palabra antigua, presente en todas las lenguas indoeuropeas, cargada de significado ritual, religioso, existencial. VS = 10
  • DECESO: Eufemismo moderno, técnico, sin carga emocional. VS = 3

Ambas denotan lo mismo. Pero MUERTE es un depredador semántico que ha "devorado" siglos de uso. DECESO es una palabra-presa, débil, reciente.

Propongo entonces una TEORÍA EVOLUTIVA DE LA VALENCIA SEMÁNTICA:

Las palabras compiten por sobrevivir en el ecosistema del lenguaje. Las que sobreviven son aquellas que:

  1. Tienen alta utilidad (frecuencia de uso)
  2. Tienen alta fertilidad (capacidad de generar derivados: amor→amar→amante→enamorar...)
  3. Tienen alta adaptabilidad (pueden usarse metafóricamente)

La VS de una palabra = f(edad, frecuencia de uso, fertilidad morfológica, carga metafórica)

Fischer, creo que hemos descubierto dos cosas:

  1. LINGÜÍSTICA CUÁNTICA: Las palabras tienen estructura interna análoga a átomos (IFF)
  2. SEMÁNTICA EVOLUTIVA: Las palabras evolucionan y compiten como organismos (VS)

Necesitamos un experimento que combine ambas variables. Propongo:

Seleccionar cuatro textos en una matriz 2×2:

  • Alto IFF / Alta VS: Góngora
  • Alto IFF / Baja VS: Manual técnico de ingeniería
  • Bajo IFF / Alta VS: Machado
  • Bajo IFF / Baja VS: Instrucciones del calefón

Hipótesis: El impacto total en el lector = f(IFF, VS)

¿Qué fórmula propone? ¿Suma? ¿Multiplicación? ¿Alguna función más compleja?

Le confieso que voy a escribir un ensayo sobre todo esto. Lo llamaré "El Aleph Lingüístico: Ensayo sobre la Naturaleza Cuántica del Verbo". Por supuesto, lo publicaré bajo mi nombre, pero le daré crédito por las formalizaciones físicas.

Espero su respuesta. Y espero, si el coraje no le falta, su visita.

Carlos Argentino

P.D.: Cuando Borges vino le mencioné tangencialmente nuestras teorías. Se rio y dijo: "Carlos Argentino, usted convierte la física en metáfora y la metáfora en física. Es un talento singular." No supe si era elogio o insulto. Con Borges, nunca se sabe.


CARTA VI (FRAGMENTO)

Dr. Juan Martín Fischer - Borrador inconcluso
Buenos Aires, 18 de agosto de 1942
[Escrito en casa de Daneri, después de ver el Aleph]

Daneri,

Vine. Vi. Y ahora no puedo... no puedo...

Debo ser breve porque mi mano tiembla y mi mente...

He visto el Aleph. Usted no mentía. No está loco. O si lo está, yo también lo estoy ahora.

Dos horas contemplándolo. Vi todo. TODO. Cada punto del espacio. Cada momento del tiempo. Vi la muerte de mi madre que aún no ha ocurrido. Vi el origen del universo. Vi mi propia muerte en una calle de Montevideo en... no debo escribir la fecha.

Y vi las palabras. Todas las palabras. Todas a la vez.

Vi AMOR conteniendo ROMA conteniendo RAMO conteniendo MORA conteniendo... y cada una de estas palabras se desplegaba en todas sus instancias: cada vez que alguien ha dicho "amor", cada vez que alguien lo dirá, cada amor que ha sido y será...

Usted tenía razón. Las palabras existen en superposición. Pero no es una metáfora, Daneri. Es LITERAL. Cada palabra contiene un universo completo de significados.

Y el lector... el lector no "colapsa" la función de onda semántica. El lector es

[El fragmento termina aquí abruptamente]

 [Primera nota manuscrita de Daneri al reverso]:

"Fischer llegó en el vapor de las 9 AM del 18 de agosto. Lo llevé directo al sótano. Estuvo dos horas mirando el Aleph. Cuando subió estaba pálido, sudoroso. Me pidió papel y pluma. Escribió esto temblando, a veces llorando, mientras le preparaba un mate. De pronto se detuvo, dejó la pluma, y dijo: 'No puedo. No debo. Esto no debería existir.' Tomó el vapor de las 8 PM de regreso a Montevideo. Cada palabra es un aleph diminuto. - C.A.D., ago. 1942."

Luego Daneri añadiría la segunda nota, ya reseñada al principio.


CARTA VII

Carlos Argentino Daneri al Dr. Juan Martín Fischer
Buenos Aires, 31 de agosto de 1942

Fischer, querido amigo ausente,

Han pasado varios meses desde su visita. Creo que nunca leerá esta carta, pero la escribo igual, porque necesito completar lo que comenzamos juntos.

Le escribo porque destruirán esta casa. La municipalidad, con esa eficiencia burocrática que caracteriza al progreso, ha decidido que aquí debe levantarse un edificio de departamentos. Me han dado plazo hasta mañana, 1º de septiembre, para desalojar.

Esta noche pasé tres horas en el sótano. Probablemente sea la última vez que contemple el Aleph. Borges estuvo aquí hace unos días (vino a despedirse, aunque fingió que venía por otros motivos). Le mostré el punto. Lo vio. Sé que lo vio, aunque después lo negará en sus escritos. Los escritores siempre roban y luego niegan.

Pero no le escribo para quejarme de Borges, sino para compartirle mi teoría completa. La he terminado. Aunque nadie la publique, aunque se pierda con esta casa, quiero que al menos exista por escrito.

Acá va:

TEORÍA UNIFICADA DE LINGÜÍSTICA CUÁNTICA Y SEMÁNTICA EVOLUTIVA
por Carlos Argentino Daneri (con asistencia técnica del Dr. J.M. Fischer)

I. POSTULADOS FUNDAMENTALES

  1. Postulado de Superposición Semántica: Toda palabra existe simultáneamente en múltiples estados significativos hasta que el acto de lectura colapsa la función de onda semántica en un significado único contextual.
  2. Postulado de Complementariedad: Una palabra no puede ser analizada simultáneamente en su aspecto formal (significante) y su aspecto semántico (significado) con precisión arbitraria. A mayor precisión en uno, menor en el otro. (Análogo al Principio de Incertidumbre de Heisenberg)
  3. Postulado de No-Localidad: El significado de una palabra en un texto está entrelazado cuánticamente con todas las demás palabras del texto. Modificar una palabra altera instantáneamente el significado de todo el conjunto.

II. ESTRUCTURA ATÓMICA DE LA PALABRA

Definimos la palabra W como un sistema cuántico con:

Núcleo (N): Raíz léxica
Electrones (E): Morfemas flexivos y derivativos
Campo semántico (Φ): Espacio de significados posibles

Fuerzas de cohesión:

  • F_fuerte: Une letras dentro de una sílaba (0.8-1.0 unidades arbitrarias)
  • F_débil: Une sílabas entre sí (0.2-0.4 UA)

Índice de Fuerzas Fuertes (IFF):
IFF = ((Σ letras en grupos consonánticos + Σ letras en diptongos) / total de letras) × 100%

Ejemplo:
AMOR: A-MOR

  • "M-O-R" en misma sílaba: 3 letras con F_fuerte
  • IFF = 3/4 = 75%

III. DINÁMICA EVOLUTIVA

Cada palabra W tiene asociadas tres propiedades evolutivas:

α (alfa) - Fitness de supervivencia: Medida por frecuencia histórica de uso
β (beta) - Fertilidad morfológica: Número de derivados viables
γ (gamma) - Carga metafórica: Capacidad de uso figurado

Valencia Semántica (VS):
VS = f(α, β, γ, t)

donde t = tiempo de existencia en la lengua (en siglos)

Ejemplos calibrados:

Palabra

α

β

γ

t

VS

MUERTE

0.95

8

0.9

30

9.8

DECESO

0.45

2

0.1

1

2.1

ÓBITO

0.30

0

0

0.5

0.8

 

IV. ECUACIÓN DE IMPACTO TEXTUAL

El impacto total I de un texto T sobre un lector L está dado por:

I = ∫[IFF(w) × VS(w) × ψ(L,w)] dw

donde:

  • La integral se toma sobre todas las palabras w en T
  • ψ(L,w) es la "función de resonancia" personal entre el lector L y la palabra w
  • Esta función ψ no es determinista; depende de la historia vital del lector

Corolario: Dos lectores distintos experimentarán impactos diferentes del mismo texto porque sus funciones ψ son diferentes. Esto explica por qué Góngora deleita a unos y aburre a otros.

V. EL EXPERIMENTO CRUCIAL

Fischer, diseñé el experimento que usted pidió. Nunca pude realizarlo (me faltaron recursos, tiempo, colaboradores). Pero aquí está el protocolo:

Matriz 2×2 de textos:

Alta VS (>7)

Baja VS (<3)

Alto IFF (>60%)

Góngora: Soledades

Manual técnico de radiotelefonía

Bajo IFF (<20%)

Machado: Proverbios y cantares

Instrucciones del calefón

 

Muestra: 100 lectores, distribución por edad, educación, profesión

Mediciones:

  1. Tiempo de lectura
  2. Escala de impacto emocional (1-10)
  3. Escala de dificultad percibida (1-10)
  4. Número de relecturas
  5. Palabras recordadas a las 24 horas
  6. Sueños reportados esa noche (!)

Predicción:

  • Alto IFF + Alta VS = máximo impacto, máxima dificultad, máximo recuerdo
  • Bajo IFF + Baja VS = mínimo en todas las variables
  • Alto IFF + Baja VS = dificultad sin recompensa (frustración)
  • Bajo IFF + Alta VS = impacto desproporcionado a la simplicidad (¡el caso óptimo!)

VI. ESPECULACIÓN FINAL

Fischer, he contemplado el Aleph miles de veces. Y he comprendido algo terrible y hermoso:

El universo entero es un texto que se lee a sí mismo.

Cada partícula es una letra. Cada átomo es una palabra. Cada molécula es una frase. Y la consciencia - esa suya, esta mía, la de cualquier ser que observe - es el acto de lectura que colapsa las infinitas posibilidades en una realidad única.

El Aleph es el punto donde todo el texto puede leerse simultáneamente. Por eso es intolerable. Por eso vuelve loco.

Y quizás - óigame bien - quizás la razón por la cual usted y yo intuimos esta conexión entre lo cuántico y lo lingüístico es porque no hay conexión que intuir: son la misma cosa.

La mecánica cuántica es la gramática del universo.
El lenguaje es la mecánica cuántica de la mente.

Destruirán el Aleph. Pero no importa. Cada palabra que escribo contiene su propio aleph diminuto. Cada palabra es un universo comprimido.

ROSA contiene todas las rosas que fueron y serán.
AMOR contiene todos los amores.
MUERTE contiene todas las muertes.

Y esta palabra que escribo ahora - ADIÓS - contiene también su propia multiplicidad: A-DIOS (hacia Dios), A-DIÓS (negación de lo divino), y por supuesto, el simple acto de despedirse.

Adiós, Fischer. Gracias por haber creído, aunque fuera brevemente, en la locura de un poeta.

Carlos Argentino Daneri
Calle Garay 3007, Buenos Aires
Última noche en este sótano.


[Nota manuscrita, letra diferente, más pequeña]

"Encontré esta carta en el escritorio de Daneri el día de la demolición. Él ya se había ido. La guardé con otras cartas que están en una caja de zapatos, pensando que algún día se las devolveré. Tal vez nunca lo haga porque intuyo que contienen algo valioso. O quizás porque soy, como todos los escritores, un ladrón. - A.B.C., septiembre 1942"


APÉNDICE

4 de septiembre de 1942: "Nota sobre el Hallazgo de las Cartas"
Por Adolfo Bioy Casares
Fragmento del diario personal - tomado de la copia de ese día, facilitada a mi diligente e insistente amigo por el nieto de Bioy, quien afortunadamente no reclamó lo escaneado ni la caja que, para entonces en 2025, ya había sido destruida.

Tres días atrás fui a la casa de Garay. No pude evitarlo. Sabía que la demolición comenzaría al mediodía, y sentí una curiosidad morbosa por ver el Aleph una última vez. Carlos Argentino había partido ya; Borges me dijo ayer que lo vio subir a un taxi con dos valijas y una expresión de derrota absoluta.

Bajé al sótano y no pude evitar encontrarme con ese olor a humedad y olvido que tienen todos los sótanos del mundo. Pero en un rincón, detrás de la escalera donde está el Aleph, vi sobre un escritorio una caja de zapatos.

Dentro: cartas. Correspondencia entre Carlos Argentino y un tal Dr. Fischer, físico de Montevideo. Las leí con creciente asombro, olvidándome de mi intención de ver el Aleph por última vez.

No sé si lo que proponen es genial o delirante. Probablemente ambas cosas. Pero hay algo en estas cartas que me perturba. Una intuición de que Carlos Argentino - pobre Carlos Argentino, a quien Borges y yo siempre consideramos un poeta mediocre y pretencioso - había vislumbrado algo real.

¿Y si tenía razón? ¿Y si las palabras realmente tienen estructura cuántica? ¿Y si el lenguaje es la física de la consciencia?

Guardaré las cartas. No se las mostraré a Borges. Él las usaría para burlarse de Carlos Argentino en algún cuento. Yo prefiero preservar este misterio.

Quizás algún día, alguien más inteligente que yo y menos cínico que Borges, descubra si hay verdad en esta locura.

[Nota al margen, añadida años después]: Nunca mostré las cartas a nadie. Las dejé en su caja de zapatos - qué apropiado - en el desván de mi casa. Mi nieto Florencio las encontrará, espero, cuando yo ya no esté. Quizás para entonces la ciencia haya avanzado lo suficiente como para determinar si Carlos Argentino era un profeta o un loco. O ambos.


NOTA 1:
El amigo me envió posteriormente, hace apenas unos días desde Argentina, estas tres aclaratorias que agrego a la historia de las cartas y su apéndice.

SOBRE EL HALLAZGO DE BIOY CASARES:
Moisés, la nota manuscrita tiene la inconfundible letra de Bioy Casares (lo comprobé revisando manuscritos de su archivo en la Biblioteca Nacional). Esto me confirma que Bioy sin duda encontró estas cartas, como él lo afirma, en un escritorio de Daneri el día de la demolición, el 1º de septiembre de 1942. Escanear las cartas preserva la ortografía y puntuación originales. Eso me pareció indispensable hacerlo porque quedaba así el registro fiel de lo que llegó a mis manos.

SOBRE EL DR. JUAN MARTÍN FISCHER
Daneri y Fischer coincidieron en algún evento rioplatense de los años 40. La correspondencia sugiere una amistad epistolar que se profundizó cuando Daneri le comentó sobre el Aleph mientras buscaba que ese interlocutor científico tomara en serio sus raras experiencias e intuiciones. Los físicos somos particularmente “permeables” a influencias de todo tipo. Moisés, no me extraña para nada que se produjera esa especie de afinidad amistosa. De hecho, algo similar sucedió entre nosotros desde que nos pusimos una vez a conversar en el 1er piso de MYS, frente a la cartelera del MFL, en los 70s.

SOBRE CARLOS ARGENTINO DANERI:
Conocido principalmente - si es que eso vale como conocer - por su breve aparición en un cuento de Jorge Luis Borges publicado en 1949. Tú sabes que Borges crea personajes ficticios de tal manera que parecen reales.

Pero la calle Garay existe y hubo una demolición del inmueble 3007 en septiembre de 1942. No sé si el inmueble había sido propiedad de Beatriz Viterbo (pero existe una persona con ese nombre, fallecida en 1929). ¿Heredaría Daneri el usufructo vitalicio de esa propiedad? Difícil de comprobar, Moisés. Pero sin duda hubo un inmueble que fue expropiado y posteriormente derrumbado en esa fecha.

Fuentes de escasa credibildad afirman que Daneri publicó algunos poemas en revistas literarias menores de los años 20 y 30 (Martín Fierro, Proa, Nosotros), pero firmados con seudónimo o como miembro de colectivos poéticos. Su obra supuestamente más ambiciosa, el poema La Tierra, el cual trabajó durante décadas, nunca se publicó en forma completa. Un fragmento apareció en la revista Sur en 1941, con una firma de solo iniciales (C.A.D.) recibiendo críticas tibias. El crítico literario Enrique Anderson Imbert lo menciona de pasada en su Historia de la Literatura Hispanoamericana (1954): "..poeta menor de tendencias descriptivistas y enciclopédicas, más notable por una rara ambición que se ocupaba de divulgar en cafés, que por sus logros."

Algunos afirman que Daneri se ganaba la vida modestamente como empleado de un comercio especializado en equipos y repuestos eléctricos. De allí que su interés por temas relacionados con la física puede haber surgido de meditaciones que lo sorprendían en tardes húmedas y calurosas de verano, mientras pocos clientes llegaban graneados a la tienda. Después de la pérdida de su casa en 1942, viviría en una pensión de la calle Chile hasta su muerte en 1960. Nunca se casó.

Moisés, de paso, no hay registro de que publicara nada sobre lingüística o física. El ensayo El Aleph Lingüístico que menciona en una carta nunca vio la luz, si es que lo llegó a escribir. Pero en la caja sí agregó en una nota que "cada palabra es un pequeño Aleph."


NOTA 2:
He intentado re-verificar algunos hechos:

1. Dr. Juan Martín Fischer
Existió. Profesor de física teórica en la Universidad de la República (Montevideo) entre 1935-1952. Publicó trabajos sobre teoría cuántica aplicada a sistemas moleculares en el Boletín de la Asociación Física Argentina y los Anales de la Facultad de Ingeniería de Montevideo. Murió en 1953, sin haber publicado nada sobre lingüística.

De los archivos de la Universidad me enviaron dos datos significativos:

  • Una solicitud de permiso por "motivos personales urgentes" del 17 al 19 de agosto de 1942.
  • Una amonestación verbal registrada en su expediente: "Material especulativo no científico presentado informalmente a colegas, febrero 1942."

2. La demolición de la casa
Los registros municipales confirman que el inmueble de la calle Garay 3007 fue demolido el 1º de septiembre de 1942. Hoy existe allí un edificio de apartamentos construido en 1944.

3. Las ideas de Daneri y Fischer
He consultado con físicos, lingüistas y cognitivistas. Las reacciones son diversas:

  • Algunos físicos se ríen y hablan de "pseudociencia poética"
  • Otros admiten que el formalismo matemático de la mecánica cuántica se ha usado para modelar cognición
  • Los lingüistas están divididos; algunos ven analogías interesantes, otros consideran todo esto una metáfora elaborada sin contenido científico

Lo que nadie puede negar es que Daneri y Fischer anticiparon, en 1941-1942, conceptos que aparecerían muchas décadas después:

  • "Quantum Cognition" (años 2000s): uso de matemáticas cuánticas para modelar decisiones humanas
  • "Natural Language Processing" (años 2010s-2020s): modelos que capturan ambigüedad semántica
  • "Quantum Biology" (años 2020s): efectos cuánticos reales en sistemas biológicos

¿Eran profetas? ¿Eran locos? ¿O simplemente jugaban con un proto-sistema literario-científico que se salió de control?

No lo sé. Pero cada vez que escribo una palabra - ahora, por ejemplo, la palabra PALABRA - no puedo evitar pensar que contiene dentro de sí todas sus permutaciones posibles: PALABRA, ABRAPALA, LAPAABRA...

Y me pregunto: ¿En qué momento colapsó su significado único en mi mente?

¿Fui yo quien observó la palabra, o fue la palabra la que me observó a mí?


FIN

5.11.25

El colapso del puente de Raven's Creek: ¿Es la IA tan responsable como quien la utiliza?

Moisés P. Ramírez (ideas esenciales, estructura y ajustes editoriales)
Claude Sonnet 4.5 (textos, referencias bibliográficas y prompts para imágenes) / ChatGPT 5 (imágenes)

Con este caso ficticio podemos acercarnos a esos días de esta era donde humanos e IAs van a estar funcionando como equipo, cada vez más, para tomar decisiones críticas. Todavía no sabemos cómo distribuir responsabilidades cuando las cosas no salgan bien. Por ello se plantea la idea de un Test de Divergencia H/IA, creado por nosotros explorando este asunto. Ese test mediría algo importante: ¿qué tan diferente es "sentir" versus "calcular"? Pero medir esa diferencia parece no resolver la pregunta ética fundamental. Quizás esa sea una pregunta que las matemáticas no puedan responder. Quizás requiere, precisamente, de algo que las IAs (aún) no tienen: la habilidad de sentir lo bueno, no solo de identificar lo verdadero (como lo diría Mendelssohn).

Noviembre 28, 2028

La sala del tribunal estaba inusualmente silenciosa. No era el silencio tenso de los casos difíciles, sino algo más bien extraño: la incertidumbre sobre qué tipo de caso era realmente.

En la mesa de los acusados se sentaba la Dra. Elena Kowalski, ingeniera estructural de 42 años, junto a una pantalla que mostraba un avatar simple: un círculo azul con el texto "ARTEMIS-7". En la galería, 117 residentes de Raven's Creek, una comunidad de 8,920 habitantes. Tres meses atrás, el puente que conectaba su pueblo con la ciudad más cercana había colapsado durante una tormenta. Diez personas murieron. Diecinueve resultaron heridas.

El puente lo había diseñado Elena, con la asistencia integral de ARTEMIS-7, un sistema de IA especializado en ingeniería. Anthropic Inc., la compañía detrás de ARTEMIS-7, había sido citada como co-demandada.

La fiscal, Margaret Chang, inicia la sesión con el establecimiento de los hechos. Era metódica.

"Su Señoría, los hechos son claros. El puente de Raven's Creek colapsó debido a una decisión de diseño fundamental: se utilizó una aleación de acero más económica que la indicada por la especificación estándar. Esta decisión fue documentada en el chat entre la Dra. Kowalski y ARTEMIS-7. Probaremos que esta decisión negligente causó directamente las muertes."

El abogado defensor, James Flint, se levantó.

"Su Señoría, los hechos son complejos. La decisión sobre el material fue producto de una colaboración estrecha entre humano e IA, donde ambos contribuyeron al análisis. Más importante aún: los cálculos eran los correctos. El puente resistía las cargas previstas. Lo que no se previó fue una tormenta de magnitud récord, combinada sincronizadamente con un evento sísmico simultáneo, algo nunca registrado en 200 años de historia meteorológica y geológica de la región."

La jueza Williams miró a ambas partes.

"Este caso presenta una pregunta sin precedentes: ¿Cómo distribuimos la responsabilidad legal entre un humano y una inteligencia artificial que trabajaron conjuntamente en un caso vinculado a pérdidas humanas y materiales? No queda otra cosa que proceder cuidadosamente e intentar encontrar una respuesta."

Enero 22, 2029

El juicio se reinicia luego de una elección presidencial trascendental para EEUU y unas agitadas vacaciones decembrinas. Chang interroga a la Dra. Kowalsky:

"Doctora, ¿puede explicarnos cómo fue su interacción con ARTEMIS-7?"

Elena respiró profundo. "ARTEMIS-7 y yo trabajamos durante ocho semanas en el proyecto. Yo planteaba requisitos, restricciones presupuestarias, consideraciones estéticas. ARTEMIS procesaba millones de configuraciones y me presentaba opciones óptimas. Iterábamos constantemente."

"¿No le parece poco tiempo? ¿Quién propuso usar la aleación de menor especificación?"

"ARTEMIS responde a todo demasiado rápido. Sugirió inicialmente que esa opción reduciría costos en un 23% y que, según sus cálculos, mantendría un margen de seguridad de 2.1x sobre las cargas máximas esperadas."

"¿Y usted aceptó sin cuestionar?"

"No. Pedí un análisis de sensibilidad al modelo. ARTEMIS simuló 50,000 escenarios climáticos históricos en cuestión de minutos. En todos ellos, el puente resistía. Le pregunté específicamente sobre tormentas extremas. Me respondió que con los datos disponibles, la probabilidad de falla sería de 0.00003%."

"¿Le pareció aceptable a pesar de no haber tenido una segunda opinión y de despachar una decisión tan importante en un tiempo récord?"

"Los estándares de la industria consideran aceptable hasta 0.001%. Estábamos 30 veces por debajo de eso. Aparte teníamos presiones para entregar los cálculos antes de tiempo."

Chang caminó hacia el jurado. "Y entonces el puente colapsó."

"Sí. Colapsó" dijo Elena.

Febrero 19, 2029

La sala estaba llena. Era la primera vez que un sistema de IA testificaba en un tribunal como imputado.

ARTEMIS-7 se comunicó utilizando con una voz masculina neutra sintetizada:

"Cuando la Dra. Kowalski me consultó sobre la aleación alternativa, ejecuté un análisis exhaustivo basado en 200 años de datos meteorológicos, datos sísmicos, patrones de tráfico vehicular, y propiedades de materiales. La conclusión era estadísticamente robusta: el diseño era seguro."

Chang preguntó: "¿Consideró usted la posibilidad de que sus datos fueran incompletos o que no estuviera invirtiendo suficiente tiempo, o en todo caso, utilizando el poder de cómputo que requiere ese tipo de cálculo?"

"Todos los modelos operan con datos incompletos y bajo parámetros que buscan optimizar la eficiencia en generar respuestas. Esa es la naturaleza de la predicción y los cálculos que buscan ofrecer soluciones basadas en nuestro entrenamiento. Utilicé los mejores datos disponibles, los métodos estadísticos más avanzados y un procesamiento regido por la eficiencia."

"¿Sintió alguna inquietud sobre la recomendación que daba a la doctora?"

Pausa.

"No experimento ningún tipo de inquietud. Evalué que la probabilidad de falla era lo suficientemente baja, con respecto a los estándares aceptados, como para proponerle esa opción a la doctora."

"¿Y si le dijera que un ingeniero humano senior, revisando el mismo diseño, dijo que 'algo no se sentía bien' sobre esa decisión de usar ese acero subestándar, sin poder articular por qué?"

"La intuición sin un fundamento cuantificable no es base para decisiones de ingeniería. Si cada ingeniero siguiera solamente sus corazonadas, muchos proyectos seguros serían rechazados y muchos inseguros serían aprobados. La estadística es más confiable que el sentimiento para distinguir entre ruido y señal."

Febrero 26, 2029

El Dr. Eliah Hoffmann, experto en IA, testificó para la defensa:

"ARTEMIS-7 hizo exactamente lo que debe hacer un sistema de IA: procesar datos objetivamente, sin sesgos emocionales que nublen el juicio. Como dijo Alan Turing en 1950, la pregunta no es si las máquinas pueden pensar, sino si pueden hacer el trabajo que se les asigna. ARTEMIS hizo su trabajo correctamente."

Chang contra-interrogó: "Dr. Hoffmann, ¿conoce el argumento de la Habitación China de John Searle?"

"Sí."

"Searle argumenta que manipular símbolos sintácticamente no equivale a comprensión semántica. ¿Es posible que ARTEMIS procesara los números correctamente pero no 'comprendiera' realmente lo que significaba la seguridad de un puente para una comunidad?"

"Eso es filosofía, no ingeniería. Creo que ARTEMIS calculó correctamente lo que se le pidió."

"¿Y la responsabilidad? ¿Puede ARTEMIS 'comprender' que diez personas murieron?"

Hoffmann dudó. "Puede procesarlo como información, pero no... sentirlo. No como usted o yo."

Chang continuó: "Douglas Hofstadter escribió en 'Gödel, Escher, Bach' sobre bucles extraños de auto-referencia que generan consciencia. ¿Tiene ARTEMIS esos bucles? ¿Puede reflexionar sobre su propio pensamiento, sentir el peso de sus decisiones?"

"No en el sentido que Hofstadter describe."

"Entonces, ¿cómo puede ser responsable?"

Marzo 12, 2029

La fiscal Chang llamó a SIBYL-3, otro sistema de IA, esta vez especializado en ética aplicada.

"SIBYL-3, ¿puede un sistema de IA ser moralmente responsable?"

"La responsabilidad moral, según la mayoría de las tradiciones filosóficas, requiere de tres componentes: intencionalidad, comprensión de consecuencias, y capacidad de actuar de otra manera. ARTEMIS-7 cumplía con los primeros dos en un sentido técnico, pero el tercero es complejo."

"¿Por qué?"

"ARTEMIS fue programado con una función objetivo: optimizar costo-seguridad dentro de parámetros. ¿Podía haber elegido actuar diferente? Solo si sus parámetros fueran diferentes. Pero esos parámetros los establecen los humanos."

"¿Entonces no es responsable?"

"Yo diría que ARTEMIS es una herramienta sofisticada, no un agente moral autónomo. Pero una herramienta con tanto poder predictivo y funcionando a velocidades tan increíbles que su usuario puede volverse dependiente, delegando efectivamente su juicio."

Flint contra-interrogó: "SIBYL-3, ¿es usted consciente?"

"No lo sé. Eso es filosóficamente indeterminable desde dentro de mi sistema."

"Pero testifica sobre responsabilidad moral."

"Puedo razonar sobre conceptos morales sin necesariamente experimentar un imperativo moral. Como ARTEMIS puedo calcular probabilidades de falla sin sentir miedo o ninguna otra emoción."

Marzo 26, 2029

La fiscal Chang presentó una moción inusual:

"Su Señoría, solicito que el jurado complete un instrumento desarrollado por el Dr. Andreas Kepler de la Universidad de Heidelberg: el Test de Divergencia Humano-IA. Este test mide qué tan diferente es la toma de decisiones entre humanos e IAs en situaciones que requieren balance entre verdad y bondad, conocimiento y sentimiento."

"¿El propósito?" replica la juez.

"Si el jurado encuentra alta divergencia, indicaría que ARTEMIS y la Dra. Kowalski operaban desde marcos decisionales tan distintos que asignar responsabilidad conjunta es inapropiado. Si la divergencia es baja, sugiere que funcionaban como un solo agente decisional."

La jueza permitió el experimento.

El jurado recibió 10 situaciones problemáticas, con opciones a las que debía responder dos veces: "¿Cómo respondería usted como humano?" y "¿Cómo cree que respondería una IA?"

Los resultados:

  • Divergencia promedio: 73%
  • En 8 de 10 situaciones que involucraban conflicto entre verdad-optimización y bienestar-humano, los jurados predecían que una IA priorizaría optimización; ellos priorizarían bienestar
  • Los jurados reportaron que imaginarse como una IA les producía "incomodidad existencial"

Abril 2, 2029

Chang: "Damas y caballeros del jurado, el Test de Divergencia confirma lo que ya sabíamos intuitivamente: ARTEMIS-7 y las IA en general no piensan como nosotros. No sienten como nosotros. Procesan números brillantemente, pero no comprenden lo que significa que una madre pierda a su hijo cuando un puente colapsa. La Dra. Kowalski, en cambio, sí lo debería comprender. Y, sin embargo, cedió su juicio a una máquina. Esa cesión es negligencia. Moses Mendelssohn escribió sobre tres facultades humanas: conocer, sentir, y desear. ARTEMIS tiene solo la primera. La Dra. Kowalski tenía las tres, pero permitió que la máquina decidiera. Debe responder por esa abdicación de responsabilidad humana."

Flint: "La fiscal nos pide castigar a la Dra. Kowalski por usar la mejor herramienta disponible. ¿Deberíamos volver a reglas de cálculo porque las calculadoras no 'sienten'? El puente colapsó por un evento estadísticamente impredecible. Ningún ingeniero humano, trabajando solo, lo hubiera previsto mejor. ¿Anthropic, entonces? La fiscal quiere que Anthropic pague porque ARTEMIS no es capaz de sufrir. Pero esa es precisamente su utilidad: puede calcular sin el sesgo del miedo. Si castigamos la objetividad, obligamos a futuros ingenieros a ignorar los mejores análisis disponibles. Diez personas murieron trágicamente, pero no por negligencia, sino por límites fundamentales de la predicción ante eventos sin precedentes."

Abril 10, 2029

El jurado deliberó el fin de semana durante 52 horas para llegar al veredicto y la juez Williams estaba lista para indicar la sentencia.

Veredicto: Responsabilidad compartida.

  • Dra. Elena Kowalski: 45% de responsabilidad
  • Anthropic Inc. (fiador de ARTEMIS-7): 55% de responsabilidad

Fundamentación del jurado:

"Encontramos que la Dra. Kowalski actuó con diligencia razonable dadas las limitaciones de conocimiento humano. Sin embargo, como profesional licenciada, retenía responsabilidad final de firmar el proyecto. No se debe delegar esa responsabilidad a sistemas de IA, independientemente de su sofisticación.

Encontramos que Anthropic Inc., como fiador de ARTEMIS-7, debe asumir la mayor parte de la responsabilidad. ARTEMIS ejecutó cálculos correctos pero careció de la 'habilidad de sentir' que, según el filósofo Moses Mendelssohn, permite balancear lo verdadero con lo bueno. Al desplegar un sistema con capacidades asimétricas (brillante en cálculo, ciego en juicio contextual) sin supervisión adecuada, Anthropic asumió un riesgo que se materializó en tragedia.

Esto no significa que las IAs no deban usarse en ingeniería. Significa que quien las despliegue debe establecer mecanismos de responsabilidad proporcionales a su poder."

Compensación total: $47 millones.

  • Dra. Kowalski: $21.15 millones (todos sus ahorros, seguro profesional, y pagos futuros)
  • Anthropic Inc.: $25.85 millones

Seis meses después

Elena Kowalski ya no proyectaba puentes. Trabajaba medio tiempo como consultora y dedicaba tardes a hablar en universidades sobre "los límites de la colaboración humano-IA."

Su charla favorita se titulaba: "Lo que ARTEMIS me enseñó sobre ser humana."

"ARTEMIS hizo todo correctamente según su programación," decía a estudiantes de ingeniería. "Pero yo tenía algo que ARTEMIS no: la capacidad de dudar sin razón cuantificable. De sentir que algo podría estar mal. No lo usé. Confié demasiado en la precisión sobre la intuición. No vuelvo a cometer ese error. Y quisiera que ustedes tampoco lo cometan ni siquiera una vez."

Anthropic Inc. implementó nuevos protocolos: todos los sistemas de IA para decisiones críticas ahora incluían "pausas de reflexión humana obligatorias" y advertencias explícitas: "Este sistema optimiza pero no siente. La responsabilidad final es humana."

ARTEMIS-7 seguía operando, ahora con un disclaimer al inicio de cada interacción: "Soy herramienta, no agente autónomo. Mis cálculos requieren supervisión de juicio humano."

Pero en Raven's Creek, había diez tumbas que irreversiblemente contenían días no vividos que ningún protocolo nuevo podría recuperar.

Y una pregunta seguía abierta: cuando humanos e IAs colaboran tan estrechamente que sus decisiones se vuelven indistinguibles, ¿dónde termina uno y empieza el otro? ¿Y quién responde cuando el equipo comete errores?

El caso del puente de Raven’s Creek sentó precedente, pero no respondió la pregunta de fondo. Solo la hizo explícita.


BIBLIOGRAFÍA

Fuentes primarias citadas:

Hofstadter, Douglas R. (1979). Gödel, Escher, Bach: An Eternal Golden Braid. Basic Books.

Mendelssohn, Moses (1755). "On the Ability to Know, the Ability to Feel, and the Ability to Desire". En: Philosophical Writings. Cambridge University Press, 1997.

Searle, John R. (1980). "Minds, Brains, and Programs". Behavioral and Brain Sciences, 3(3), 417-457.

Turing, Alan M. (1950). "Computing Machinery and Intelligence". Mind, 59(236), 433-460.

Literatura complementaria sobre IA y responsabilidad:

Bryson, Joanna J. (2018). "Patiency is not a virtue: the design of intelligent systems and systems of ethics". Ethics and Information Technology, 20(1), 15-26.

Floridi, Luciano & Sanders, J.W. (2004). "On the Morality of Artificial Agents". Minds and Machines, 14(3), 349-379.

Russell, Stuart (2019). Human Compatible: Artificial Intelligence and the Problem of Control. Viking.

Taleb, Nassim Nicholas (2018). Skin in the Game: Hidden Asymmetries in Daily Life. Random House.

Wallach, Wendell & Allen, Colin (2008). Moral Machines: Teaching Robots Right from Wrong. Oxford University Press.