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Escribo sobre temas que me interesan, me afectan, me gustan, me intrigan: algo bastante sobre política, pero también hay de urbanismo, diseño y temas diversos.

16.6.09

Libertad, Responsabilidad, Prosperidad

“Si no trabajo, no como” es una expresión de quien depende de su esfuerzo diario para lograr sustentarse. Si persevera y ahorra, puede superar esa etapa crítica y convertirse cada vez más en un inversionista, o sea, en una persona cuyos ingresos provienen del rendimiento que sus ahorros bien colocados le produzcan. En el Socialismo esa lógica no existe.

El Socialismo consiste en convertir todo un pais en una gran oficina pública, en una especie de mega-ministerio. En los ministerios hay gente que trabaja pero la lógica que allí existe es que, independientemente de cuánto y cómo se haga, cada quien recibe un ingreso los quince y últimos. Esos ingresos normalmente son bajos y difícilmente el empleado público puede ahorrar. Por eso se crea el ahorro obligatorio en “cajas” que funcionan como fondos de préstamos rotativos que, usualmente, son dirigidos al consumo (carro, casa, línea blanca, etc.) no a la inversión.

El Socialismo es trabajo rutinario, poco creativo y sin incentivos para surgir. No hay emprendimientos, nadie arriesga nada suyo y las cosas siguen mas o menos iguales en el tiempo. Si a los pobres habitantes de un pais socialista no les metieran miedo con el temita de los “enemigos de la revolución”, terminarían muertos del fastidio. Sus ingresos podrán servirles para sobrevivir, pero llevando una vida sin Prosperidad ni Libertad.
Los paises libres, o sea los no socialistas, son diferentes. Nadie potencialmente productivo tiene garantizado su sustento sino trabaja, pero cualquiera puede surgir emprendiendo, arriesgando, creando empresas. Tampoco hay garantías de que todos los que arriesguen sus ahorros o desarrollen una idea tengan éxito, pero si lo logran producen avances para todos. Hasta quienes no tengan espíritu emprendedor pueden, en un país libre, alcanzar mejores niveles de vida si se dedican con responsabilidad a sus obligaciones dentro de una empresa productiva e innovadora.

Existe siempre la posibilidad de que actividades realizadas por empresas ocasionen efectos colaterales negativos a sus trabajadores, al ambiente, etc. Justamente por ello es indispensable que un tercero tenga la autoridad y los recursos para actuar a favor de toda la sociedad y ese tiene que ser el Estado. Lo absurdo es que el Estado se convierta en empresario porque no habrá nadie más con la autoridad y los recursos para poder controlarlo.

Los Estados que han aplicado el Socialismo llegan a convertirse en mounstruos contaminantes y explotadores de proporciones gigantescas, porque no han podido (ni querido) controlarse a sí mismos. Todo Estado Socialista es el único actor mientras que sus ciudadanos están rebajados a la categoría de meros esclavos sumisos. En sus discursos, los socialistas podrán mencionar Responsabilidad y Patriotismo, pero como simple truco para que sus esclavos le encuentren algun sentido a las miserables vidas que ese modelo de sociedad les impone. La Prosperidad no es un valor cultivado por el Socialismo, ni tampoco lo es la Libertad.

Sólo siendo libres podemos escoger ser responsables. Y ser prósperos es responsabilidad de cada uno de nosotros. Así no dejaremos que algo tan importante para todos dependa de que el precio del petróleo suba o baje, tal como ocurre ahora en la Venezuela desafortunadamente en vía al Socialismo.

Cuando el MAS irrumpió en la escena política venezolana cautivó a muchos jóvenes. Habiendo sido uno de ellos, he sentido desde hace un tiempo que debo proponerles relanzar el partido con un nuevo significado tras sus siglas: que siga siendo el MAS, pero que esté ahora referido a MOVIMIENTO (para el) ASCENSO SOCIAL.

Ese debe ser el nuevo compromiso de la militancia política en un país como Venezuela:  ASCENDER SOCIALMENTE estudiando, participando, innovando, trabajando, invirtiendo y apoyando la creación de las condiciones necesarias para que, no solamente nosotros, sino todos los venezolanos podamos ascender cada vez más en un país libre, responsable y próspero.

¡Sí podemos!

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