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Escribo sobre temas que me interesan, me afectan, me gustan, me intrigan: algo bastante sobre política, pero también hay de urbanismo, diseño y temas diversos.

6.2.23

Cipolla revisitado (post Sam Harris) y la lucha política en Venezuela.



El economista Carlo M Cipolla (1922-2000) escribió un tratado sobre la estupidez humana en su libro Allegro Ma Non Troppo. En él clasificó a las personas en 4 tipos: Inteligentes, Estúpidos, Bandidos y Sin Remedio (escribí hace tiempo un par de reflexiones - 1 y 2 al respecto, en este blog).

El difícil de describir Sam Harris (meditador, neuro-científico, filósofo, opinador anti-religioso, etc.) puso recientemente en su app de meditar una reflexión muy corta sobre las únicas 2 cosas de las que hay que estar pendientes en la vida: ser bueno y estar atento (be good / be aware). Al lanzar esta propuesta basada en 2 ejes (bondad y consciencia), no pude evitar la tentación de hacer el (para mí) típico cruce que arroja 4 categorías y, en principio, me salió lo siguiente:

Parece haber cierta correspondencia con las categorías de Cipolla:

Inteligentes == Valiosas
Estúpidos == Fastidiosas
Bandidos == Peligrosas
Sin Remedio == Inútiles

La diferencia en esta primera aproximación estaría en que el término "Fastidiosas" no refleja la afirmación de Cipolla sobre los Estúpidos como "el peor tipo de persona que una sociedad puede tener." Esto me llevó a hacer una corrección a esa categoría y ahora la cambié por el término "Muy Peligrosas" tal como se muestra a continuación:


Una observación a primera vista de esta tipología indicaría que lo moral, o lo juzgado como tener buena intención, no es suficiente para considerar socialmente valiosa a una persona. El darse cuenta hace la diferencia entre quienes hacen el bien desde su mente y su corazón, conectados en el aquí/ahora con lo que hacen y dispuestos a chequear si efectivamente hicieron el bien o no. Quienes desde automatismos, fanatismos religiosos o ideológicos, creen que hacen el bien y van haciendo lo mismo a pesar de que lo que creían que debería ocurrir no ocurrió, realmente fallan. Pero entre quienes no hacen el bien, los peores son los inconscientes. Muy probablemente, al no saber que no saben (hacer el bien), pueden llegar a creer que lo que hacen está maravillosamente bien y por lo tanto, creen que deben continuar haciéndolo.

Por ejemplo, en Venezuela se acabó con el 80% de la economía del país, incluyendo la gallina de los huevos de oro, PDVSA. Eso fue el resultado de que unos estúpidos creyeron desde comienzos de este siglo que expropiando, controlando precios y acelerando el gasto público, estaban haciendo el "bien." Más de 7 millones de venezolanos han ya migrado y, sin embargo, estas personas estúpidas y muy peligrosas parecen seguir creyendo que no fue eso sino unas sanciones que les han impuesto a muy pocos de ellos (deberían ser muchos más), por violar sistemáticamente los DDHH de los venezolanos y cometer crímenes de lesa humanidad de forma flagrante, son la causa del desastre que hay en el país. 

Hay también casos de personas peligrosas, tanto como son los alacranes que es como se les ha llamado, por el mal que conscientemente le hicieron a la oposición que lucha contra la estupidez del régimen. Eran supuestos miembros de la oposición que a consciencia de las prebendas que podían obtener se acercaron al régimen para crear confusión y dividir. Estos bandidos se daban cuenta del mal que hacían a cambio de beneficios para ellos, por lo que son peligrosos pero no tanto como quienes creen que hacían y siguen haciendo el "bien" solo que otros (el imperialismo, la derecha, etc.) los sabotean.

Finalmente, quienes de forma automática y principista, como son muchas ONGs, se dedican a hacer el bien y lo hacen a su manera, desde un punto de vista político resultaron inútiles. Su absurda competencia (en lugar de colaboración) con los partidos políticos, las ha hecho presa fácil de los bandidos y fanáticos del régimen. Las han venido amenazando y lo que las podría ayudar a sobrevivir es volverse una especie de alacranes light: dedicarse a sus "misiones" sin pisarle los callos al régimen.

Las personas valiosas, en la lucha política contra el régimen, son las más buscadas para eliminarlas, por quienes son muy peligrosas, peligrosas e inútiles para la sociedad venezolana. El ataque certero al Gobierno Interino (estoy consciente de que no todas las personas que estaban allí pertenecían a la categoría valiosas), solo fue posible gracias a un esfuerzo coordinado entre quienes están, conscientes o no, interesados en que se mantenga el estatus quo del régimen militarista. Hay entonces, ante ese golpe bajo, una oportunidad de recalibrar quién es quién, para corregir lo que hay que hacer.

Una de las afirmaciones que Cipolla hace en su tratado es que los inteligentes muchas veces sobreestiman su capacidad para lidiar con estúpidos y subestiman el daño que estos pueden producir. A las personas valiosas, políticamente hablando, si quieren ser consideradas inteligentes en su propósito de hacer el bien, les corresponde darse cuenta de lo que ha pasado y hacerse conscientes de que frases como la de "en política hay que sumar, no restar" cuando se refiere a gente peligrosa o muy peligrosa, no aplica. Por cierto, muchas encuestadoras y "analistas" lanzan, más que números, categorías que buscan etiquetar a los enemigos inteligentes del régimen de tal manera, que faciliten la manipulación de la opinión pública a favor de éste, pero el cómo lidiar con etiquetas o frames, es materia para otro artículo.

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