Una estructura fractal es diferente a una estructura jerárquica, aunque se parecen. Las estructuras jerárquicas simples tienen un orden, pero no mantienen respeto a un patrón de orden. Por ejemplo, un tren es una jerarquía simple: tiene uno o dos vagones con controles de conducción y luego se le acoplan "n" vagones similares, pero sin controles, que son remolcados. Los trenes tienen entonces, por lo menos, dos tipos de vagones que se parecen en tamaño pero no en funcionalidad.
Un juego de muñecas rusas es una jerarquía con un patrón estructural que sólo varía en cuanto a tamaño: todas las muñecas, menos la más pequeña, son iguales, dibujadas con vestido, vacías por dentro y se les desenrosca la mitad del cuerpo para poder meter, dentro de cada una, una muñeca igual pero más pequeña. Tienen en cierto modo una estructura fractal.
Tal como Benoit Mandelbrot, padre de la geometría fractal, lo explicó en esta interesante conferencia de TED (Fractals and the art of roughness), los fractales pueden descubrirse en la naturaleza, en muchas partes: coliflores, brócolis, copos de nieve, órganos como el pulmón o el riñon, etc.; así como en las rugosidades de las costas, las nubes, las montañas, etc. Debe existir entonces alguna razón importante por la que la naturaleza utiliza este tipo de arreglo, o patrón de orden, de manera tan extendida.
Por el contrario, el mundo hecho por los humanos no muestra frecuentemente ese tipo de patrones de orden en los que las partes son equivalentes al todo, pero a escalas menores. La democracia, por ejemplo, no llega por lo general a las escalas más pequeñas. Existen elecciones para elegir presidente, gobernadores, alcaldes, consejos comunales, juntas de condominio... pero en cada familia no se tiene la democracia como norma, o sea que son como la última muñequita rusa, se quedan vacías de democracia.
Así ocurre también con los partidos políticos: a pesar de su accionar en democracia, internamente obedecen a caudillos y sorprende muchas veces la absoluta falta de democracia. Y lo mismo puede ocurrir con otros pilares de la democracia como lo son el diálogo, el respeto a las minorías y a los derechos humanos de todos, etc. A veces los DDHH sólo se le respetan a quienes son seguidores de quien gobierna, pero no a sus adversarios.
Hipótesis: coherencia, y no solamente orden, es lo que busca la naturaleza al utilizar estructuras jerárquicas fractales. Ante un país tan desordenado e incoherente como lo es la Venezuela actual, tiene todo el sentido del mundo pensar en una gobernabilidad fractal: que cada uno de nosotros actúe como esperamos que se actúe a distintos niveles jerárquicos de gobierno, incluyendo los más altos. Un poco de orden y coherencia fractal, no nos caerá nada mal.
Excslente articulo.
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