La sociedad venezolana se acostumbró desde mediados del siglo XX a depender de dádivas del Estado. El gobierno a su vez se acostumbró a ocupar un espacio cada vez más amplio y variado, con la creencia de que podría producir bienes y servicios de una mejor manera que el sector privado. Durante el siglo XXI eso sólo ha magnificado esa tendencia hasta agotarle su cuestionable viabilidad.
Tener más de lo mismo no ha sido un verdadero cambio. El fracaso simbolizado en un bolívar exageradamente devaluado y en una inflación asesina, crean condiciones para que todos los venezolanos nos demos cuenta de que ese modelo dadivoso-expropiador no nos conviene más. Con un barril de petróleo que no alcanza ya para continuar con la gasolina gratis... un cambio profundo será ineludible.
Viene un cambio de gobierno, un cambio de modelo, un cambio de mentalidad, de hábitos y de costumbres. Una nueva Venezuela nacerá en 2015 y debemos prepararnos para cuidar esa bebé.
¡Felíz 2015!
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por el comentario! Podrá ser publicado una vez revisado...